Hemos oído mil veces eso de 'La realidad supera a la ficción'. Bien, pues hoy es uno de esos días en los que puedes clamarlo al cielo mientras sueltas una maquiavélica carcajada porque lo que vas a leer a continuación va a dejarte perplejo.
El 4 de diciembre de 2011, se emitía en Channel 4 el primer episodio de 'Black mirror', 'National Anthem', un capítulo en el que, nada más y nada menos, un terrorista extorsionaba al primer ministro inglés para que tuviera relaciones sexuales con un cerdo. Casi cuatro años más tarde, se ha descubierto que la historia guarda similitudes con la vida del primer ministro actual, David Cameron.
Según se ha podido leer en una nueva biografía de Cameron, publicada de forma serializada en el Daily Mail, el primer ministro introdujo su pene en la boca de un cerdo muerto durante sus años de universidad. Los autores de la publicación, Lord Ashcroft e Isabel Oakeshott, dicen que su fuente es un miembro del Parlamento, quien ha contado esta historia más de una vez durante el último año.
Además, la fuente asegura que hay material fotográfico y que está en el haber de cierta persona que, según los autores, no ha querido contestar a sus peticiones porque prefiere mantenerse al margen.
Charlie Brooker, el Rappel inglés
Después de que todo esto saliera a la luz, se preguntó a Charlie Brooker sobre las similitudes de dicha historia con 'National Anthem', su capítulo de 'Black Mirror'. El creador respondió lo siguiente en una entrevista con Buzzfeed: "Me costó un tiempo asimilar lo que estaba sucediendo. No hacían más que llegarme notificaciones que unían a Cameron con 'Black Mirror' y el Daily. Tuve que cliquear un poco para descubrir lo que pasaba. Primero, pensé que quizás lo hubiera mencionado. Mi cabeza no pensó inmediatamente 'Oh, ¿se habrá follado a un cerdo?'. Estaba muy confundido."
El creador bromea al respecto: "Hay una foto de ello, ¿no? Podría ser una buena secuela: el primer ministro emulando a Jack Bauer e irrumpiendo en una casa para recuperar la fotografía de su pene en la boca de un cerdo". Brooker lamenta esta especie de vendetta y comenta cómo la gente está ávida por saber si esto es verdad y lo que dice ello de la propia sociedad: "Es tan irresistiblemente barroco y macabro que la gente está deseando que sea realidad (...)."
