'Deadpool' sorprende en las nominaciones del sindicato de guionistas

Tras un debut más basado en la estética que en el contenido, el modisto Tom Ford se ha licenciado en dirección cinematográfica por la puerta grande con 'Animales nocturnos'. Un reparto de escándalo ha sido su principal apoyo para mostrarnos la venganza cinematográfica definitiva. Las tres capas que componen la película, combinando realidad diegética con ficción, enriquecen un relato plagado de personajes impactantes. Desde la fría artista encarnada por una sublime Amy Adams hasta el policía más sincero con el que te puedas encontrar, interpretado por Michael Shannon. Ford no se pierde con tanta línea narrativa, y su recompensa es un tenso y envenenado regalo para el espectador.

Jim Jarmusch aterrizó por partida doble en los cines. Cuando nos estábamos recuperando del documental 'Gimme Danger', el cineasta independiente nos brindó uno de sus mejores trabajos. 'Paterson' es la radiografía definitiva de la rutina, con el distintivo factor de la poesía. El conductor de autobús interpretado por un soberbio Adam Driver comprende la vida que le rodea como nadie, básicamente como su creador, uno de los directores que mejor han sabido transmitir la sensibilidad humana en su cine. Además, en esta cinta nos encontramos con una de las parejas más naturales de la historia, y con un desbordante canto a la creatividad que invita al espectador a pararse a reflexionar acerca de su forma de canalizar los sentimientos.

El próximo presidente del jurado de la Berlinale, el holandés Paul Verhoeven, ha firmado una de las mejores cintas de su filmografía con 'Elle'. Este intenso thriller es elevado por la interpretación de Isabelle Huppert, una de las mejores actrices del cine contemporáneo, que encarna a uno de los personajes del año. El realizador despreciado por 'Showgirls' demuestra que lo suyo no es dejarte con una sonrisa tonta cuando salgas del cine y, a pesar de su ausencia en la terna de películas extranjeras en los Oscar, ha conseguido dar forma a una de las experiencias más macabras y sobresalientes del año.

El cine español ha alcanzado un nivel especialmente brillante en 2016. 'Kiki, el amor se hace', '1898. Los últimos de Filipinas', 'La reconquista' o 'Tarde para la ira' son la mejor prueba de ello, pero la cinta que realmente ha atraído a las masas al cine ha sido 'Un monstruo viene a verme'. J.A. Bayona ha dejado claro una vez más que tiene una conexión especial con la audiencia española, y, junto a la promoción de Mediaset, ha convertido este original drama en todo un fenómeno. Su omnipresencia en las nominaciones de los Goya demuestra su cuidado técnico y el impacto en el público, que es el principal valedor de este director, nacido para forjar cine a lo grande.

Más allá de los sustos previsibles y los manidos efectos de sonido, existe un cine de terror totalmente reivindicable. Este año su representante ha sido 'La bruja', una inmersiva producción que no deja respiro al espectador. La latente presencia del mal en una cristiana familia inglesa del siglo XVII que emigra al nuevo mundo, marca el devenir de una película con una factura formal impecable, y un apasionante tratamiento del idioma anglosajón coetáneo. En ningún momento se recurre al susto simple ni al chiste adolescente, lo cual permite avanzar con una atosigante intriga que nada tiene que envidiar a algunos de los mejores thrillers del año, como 'Green Room'. La 'It Follows' de este año es un meritorio film, que dignifica un género tan denostado desde los despachos como es el del terror.

Disney no ha vivido su mejor año en 2016, pero 'Zootrópolis' ha conseguido que el estudio vuelva a recibir el cariño de niños y adultos, gracias al entretenido resultado y a su necesario mensaje de inclusión social, más necesario que nunca. Dejando de lado las actuaciones de Shakira, esta cinta de animación consigue enganchar al espectador a base de personajes tan diferentes como complementarios, una combinación manejada con buena mano y que invita a mirar de forma diferente nuestras estructuras sociales, a despojarnos de prejuicios para vivir en armonía.

El laureado drama que se alzó con el premio más importante de la Academia del Cine hollywoodiense inaugura nuestro podio. 'Spotlight' no ha caído en el olvido tras los once meses que han pasado desde su estreno, al igual que no deben ser borrados de la memoria los terribles hechos que denuncia. Su director, Tom McCarthy, se decanta por un planteamiento sobrio y sin sobresaltos, que deja todo el protagonismo a unos personajes centrados en la investigación, llevada a cabo con una profesionalidad que rara vez observamos a día de hoy con la inmediatez informativa.

Brie Larson se convirtió en un icono del cine independiente estadounidense con la maravillosa 'Las vidas de Grace', y con 'La habitación' recogió su merecido primer premio Oscar. Aunque hay que reconocer que el verdadero ladrón de fotogramas fue Jacob Tremblay, una de las mayores revelaciones de esta década, que consigue transmitir esa sensación de encierro y apasionado descubrimiento con cada mirada. Una pareja tan entrañable como dolorida, que abruma con su sinceridad y por la complejidad de tener que enfrentarse al mundo real, tan hostil que a veces ni siquiera nos damos cuenta de ello.

El primer premio recae en el último film de Denis Villeneuve. El canadiense nos ha acostumbrado a sus genialidades tras la cámara, y 'La llegada' es su obra maestra. Con 'Incendies', 'Polytechnique', 'Enemy' y 'Prisioneros' fue asentando un estilo muy característico y adictivo, y este año ha explotado definitivamente con un drama tan reflexivo como potente visualmente. Sirviéndose de la ciencia ficción y de un revolucionario tratamiento del tiempo, Villeneuve plantea el dilema de la comunicación como arma para resolver posibles conflictos. Resulta esperanzadora la lucha del personaje de Amy Adams por mantener un contacto verbal con los alienígenas recién aterrizados en la Tierra, sobre todo si nos fijamos en lo disociada que se encuentra la humanidad actualmente. 'La llegada' nos obliga a pensar acerca de nuestra conflictiva y contradictoria naturaleza, y eso es lo más valioso que nos podemos encontrar en una sala de cine.