Era la candidata perfecta para liderar la temporada de los Oscar 2017. 'The Birth of a Nation' es un épico drama histórico centrado en una de las mayores lacras de Estados Unidos, la esclavitud. Encantó en Sundance. Desde su mismo título, está plantándole cara a la tradición y anunciando la relectura de los errores del pasado de Hollywood (la original 'El nacimiento de una nación' de Griffith ha sido acusada en repetidas ocasiones de esconder una oda al Klu Klux Klan). Fox sabía que esta era una bestia devoradora de premios y la Academia tenía la película modelo que gritaba "¡Eh, no somos racistas!".
Pero por el camino, lo que se estaba preparando como una campaña infalible para los meses de otoño se ha truncado de manera fatal e irreversible. 'The Birth of a Nation' no se llevará ningún Oscar. Nate Parker, su director, fue acusado hace casi dos décadas de haber violado a una estudiante de su universidad junto con el co-guionista de la cinta, Jean McGianni Celestin.
Celestin fue condenado, mientras que Parker quedaba absuelto, al parecer por un tecnicismo. Una mancha que no saldrá con nada, y de hecho la atención que ha recibido el director podría conllevar una revisión del caso, agravada por el reciente trágico descubrimiento de que la víctima se suicidó unos años después de la agresión sexual.
La industria, Fox y la Academia quieren deshacerse de Nate Parker y 'The Birth of a Nation' cuanto antes, cancelando proyecciones y encuentros con la prensa y el público, mientras medios como The Hollywood Reporter se preguntan si hay esperanza para la película en la gala de premios de enero, en un artículo muy criticable por su enfoque amoral y carente de sensibilidad.
Pero The Daily Beast justifica las razones por las que aún considera a 'The Birth of a Nation' una cinta necesaria. Una obra cuyos méritos artísticos y valor social no deberían ser obviados porque sus autores sean unos criminales.
¿Juzgar las obras o a los autores?
La propia presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, ha respondido a la pregunta: ¿debemos dejar de ver una película porque su director haya hecho algo horrible? "Es claramente una película que los espectadores deberían ver", ha declarado a TMZ. La reacción de los que ya vieron 'The Birth of a Nation' en Sundance es para Isaacs una razón suficiente para separar la cinta del "problema personal" (sic) de su autor.
El País se preguntaba hace unos días por qué nos sorprendemos al descubrir que las estrellas son malas personas, analizando el recién cerrado caso de Johnny Depp y su pareja Amber Heard, que le pedía el divorcio alegando agresiones violentas. Por la respuesta de los numerosos fans de Depp, totalmente falta de análisis, objetividad y empatía hacia Heard, no parece que la carrera del actor peligre. Los malos datos de la última película estrenada por el actor, 'Alicia a través del espejo', podrían ser en parte consecuencia de esta polémica, aunque hay que contextualizar su relativo fracaso dentro de los malos datos generales de las cintas comerciales de este verano.
No son los únicos casos de personas tras las cámaras inculpadas de haber cometido actos totalmente horribles. Woody Allen fue acusado por una de sus hijas adoptivas de haber abusado de ella cuando tenía 7 años, y aunque el juez no encontró pruebas conclusivas, el espectro de la pederastia ha quedado colgando sobre el director de 'Café Society'. Su carrera no se ha visto afectada, y la industria le ha seguido apoyando con galardones y reconocimientos.
Roman Polanski fue procesado en 1977 por haber violado a una niña de 13 años tras drogarle y darle alcohol. A la vista de que podía ir a la cárcel, el director de 'La semilla del diablo' abandonó el país, y desde entonces vive en Francia y evita visitar países que podrían extraditarlo a Estados Unidos. La Academia Europea de Cine lo eligió como mejor director en 2010 por 'El escritor', aunque no pudo recoger el galardón cuando las autoridades suizas lo retuvieron.
No hay que irse a casos tan extremos, siquiera. Hace unos meses, cuando 'Julieta' estaba a punto de estrenarse en España, la sombra del fraude fiscal cayó sobre los hermanos Almodóvar. Era también un caso antiguo, y de dudosa punidad, pero bastó para que el público español, ya de por sí reacio a las propuestas del director manchego, se lanzara a las redes con indignación. No iban a apoyar el estreno de un supuesto evasor de impuestos, aunque la opinión pública ha obviado casos mucho más claros y sonados a futbolistas e incluso partidos políticos.
Parece que los espectadores están dispuestos a perdonar "errores" (llámalo error, llámalo despiste, crimen, malentendido o rumor, cada caso es diferente) a las estrellas consagradas, las que cuentan con el cariño del público. Los cinéfilos van a seguir yendo a ver 'Sully', la próxima película de Clint Eastwood, a pesar de que el director ha declarado su apoyo a Donald Trump y le ha quitado peso a sus comentarios racistas.
Esta es la razón por la que las estrellas tienen publicistas, esa figura en la sombra que cuida con esmero la imagen pública de los famosos. Pero ni el mejor alquimista de la imagen en Hollywood podrá salvar la percepción pública de un director que está empezando y tiene en su pasado la acusación de una violación y el suicidio de una víctima, por no hablar de diversos comentarios machistas y homófobos. Además, Nate Parker en ningún momento ha admitido su culpa, lejos está de pedir perdón.
Al final, seguimos teniendo el mismo dilema. 'The Birth of a Nation' es, según los que la han visto, un portento cinematográfico y una cinta socialmente relevante. ¿Podremos separar obra de autor? ¿Deberíamos hacerlo? Hay que tener en cuenta que una película significa el trabajo de mucha gente. ¿Es responsabilidad del público castigar al autor, y de paso a todo su equipo? ¿O debería ser la industria la que diera de lado a sus "ovejas negras"?
'The Birth of a Nation' aún no tiene fecha prevista de estreno en España.