Tras hacerse con muchos de los premios más importantes de la temporada, Demi Moore se quedó sin su Oscar a Mejor Actriz por su aplaudido trabajo en 'La sustancia', el fenómeno de Coralie Fargeat que ha granjeado a la actriz el reconocimiento de la industria después de más de cuatro décadas trabajando en el cine. Pese a ser la gran favorita, finalmente no pudo ser, ya que en el mayor giro sorpresa de la gala, Mikey Madison se llevó el premio por 'Anora', la gran triunfadora de la noche con cinco premios.
Cuando 'La sustancia' se estrenó en cines en 2024, muchos empezaron a hablar de Moore como posible candidata al Oscar. Por aquel entonces sonaba a sueño inalcanzable. ¿La Academia nominando a una "actriz de palomitas", como ella se autodenomina, icono comercial de los 90 que nunca fue tomado en serio y, además, por una sátira gore y extrema de origen francés? Pero el tiempo la puso en su sitio, y el fenómeno de 'La sustancia' ha servido como el hilo narrativo perfecto para el ascenso de Moore, de acumular cuatro Razzies a la gloria de los Oscar. O eso era lo que tenía que pasar.
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La reacción de Moore al perder el premio ha sido muy comentada en redes, ya que, aunque disimula lo mejor que puede al escuchar el nombre de la ganadora, se puede ver el shock en su mirada. Un shock que muchos compartimos. Y es que, pese a alegrarnos enormemente por Madison, que nos ha dado sin duda una de las interpretaciones más increíbles del año, Demi Moore era la ganadora perfecta. Os explicamos por qué.
En su triunfo confluían varios factores que parecen escritos por el mismísimo destino. La suya es una interpretación inmediatamente icónica, poderosa e intachable (en otras palabras: el premio habría sido de sobra merecido ya solo por eso, que es lo más importante). Pero además, habría funcionado también como reconocimiento a su carrera y reivindicación de un tipo de cine que no suele tener presencia en los Oscar.
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El film es una fábula aberrante de terror y ciencia ficción sobre Hollywood y la tiranía de la belleza y la juventud, donde Moore da vida a una estrella pasada que hace lo posible por no desaparecer en una industria implacable para las mujeres de cierta edad. En los memorables discursos que ha dado a lo largo de la carrera de premios, Moore ha resaltado los paralelismos entre la historia de Elisabeth y su propia carrera. Y por desgracia, el desenlace de esta temporada de premios no ha hecho más que subrayarlos. "Es como el argumento de 'La sustancia'", se bromea en redes ante lo ocurrido en la gala, donde una prometedora actriz de 25 años ha eclipsado a la veterana de 62.
A Moore le ha costado tanto llegar ahí y la ocasión era tan perfecta, que cuesta imaginar una situación en la que se vuelvan a alinear los astros de forma tan idónea para ella. Pero si bien se le ha escapado el final feliz y va a ser siempre una espinita clavada (para ella y para nosotros), hay algo muy bueno que puede, y debería salir de aquí: el fenómeno de 'La sustancia' y la impresionante interpretación de Moore han hecho que sea tomada por fin en serio y esperamos que, a partir de ahora, le lleguen mejores proyectos, y con ellos, nuevas oportunidades de volver a estar nominada.
Por todas las reinas del terror
Además de todo lo expuesto, hay otro factor externo por el cual el Oscar a Demi Moore por 'La sustancia' habría sido especialmente significativo en la industria. El premio haría servido también para hacer justicia (aunque sea un poco) a todas esas interpretaciones femeninas del cine de terror reciente que se quedaron sin nominación porque la Academia sigue resistiéndose a tomarse en serio el género. Trabajos tan aplaudidos y excelentes como los de Toni Collette en 'Hereditary', Mia Goth en 'Pearl' o Lupita Nyong'o en 'Nosotros', que sin embargo no pasaron el corte.
Algo ha cambiado este año y con el film de Coralie Fargeat, el body horror y el gore se han colado en la primera fila de los Oscar, donde también ha habido presencia de otro título de terror destacado del año, 'Nosferatu' (no en interpretación, aunque la de Lily-Rose Depp es también muy reivindicable). Que Moore hubiera ganado no habría compensado el menosprecio histórico al género, pero verla recoger la estatuilla por un papel como ese, en un proyecto tan orgullosamente fantástico y extravagante, habría significado mucho. 'La sustancia' solo ha ganado un Oscar, a Mejor Maquillaje y Peluquería, pero haber visto a Moore tan cerca del premio nos da la esperanza de ver a la Academia teniendo mucho más en cuenta este tipo de películas e interpretaciones en el futuro.