Roban la tarjeta de crédito de Demi Moore y se gastan 170 mil dólares

Tal fue el éxito de 'Ghost', que Demi Moore se convirtió automáticamente en la nueva actriz de moda de Hollywood. En agosto de 1991 surgió su primera polémica, la revista Vanity Fair publicó en portada una foto de la intérprete embarazada y completamente desnuda. La fotografía corrió a cargo de la reconocida Annie Leibovitz.

Fue un auténtico impacto, puesto que nadie había posado embarazada y desnuda en una portada de revista hasta el momento. Surgieron comentarios completamente opuestos. Unos calificaron a la imagen de ser "obscena y grotesca" mientras que otras voces valoraron la poderosa declaración artística de la actriz.

A día de hoy es uno de los trabajos más conocidos de Leibovitz y también es una de las portadas más recordadas de la historia. Además, creó tendencia. Un año después volvería a protagonizar la misma portada y con otra imagen que también hizo que corriesen ríos de tinta. Moore posó completamente desnuda pero con el cuerpo totalmente pintado, obra de la artista Joanne Gair. Otra portada que hizo historia.

Convertida en la actriz del momento, las portadas de Vanity Fair hicieron que el público, la crítica y los estudios olvidasen que esos años estuvo en tres fiascos de taquilla: 'El gran lío', 'Pensamientos mortales' y 'Una bruja en Nueva York'.

Pero en 1992 volvió a demostrar que era sinónimo de taquillazos con el estreno de 'Algunos hombres buenos', dirigida por Rob Reiner ('Cuando Harry encontró a Sally', 'La princesa prometida', 'Misery') y en la que compartió cartel con Tom Cruise y Jack Nicholson. El filme logró 243,2 millones de dólares y cuatro nominaciones a los premios Oscar.

En 1993 y 1994 llegarían otros éxitos en la taquilla. El primero fue 'Una proposición indecente', junto con Woody Harrelson y Robert Redford. La crítica la rechazó pero no el público, puesto que obtuvo 266,6 millones de dólares en taquilla. Después vendría 'Acoso', un thriller erótico con Michael Douglas. Demi Moore interpretaba a la femme fatale Meredith Johnson, papel destinado originalmente para Annette Bening. Otro éxito de taquilla, 214 millones de dólares, no así de crítica.

En 1995 era la actriz mejor pagada de Hollywood, era la reina absoluta de la taquilla. Sin embargo, también fue el inicio de su declive. Ese mismo año protagonizaría 'La letra escarlata', basada libremente en la novela homónima de Nathaniel Hawthorne y que dirigía Roland Joffé y co-protagonizaría Gary Oldman. Su interpretación fue duramente criticada y el filme un absoluto fracaso.

Después vendrían otros fiascos como 'Amigas para siempre' y 'Coacción al jurado'. Sin embargo, la guinda llegaría en 1996 con 'Striptease'. Por esa película, la actriz logró recibir 12,5 millones de dólares de salario, un auténtico récord para su carrera. La película logró 113 millones de dólares en taquilla pero, pese a ello, el filme fue catalogado de decepción y tachado de fracaso.

Ya en esta época su fama de diva era conocida por los ejecutivos de los estudios. De hecho, rechazó aparecer en 'Mientras dormías', que finalmente protagonizaría Sandra Bullock, porque Buena Vista se negó a satisfacer las demandas salariales de la actriz. Los medios empezaron a llamarle "Gimme Moore".

Sin embargo, Demi Moore no quiso tirar la toalla y volvió al éxito primero prestando su voz a la bella Esmeralda en la adaptación que hizo Disney de 'El jorobado de Notre Dame' en 1996. Ese mismo año, Moore protagonizaría junto con Sissy Spacek y Cher el telefilme 'Si las paredes hablasen' para la HBO, que consistía en tres relatos diferentes, en distintas épocas, que ocurren en la misma casa y que tienen el aborto como principal tema. El telefilme fue un auténtico éxito de crítica y público, logrando que la actriz fuese nominada por segunda vez al Globo de Oro.

En 1997 protagonizó 'La teniente O'Neil', una película de acción dirigida por Ridley Scott ('Gladiator') y en la que compartió protagonismo con Viggo Mortensen y Anne Bancroft. La película fue un éxito moderado de taquilla pero se supo que durante el rodaje de la cinta, la actriz había ordenado a los jefes del estudio que se fletara dos aviones para ella y su entorno. Su fama de excesivo divismo volvió a relucir. Tras ello, apareció en 'Desmontando a Harry', dirigida por Woody Allen, en la que tiene un papel de reparto.

Tras esto, la actriz optó por retirarse temporalmente, no volvería a estar en una película hasta tres años después, cuando en 2000 protagonizó 'Pasión por vivir', del belga Alain Berliner y en la que también estuvo Stellan Skarsgård. Sin embargo, su come-back fue mucho más gris de lo que esperaba, volviéndose a retirar hasta el 2003.

En 2003 su regreso al mundo de la actuación vino cargado de mucha expectación con 'Los ángeles de Charlie: Al límite'. Por un lado, se trataba de una vuelta en la que la actriz mostró a todo el mundo lo estupenda que estaba a sus 41 años interpretando a una sexy villana que parecía mucho más joven que Cameron Diaz, Lucy Liu y Drew Barrymore juntas; por otro lado, ese mismo año empezó a salir con el actor Ashton Kutcher, 15 años menor que ella. Un amor que se convirtió en el foco de atención de los medios y que provocó que su carrera quedase ensombrecida por su vida como celebrity. Se convirtió en la "cougar" de Hollywood.

Durante esta época, su rostro ocupó más las portadas de las revistas que películas, puesto que no volvió a participar en ninguna producción hasta 2006, cuando estuvo en 'En la tiniebla' y 'Bobby', ambas de moderado éxito. En esta última estuvo junto con su marido Ashton Kutcher, aunque no compartieron escenas. En 2007 protagonizaría 'Un plan brillante' y 'Mr. Brooks', sus últimas películas catalogadas como comerciales, que también tuvieron un éxito moderado.

Tras 'Mr. Brooks', Moore se enfocó en protagonizar películas de corte más independiente como 'La familia Jones', 'Happy Tears' o el fracaso de taquilla 'Bunraku'. Por esta etapa, el matrimonio entre Kutcher y Moore no andaba en sus mejores momentos. El año en que se estrenaría el primer gran éxito de Moore desde hace tiempo, la excelente 'Margin Call', la actriz anunciaba que la pareja se divorciaba, trámite que finalizó en 2013 tras arduas negociaciones legales.

Después de esto, la actriz cayó en una profunda depresión, siendo hospitalizada en una clínica de desintoxicación tras sufrir una sobredosis. Durante esta etapa, la intérprete sólo ha trabajado en tres producciones, siendo todas pequeñas y de escaso éxito, la primera fue el remake de la película francesa 'LOL (Laughing Out Loud)', después estuvo en 'Very Good Girls', junto con Elizabeth Olsen y Dakota Fanning y en 2015 en el western 'Forsaken', junto con Kiefer Sutherland y Donald Sutherland.

Pese a los baches sentimentales que sufre la actriz (además de aparecerle un muerto en la piscina de su casa), se rumorea que aún no ha superado su divorcio con Ashton Kutcher y que verle con Mila Kunis y con un segundo hijo en camino la atormenta, lo cierto es que en 2016 Moore se ha embarcado en dos proyectos y para el 2017 tiene pendiente otro. El primero es el telefilme para Lifetime 'Como reinas', en el que comparte protagonismo con actores de la talla de Shirley MacLaine, Jessica Lange, Billy Connolly, Alan Arkin y Santiago Segura, la película se estrenó el pasado 22 de agosto.

Después tiene pendiente el estreno de 'Blind', un drama romántico en el que también participa Alec Baldwin y Dylan McDermott. En 2017 estrenará 'Love Sonia', una película que hablará sobre la trata internacional de mujeres y en la que estarán también Freida Pinto y Mark Duplass.

Eso sí, Demi Moore sigue siendo mucha Demi Moore. Otro ejemplo de exceso de divismo lo ha protagonizado este año. La actriz iba a protagonizar la serie 'Ten Days in the Valley'. El proyecto será de diez episodios y lo emitirá la ABC. He ahí su momento diva, Moore decidió abandonar la ficción porque la serie ya no iba a emitirse en un canal de cable, como originalmente estaba previsto. Debido a ello, la intérprete se marchó, porque sentía que el proyecto iba a ser "menos importante". Paradójicamente, los ejecutivos de ABC mostraron absoluta satisfacción, porque han fichado a Kyra Sedgwick ('The Closer') para el papel, una actriz mucho más conocida por la audiencia seriéfila actualmente.