La renuncia o despido de cualquier director contratado para una película da mala espina, y más cuando el proyecto ya ha iniciado su producción. Pero peor sería si la cinta ya estuviera rodada. Y aunque cueste de creer, es lo que le ha ocurrido al director de 'Dredd', Pete Travis. Ha sido obligado a abandonar la película antes de sentarse en la sala de montaje, una vez acabado el rodaje.
Las causas no han salido a la luz, y Lionsgate solo ha esgrimido un escueto "diferencias creativas entre el director y los productores y ejecutivos". Un puesto que probablemente ocupe Alex Garland, productor y guionista de la cinta, que se encargaría de montar todo lo rodado, aunque no es descartable que se considere rodar nuevas escenas.
De todos modos, el remake de la cinta protagonizada por Sylvester Stallone en 1995 sigue con su calendario previsto y su estreno continúa fijado en Estados Unidos para el 21 de septiembre de 2012. Karl Urban sustituye a Stallone en una nueva versión que cuenta con Lena Headey y Olivia Thirlby completando el reparto.
Lo que se conoce como un 'Alan Smithee'
Esta situación, aunque bastante infrecuente, ya se ha dado en alguna otra ocasión con películas de menor repercusión y se conoce en el gremio como un Alan Smithee. Se trata del apelativo con el que se acredita en una cinta al director que ha rodado todo el metraje pero no está contento con el resultado final tras la sala de montaje.
Secuelas como 'Los pájaros 2' o 'Hellraiser IV' pueden presumir, o más bien lamentarse, de estar acreditadas por este genio del cine moderno, así como las ediciones para TV de películas de mayor entidad como 'Dune', 'Heat', 'Esencia de mujer' o 'Showgirls'.