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VISITA AL RODAJE

Detrás de las cámaras de 'Un monstruo viene a verme' de Juan Antonio Bayona

Visitamos el set de rodaje situado en Terrassa y hablamos con el director y sus protagonistas, Sigourney Weaver y Felicity Jones. 'Un monstruo viene a verme' se estrenará en 2016.

Por Jesús Agudo Más 1 de Diciembre 2014 | 09:35
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Llueve en Terrassa. Es uno de esos días grises que tanto recuerdan a un día normal en Reino Unido. Perfecto para meternos en situación antes de entrar en el set donde Juan Antonio Bayona rueda su próxima película, 'Un monstruo viene a verme'. Una historia en la que ahonda un poco más en la relación entre madres e hijos, mezclando en esta ocasión fantasía y realidad con un aire muy gótico. Y lo hace, de nuevo, sin reparar en gastos.

Ghislain Barrois, Felicity Jones, Juan Antonio Bayona, Lewis MacDougall, Sigourney Weaver y Paolo Vasile en el rodaje de 'Un monstruo viene a verme'

El director, que ya ha tocado el éxito en dos ocasiones con 'El orfanato' y 'Lo imposible', vuelve a contar con Telecinco Cinema como uno de sus principales apoyos a la hora de conseguir que la novela de Patrick Ness cobre vida en una pantalla grande con todos los lujos. "Pienso que era justo que Bayona contara la tercera historia de la relación entre una madre y un hijo", explica Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, a los periodistas que tuvimos la oportunidad de colarnos entre bambalinas de este nuevo proyecto para los cines. Vasile, que afirma tener "un afecto más allá de lo profesional" por Bayona, explicaba que él le había sugerido cerrar esta "trilogía" con una historia sobre la Virgen María y Jesucristo, pero el director le mostró 'Un monstruo viene a verme', una historia que mantenía ese análisis en profundidad de este vínculo especial entre una madre y su hijo, a pesar de que no tiene una especial fijación por este tema: "Las historias te tocan y las cuentas", explica Bayona, que cree que son las historias universales, las que van más allá de uno mismo, las que un cineasta intenta plasmar en una película.

'Un monstruo viene a verme' se centra en un niño llamado Conor, un chaval que no ha podido tener la infancia de un niño normal porque su madre tiene cáncer. Por si este punto de partida no fuera suficiente, Conor comienza a tener una serie de pesadillas en las que el árbol de su jardín despierta todos los días a las doce y siete minutos de la noche y se convierte en un monstruo, que le ofrece un misterioso trato: el monstruo le contará tres historias, pero a cambio él tendrá que contarle una cuarta al final. Se trata de una historia muy especial, iniciada por Siobhan Dowd pero concluida por Patrick Ness, ella no pudo al morir de cáncer a los 47 años. Para Juan Antonio Bayona la película no tiene tintes autobiográficos, pero afirma que esas historias acaban acercándose a la realidad del que las cuenta.

Bayona considera esta película como "un punto intermedio entre la historia real de 'Lo imposible' y el mundo de género que estaba muy presente en 'El orfanato'". Con la primera coincide en un detalle: ambos guiones salieron de la famosa "Black List" de guiones de Hollywood, votadas por los productores como las mejores historias de difícil realización. ¿Por qué nadie se atrevía a dar el paso? Con 'Lo imposible' puede parecer claro, mucho podía salir mal en una historia real sobre una catástrofe de esas características, y con un reto técnico de tal magnitud. El director se tiró a la piscina, figurada y literalmente, y no le pudo ir mejor. 'Un monstruo viene a verme' parecía tenerlo más fácil, la fantasía está de moda, pero no utiliza esa narrativa con el entretenimiento puro y duro como fin, como puede ser el caso de las películas de superhéroes. "Este tipo de películas son muy difíciles de producir dentro de un sistema americano que es cada vez más conservador", explica Bayona, que considera a la industria europea como la salvación de estos proyectos más arriesgados, que no tienen personajes famosos o franquicias detrás, pero que cuentan con la posibilidad de cautivar a todo tipo de espectadores.

Juan Antonio Bayona y Lewis MacDougall en el rodaje de 'Un monstruo viene a verme'
A pesar del posible atractivo inicial, 'Un monstruo viene a verme' no es una película fácil. Paolo Vasile describe a Bayona como uno de esos directores valientes que se atreven con historias que no son "cosa fácil", pero aprovecha para remarcar que esos cineastas requieren de productores valientes detrás. El director tiene la suerte de haber contado, casi desde sus inicios con Telecinco Cinema y con Belén Atienza, de Apaches Entertainment, como dos de sus mayores apoyos en su carrera. "Si hay reglas en el cine, las incumplimos todas con 'El orfanato'", explica entre risas el empresario. Atienza, por su parte, afirma que 'Un monstruo viene a verme' es un proyecto "muy natural" para Juan Antonio Bayona, y una vez leída la novela se puede afirmar que cuesta pensar en un director más idóneo para el trabajo. Explica que el cineasta logra encontrar la fantasía en escenas en las que no la hay, solo con su manera de rodar. Sumado a las posibilidades de presupuesto que supone tener a un gigante como Mediaset detrás, podemos estar también tranquilos en lo que a parte técnica se refiere.

Reino Unido en Terrassa

Como muestra, los dos sets que hemos podido visitar en nuestra visita a Terrassa. Uno pertenece a la casa de Conor y su madre, interpretados por un novato Lewis MacDougall y por Felicity Jones. A la casa, británica por los cuatro costados, no le falta detalle. Desde la publicidad de una cadena de supermercados ingleses en el hall a los juguetes de Conor desperdigados por toda la casa. Es vieja, se nota que es de alquiler, pero también cuenta con los detalles vida y alegría que le darían una madre joven y su hijo de doce años. La más especial es la habitación de Conor, llena de sus dibujos -algunos hechos por el propio Bayona, también desde pequeño obsesionado con dibujar-, con los que también escapa de su realidad. Un caos organizado en el que se nota la vida a pesar de las circunstancias. Casi todo lo contrario es la casa de la abuela, interpretada por Sigourney Weaver. También típica victoriana con papeles de pared tirando a feos y moqueta en todas las habitaciones, el personaje de la actriz parece vivir anclada en el pasado, con una televisión de tubo y un ordenador de hace años llamando mucho la atención en el salón. Todo parece demasiado viejo en la casa, de una proporción algo mayor que la anterior para que, visualmente, Conor se haga más pequeño al sentirse fuera de su elemento, como nos explicaba el diseñador de producción, Eugenio Caballero. También nos explica que la construcción está plagada de líneas rectas, que dan un aire de hostilidad, para dejarnos claro que Conor no quiere estar ahí. El set está pensado para ser lo más versátil posible, y nos lo muestran retirando en segundos la escalera del pasillo que lleva al segundo piso. También nos explican que las ventanas cuentan con un sistema para que emule el agua de lluvia y toda la iluminación puede controlarse con un smartphone. Otra habitación está completamente destrozada, se han salvado unos pocos huevos de Fabergé -tan típicos para una mujer británica entrada en años-, pero tendremos que esperar al estreno de la película para saber qué ha ocurrido ahí. Aunque podemos imaginar que fue una de las habitaciones más divertidas de preparar. A nosotros nos sorprende la profunda voz de Liam Neeson, que retumba en las paredes en un diálogo entre Conor y el monstruo. Consigue su efecto espeluznante, una gran elección de casting la del actor, que estará esconcido detrás del motion capture.

El director ha conseguido traer a su tierra su último proyecto, cuando llevamos mucho tiempo escuchando que rodar en España proyectos de esta magnitud es cada vez más complicado por las pocas exenciones fiscales que hay y las trabas del Gobierno. "De partida siempre intento rodar aquí porque no suele haber muchas oportunidades de hacer grandes producciones en este país, que son necesarias para el desarrollo de la industria", explica Bayona, "en el momento en el que pueda traerme una película grande, lo haré". Admite que sabe que lleva "dando mucho la lata" con la importancia de las desgravaciones fiscales para los rodajes: "Son buenas, no solo para la industria del cine sino para todo el país, estamos dejando escapar muchos puestos de trabajo y mucho dinero vendría al país si las cosas fueran un poco diferentes". Ya no solo por los directamente implicados en el rodaje, desde los constructores de los sets hasta los proveedores son empresas locales. En 'Un monstruo viene a verme' trabajan más de cien personas, prácticamente todas españolas, y muchas de ellas llevan con Bayona desde 'El Orfanato'. Sandra Hermida, productora ejecutiva de la película, destaca que películas como las de Bayona son además un trampolín muy bueno para que los profesionales reciban ofertas de todo el mundo después: "Hay un nivel altísimo que es indiscutible, somos súper competitivos, hay mucho talento", comenta y comenta que tanto ellos como los productores tenían mucha voluntad de situar el rodaje en España porque "es muy duro ver el éxodo de producciones a otros países, queríamos trabajar con nuestra gente". "Es una pena que no se vea el cine como una industria", añade Ghislain Barrois, consejero delegado de Telecinco Cinema. Para Bayona, no es un secreto que la base del cine es la inversión y la educación. Es inevitable recordar el caso de la Ciudad de la Luz, donde Bayona rodó parte de 'Lo imposible' y que ahora está cerrado. "Es una pena. He visitado platós por todo el mundo y (los de Alicante) eran equiparables a platós de estudio norteamericanos", explica Sandra Hermida, que lo consideraba el mejor plató de toda Europa, y habría sido una opción para esta película de seguir operativo.

Un monstruo viene a verme
La mayor parte del rodaje en España, que durará unas doce semanas, tiene lugar en interiores, mientras que en las tres semanas que pasaron en Manchester rodaron los exteriores. El equipo de la película no se libró de la ley de Murphy, y durante esos días tuvieron que hacer frente a un huracán que cruzó la zona. A pesar de ello, como explicaba Sandra Hermida, una segunda unidad luchó contra los elementos para aprovechar las inclemencias y rodar algunas escenas. Además de Manchester y Terrassa, Liam Neeson, que interpreta al monstruo, rodó sus escenas con captura de movimiento en Oxford durante dos semanas. Para la ocasión han utilizado lo último en CGI para convertir a Neeson en un gigante de doce metros. Vuelven a colaborar con El Ranchito, empresa que se ha encargado de los efectos especiales de 'Ágora', 'Lo imposible' o 'Relatos salvajes', además de algunas empresas británicas. Pero Bayona no quiere abandonar las técnicas más clásicas, y utiliza modelos reales siempre que puede, de ahí que el rodaje esté salpicado por un pie de ramas gigante o por la cabeza del monstruo a tamaño real. "Para mí, la parte técnica tan compleja es la parte divertida", afirma el director, que volverá a reunirse con Liam Neeson para rodar unas cuantas tomas más, una vez la acción real esté terminada, para poder unir a la perfección el "motion capture" y las imágenes reales.

La primera "abuela" de Sigourney Weaver

Por desgracia, no contamos con la presencia del actor en el rodaje, pero sí de un mito del cine como es Sigourney Weaver y de una promesa como Felicity Jones, que suena muy fuerte para los Oscar de este año gracias a 'La teoría del todo'; ambas se han declarado fans del trabajo previo de Bayona. Weaver se muestra muy modesta, vestida con camiseta y pantalón negros, y afirma no sentirse una musa. Sin embargo, agradece que a Juan Antonio Bayona le gustara tanto 'Alien' como para que pensara en ella para interpretar a la abuela de Conor. A ojos de su nieto, ella es la mala de la película, simplemente por representar la realidad de la que tanto quiere huir: "La actriz que interpreta a la abuela de Conor tiene que estar dispuesta a ser la bruja del cuento, a pesar de que una de las cosas que descubres en la historia es que no lo es. Tienes que estar dispuesta a ser la bruja mala en esencia, no es la típica abuela adorable, es bastante dura", comenta Weaver de su personaje, su primera abuela, aunque sea bastante joven y siempre se remita a la descripción que hace su nieto en la ficción de ella, diciendo que no es la típica abuela. Es un personaje que supuso un reto: "No es malvada, es muy controladora. Como madre se me ha acusado de eso y sé, por lo tanto, que la abuela siempre tiene razón. Es un reto interpretar a personajes que no son amables y encontrar la humanidad en ellos". El director de 'Un monstruo viene a verme' explica que la película se centra mucho en la enseñanza de que no todo en la vida es blanco o negro, y el personaje de la abuela es un claro ejemplo de ello. Considera a su personaje una heroína por enfrentarse a una situación tan difícil como es la enfermedad de su hija, y Sigourney Weaver sabe mucho de heroínas.

Felicity Jones encarna a la madre de Conor, una paciente de cáncer, y por eso explica que sintió "una enorme responsabilidad de saber lo que es esa enfermedad de forma íntima". La actriz comenta que decidió entender también la enfermedad de forma técnica, entrevistando a oncólogos en Londres y Manchester para conocer el cáncer en profundidad. También habló con enfermos de cáncer. Pero la propia Jones explica que "esta película no trata sobre el cáncer, sino sobre las relaciones humanas". Por otro lado tenemos a Lewis MacDougall, seleccionado en un casting exhaustivo por el que pasaron mil niños y que acabó siendo reducido a cinco candidatos, pero MacDougall acabó casando mejor con la idea de Conor que tenían en la cabeza. Experto en trabajar con niños, aunque afirma que son tan diferentes entre sí como los actores adultos, Bayona considera que "se tiran a la piscina contigo y no te cuestionan". Aunque muchos dirán que son más un lastre, el catalán lo tiene claro: "Yo disfruto mucho trabajando con niños, no siento ese peso que decía Hitchcock". Entrará por la puerta grande ya que la película está contada desde su punto de vista y, por eso, aparece en todas las escenas. "El mundo de los adultos es un mundo fraccionado que se entrevé sin acabar de entenderse, ahí tienes el reto de contar la realidad sin explicarla porque el niño no la comprende", explica Bayona, que contó con la aprobación total del autor del libro.

Juan Antonio Bayona

Fantasía y realidad

Tanto Weaver como Jones coinciden en señalar a Bayona como uno de los cineastas más especiales del panorama actual. "Leo muchos guiones, pero tengo que decir que nadie está hace películas como esta, sobre madres, hijos o familias", comenta Sigourney Weaver, y Felicity Jones añade: "Es uno de esos directores con los que sueñas trabajar, cuenta historias tan honestas sobre relaciones contadas de maneras tan complejas, entendiéndolas". Bayona comenta que, para los actores de Hollywood, "igual que nosotros estamos deseando trabajar con ellos, para ellos es un sueño poder participar en proyectos que se salen un poco de lo que es una grandísima producción o una pequeñísima, allí no hay un término medio". Para él, tener la libertad de un rodaje europeo con productoras como Apaches o Telecinco Cinema es también un lujo por la visibilidad que dan a las películas, y que considera muy necesaria para las cintas españolas. Desde Telecinco Cinema, como explica Guislain Barrois, están encantados de apoyar una historia fantástica que se sale de la tónica actual: "El público también pide estas historias, muchos están hartos de ver a superhéroes con mallas súper apretadas y cascos, corriendo como locos salvando el mundo. Quieren historias nuestras, las que pueden sentir suyas, y 'Un monstruo viene a verme' lo es. Ya sea en China o Europa, todo el mundo puede sentirse identificado con la historia. Es una oportunidad para nosotros, para los productores europeos". Belén Atienza añade: "Con la saturación de superproducciones de fantasía creo que hasta la palabra se ha devaluado, hay un hartazgo por ver carcasas vacías. La fantasía, precisamente, sirve para explicar cosas más profundas, no solo por el divertimento, es un vehículo para contar cosas muy profundas y muy humanas". El director quiere dejar claro que la fantasía en 'Un monstruo viene a verme' no es un recurso para hacer la película más atractiva ni un reclamo, y explica que el mismo cine "es un estado de vigilia entre la realidad y la ficción", y afirma: "La fantasía me interesa como centro del discurso y no para hacer más bonito el tráiler". Paolo Vasile concluye que lo más bonito del cine es que cada uno ve las películas de forma diferente: "El momento en el que termina la película es cuando cada uno de nosotros la ve. Y cuando el cine consigue sacar un sentimiento, surgen millones de películas diferentes".

'Un monstruo viene a verme' se estrenará en nuestro país en otoño de 2016 con Universal Pictures como distribuidora, y llegará a Estados Unidos de la mano de Focus Features. Mientras tanto, esperaremos a las doce y siete de la noche, por si acaso aparece un monstruo en nuestra ventana. Por lo que hemos visto, merecerá la pena la espera.