No es noticia el hecho de que existe una brecha salarial entre las actrices y los actores de Hollywood. Muchas de las mujeres de la gran pantalla ya han expresado su descontento con el asunto en varias ocasiones. Todos recordamos el apasionado discurso de Patricia Arquette tras haber ganado el Oscar a mejor actriz de reparto en 2015 y también las declaraciones de Jennifer Lawrence explicando cómo se enteró de que cobraba menos que sus compañeros de 'La gran estafa americana'. Recientemente en el festival de Cannes, la actriz Diane Kruger ha dado su punto de vista sobre el asunto.
A la actriz se le conoce por películas como 'Troya', 'Malditos bastardos' y 'Sin identidad' pero ha construido su carrera de interpretación mayoritariamente en la industria del cine francés y también en el alemán. Este año su última película 'In the Fade' (Aus dem Nichts) compite en Cannes. En una entrevista con Variety, la actriz ha hablado de su trabajo con diversos directores y sobre todo del pago desigual entre mujeres y hombres que existe en la industria.
La actriz comenzó elogiando a sus compañeras Jennifer Lawrence y Jessica Chastain por tener el valor de quejarse de la brecha salarial en Hollywood: "He vivido la experiencia, si doy mi opinión sin endulzar todo para que no sea demasiado tajante, la gente piensa que soy arisca o que soy desagradable, y a hombres en la misma situación se les trataría como grandes artistas que tienen pasión por su trabajo". Por muy difícil que sea, Diane Kruger anima a todas las mujeres a demandar un salario igual: "En Estados Unidos nunca me han pagado tanto como a un compañero, en Francia sí".
Además la actriz también habló de las diferencias de trabajar con mujeres directoras y con hombres directores: "Creo que es un punto de vista diferente, especialmente para los personajes femeninos. En películas dirigidas por mujeres quizás son más tridimensionales". Además añadió que los papeles femeninos en el cine francés están más desarrollados que en Estados Unidos porque la industria no está centrada en ser una gran producción que arrase en taquilla.
Su experiencia con Tarantino
En la entrevista con Variety también contó cómo consiguió el papel de Bridget von Hammmersmark en 'Malditos bastardos'. Describe a Tarantino como un visionario pero admite que ella no era su primera elección ya que el director no se creía que Kruger fuera alemana: "Él no quería darme una audición, tenía a otra persona en mente para el papel (...). Tuve que volar hasta Alemania justo cundo se estaba terminando el casting y ya había visto a todo el mundo antes que a mí. Tuve que aprenderme 30 páginas de diálogo en alemán y en inglés así que fue muy estresante como poco. Sin sonar muy prepotente, yo sabía que si me daba la oportunidad me cogería a mí, porque lo sentí leyendo el guión (...). Me llamó a los dos días y me dijo si quería comer schnitzel y le dije que sí. Y los dos nos comimos un schnitzel enorme y me dijo que si podía comerme todo eso estaba claro que era Bridget von Hammersmark".
8 actores y actrices cuyas carreras renacieron gracias a Quentin Tarantino
Daryl Hannah
Daryl Hannah fue una de las actrices más prominentes de los 80, gracias a películas como 'Blade Runner', 'Wall Street' o 'Un, dos, tres... Splash'. Su éxito comercial se desvaneció en los 90, con papeles en cintas en su mayor parte olvidables y fracasos de taquilla. Fue Tarantino quien se encargó de reivindicar a Hannah como la estrella que debía seguir siendo, contratándola para interpretar a la temible Elle Driver en 'Kill Bill', donde su escena como enfermera letal silbando es una de las más icónicas del film. Después de 'Kill Bill', Hannah no ha logrado regresar del todo al mainstream, pero ha participado en numerosas películas y series, de las cuales la más destacable sería 'Sense8'.
Pam Grier
En la década de los 70, Pam Grier se convirtió en la reina del Blaxploitation, movimiento cinematográfico protagonizado por la comunidad negra que surgía como exitoso subgénero del cine de explotación. El final de los 70 conllevó también el final de la carrera de Grier, que hasta entonces había encabezado el cartel de numerosas cintas. En 1997, Tarantino la llamó para protagonizar 'Jackie Brown', la comedia negra con la que realizaba su particular homenaje al Blaxploitation y la actriz. Grier logró una nominación al Globo de Oro por su interpretación, y su carrera experimentó un renacimiento. Desde entonces la hemos podido ver en películas como 'Holy Smoke', 'Fantasmas de Marte', o en un papel fijo de la serie 'The L Word'. Aunque sigue trabajando, actualmente la carrera de Grier vuelve a estar de capa caída.
Harvey Keitel
Harvey Keitel fue una de las estrellas más destacadas de los 70, gracias a su participación en películas de grandes directores como Robert Altman, Ridley Scott o Martin Scorsese (con este último trabajó tres veces en esa década y una más a finales de la siguiente). Con la llegada de los 80, la trayectoria de Keitel experimentó un descenso considerable, relegándolo sobre todo a películas olvidables y TV movies. En 1992, Quentin Tarantino le dio el papel con el que su carrera volvería a lo más alto, el del Sr. Blanco en 'Reservoir Dogs'. Más tarde volvió a trabajar con Tarantino en 'Pulp Fiction' y apareció en películas destacadas de los 90 como 'El piano', 'Abierto hasta el amanecer' o 'Copland'. Con la llegada del nuevo siglo, el actor ha desarrollado una etapa profesional muy prolífica, con títulos como 'El dragón rojo', 'La búsqueda (National Treasure)', 'Moonrise Kingdom' o 'La juventud'.
Kurt Russell
Al igual que muchas otras estrellas que triunfaron hace dos o tres décadas, Kurt Russell vio cómo su fama disminuía con el tiempo, después de una fulgurante carrera durante los 80 y principios de los 90. 'La cosa', '1997: Rescate en Nueva York', 'Golpe en la pequeña China', 'Tango y Cash', 'Stargate: puerta a las estrellas'... Su lista de éxitos es larga, hasta que llega el 2000, y a excepción de un puñado pequeño de títulos, no se deja ver mucho en el cine.
En 2007, Tarantino lo fichó para protagonizar 'Death Proof', una de las dos películas que conformaban el díptico de 'Grindhouse'. En ella, Russell daba vida a un conductor homicida que acechaba a un grupo de chicas. Su interpretación en esta película fue suficiente para que el actor recuperase el favor del público, que lo elevaba de nuevo a la categoría de icono. A partir de ahí, Russell ha destacado en películas como 'Fast & Furious 7', 'Bone Tomahawk' y sobre todo 'Los odiosos ocho', también de Tarantino, donde realiza la que es una de sus mejores interpretaciones hasta la fecha. A sus más de 60 años, Russell está viviendo un resurgir glorioso, que le ha llevado a fichar por Marvel, donde interpreta un papel clave en 'Guardianes de la Galaxia Vol. 2'.
Zoë Bell
Más que "resucitar", en el caso de Zoë Bell deberíamos decir que Tarantino relanzó o redefinió su carrera. Hasta entonces, Bell había sido una solicitada especialista de escenas de riesgo. La neozelandesa fue la doble de Lucy Lawless en 'Xena: la princesa guerrera' hasta que se marchó a Hollywood, donde Tarantino la contrató como doble de Uma Thurman en 'Kill Bill'. El director quedó tan impresionado que le dio uno de los papeles protagonistas en 'Death Proof', donde su escena de riesgo sobre el capó de un Dodge Challenger del 70 dejó impresionados a todos. Desde entonces, Bell ha seguido compaginando su carrera como especialista con la interpretativa, con papeles "dando la cara" en 'Gamer', 'Roller Girls', la serie 'Perdidos' o cameos en los siguientes films de Tarantino.
David Carradine
David Carradine vivió una época de fama y esplendor profesional en los 70 gracias sobre todo a la serie 'Kung Fu' y a numerosas cintas de acción de bajo presupuesto. En las dos décadas siguientes, el actor continuó muy activo en el cine y la televisión, incluyendo dos TV movies y una nueva serie de 'Kung Fu', pero su popularidad descendió. Como buen fan de las viejas glorias de los 70, Tarantino sacó a Carradine de la sombra para dar vida nada más y nada menos que al Bill de las dos partes de 'Kill Bill', su papel más destacado más allá de Kwai Chang Caine. Carradine aprovechó la fama que Tarantino le devolvió para participar en numerosas películas de acción como 'Crank: Alto voltaje' (las demás casi todas desconocidas, todo hay que decirlo) hasta su muerte en 2009.
Don Johnson
Don Johnson es otra de esas grandes estrellas de los 80 que cayó en el olvido con el paso de los años. Su participación en la exitosa serie 'Corrupción en Miami' lo convirtió en un icono de la década, pero su fama no aguantó en los 90. Tarantino lo incluyó en el reparto de 'Django desencadenado', donde interpretó a Big Daddy Bennett. Desde entonces, Johnson ha encontrado una segunda vida profesional en el cine indie ('Frío en julio', 'Alex in Venice') y con un papel recurrente en la serie 'Abierto hasta el amanecer' entre otros títulos.
Jennifer Jason Leigh
Fue uno de los rostros más conocidos de Hollywood en los 80 y los 90, fue nominada al Globo de Oro entre otros premios, trabajó con Robert Altman, Ron Howard o los hermanos Coen, y de repente fue relegada a segundo plano. Jennifer Jason Leigh se pasó la primera década de los 2000 en papeles secundarios sin demasiada repercusión (probó suerte en televisión con personajes recurrentes en las series 'Weeds' y 'Revenge'), hasta que en 2012 Tarantino le regaló uno de esos papeles que llegan una vez en la vida, el de la desequilibrada Daisy Domergue en 'Los odiosos ocho'. Su desquiciada interpretación en este film le valió su primera nominación al Oscar cuando ya nadie daba un duro por ella. Pronto la veremos en el revival de 'Twin Peaks'.