En plena guerra de plataformas de streaming y con la inminente llegada de Disney+ en el horizonte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha querido incluir un factor más a la compleja ecuación. Y es que, si bien es cierto que el Partido Popular nunca se ha mostrado favorable a los servicios de televisión pública, Ayuso ha llevado esta particular cruzada un paso más allá.
En una entrevista concedida al canal 24 horas de TVE, la política ha arremetido contra Telemadrid subrayando que "ya no es un servicio público esencial". Unas polémicas declaraciones que trató de argumentar interpretando que "no todos los medios de comunicación son imprescindibles. Ahora hay una enorme fragmentación de la oferta televisiva. Tenemos HBO, Netflix...".
Uno de los principales puntos que Ayuso ha querido subrayar ha sido el coste económico de la entidad, comprometiéndose a "procurar los mejores servicios públicos con los menores impuestos, teniendo en cuenta que una televisión como Telemadrid son 80 millones (de euros) al año y lo sufragan los ciudadanos". De hecho, la presidenta no descarta el cierre de la cadena en caso de que no consiga reunir una cuota de audiencia que "justifique los cuentas".
Telemadrid responde
Las reacciones no se hicieron esperar y, durante la emisión del programa Madrid Directo, la presentadora Inmaculada Galván se defendió sin pelos en la lengua: "Hoy comienza la nueva temporada de los informativos aquí en esta casa, Telemadrid, con alguna cara que van a conocer y con el afán de servicio público para todos ustedes. Porque sí, Telemadrid es servicio público".
Además, el propio canal emitió una nueva promo que rezaba el siguiente mensaje: "Esenciales para informarte, sin filtros interesados, 100% servicio público. Una ventana para representar a todos los madrileños desde la profesionalidad. La información en Telemadrid... Estamos para ti".
Telemadrid lleva en antena desde hace tres décadas y poco a poco está volviendo a consolidarse tras la reciente crisis sufrida hace unos años. Ante esta situación, el ataque de Ayuso supone un imprevisto varapalo que pone aún más en el punto de mira a un ente que en las últimas semanas estaba siendo criticado por actuar como medio de propaganda, precisamente, del PP.