¿Una canción puede salvar una película del desastre? Vale, quitamos signos de interrogación y sumamos un elemento clave: Una canción puede salvar una película del desastre, al menos durante unos minutos. Puede que en tu posición de espectador no hayas conseguido entrar en la historia, conectar con sus personajes, introducirte en su trama y dejarte llevar por ella, pero si aparece una de las melodías de tu vida de repente, todo estalla en mil pedazos. La memoria se activa al instante, la emoción se desborda y te puedes encontrar moviendo los pies de manera descontrolada debajo de la butaca o comprobando como las lágrimas hacen acto de presencia de la manera más inesperada.
Por supuesto, también ocurre con canciones desconocidas que llegan para quedarse. No importa tanto el efecto nostálgico, que también, sino el alcance emocional que tiene la música en cada uno de nosotros. Podemos borrar una película de nuestra mente pero, si de repente aparece ese estribillo que elevaba una de sus escenas hasta el infinito, la recordamos como si fuera una de las experiencias más intensas que hemos vivido en un cine. Y una de las más maravillosas. La música y el cine siempre se han llevado bien, se han necesitado, se han cuidado, se han entendido a la perfección. Nosotros hemos sido simplemente un conjunto testigos afortunados. Bendita suerte la nuestra.
En este especial, repasamos diez de las canciones que han marcado de manera evidente lo que llevamos de siglo cinematográfico. Las hemos cantado. Las hemos memorizado. Las hemos llorado y reído sin descanso. Funcionan porque tienen un efecto directo en el conjunto, un papel esencial dentro de la historia, un golpe en el estómago por encima de la mirada, nunca por debajo. Son canciones inmensas, divertidas y dramáticas, épicas y austeras, vibrantes e imprescindibles. Empezamos a tararear ya.
Canciones de cine que han marcado lo que llevamos de siglo
'Frozen: El reino del hielo': 'Let It Go'
Estamos hablando de las canciones de cine que han marcado este siglo. ¿Existía una mínima posibilidad de que no apareciera 'Let It Go'? No. Ninguna. Cero. Todos hemos escuchado la mejor y más famosa canción de la banda sonora de 'Frozen: El reino del hielo', un Disney sobresaliente, en el cine, en la calle, en los parques, en los bares... Ni en sus mejores momentos había conseguido el estudio un éxito de estos niveles.
Y lo cierto es que, pese al cansancio que ha terminado provocando para muchos oídos, estamos ante una canción pop perfecta en su épica controlada y con uno de esos estribillos por encima del sobresaliente. Incontestable.
'Skyfall': 'Skyfall'
La saga protagonizada por Bond, James Bond, siempre ha sido un espectáculo melódico de primer nivel. No importaba que la entrega en cuestión no pasara de ser un mero entretenimiento sin mayor historia, podías contar con unos títulos de crédito iniciales que merecerían el precio de una entrada. En este sentido, las canciones que presentaban cada película de 007 habían perdido cierto impacto en los últimos años, rozando la autoparodia en cada nota y cayendo en demasiados lugares comunes.
Hasta que llegó Adele, la gran estrella femenina de la música pop contemporánea, y reventó cualquier tipo de expectativa con 'Skyfall'. Aquí estaba todo. Las melodías del Bond clásico, la solemnidad del Bond contemporáneo y la grandeza del mejor Bond. Un clásico instantáneo.
'Moulin Rouge': 'Lady Marmalade'
millón de discos solamente en Estados Unidos y que consiguió que, incluso aquellos que nunca comulgaron con el género soul y disco, terminaran rendidos al poder de una melodía imbatible. En 2001, la versión del tema interpretada a cuatro voces por Christina Aguilera, Lil Kim, Mýa y Pink, presente en la espectacular banda sonora que coronaba 'Moulin Rouge' como la obra maestra que es, consiguió estar cinco semanas en el número 1 de las listas estadounidenses, se mantuvo en el top 40 durante diecisiete semanas, y repitió medalla de oro en quince países diferentes. La demostración más evidente de grandeza de una canción incapaz de envejecer a pesar de las décadas.
'La La Land': 'City of Stars'
Recibamos con honores a la última ganadora del Oscar a Mejor Canción Original, una 'City of stars' que, al igual que la película a la que representa, ya es historia del cine. Además, con letras de oro y menos polémicas y sobres equivocados. Triple mérito. 'La ciudad de las estrellas: La La Land' está repleta de enormes melodías, clásicas y contemporáneas al mismo tiempo, conmovedoras en su sencillez, arrebatadoras en su encanto.
Sin embargo, entre emocionantes audiciones, inolvidables bailes por el firmamento y El Mejor Atasco De La Historia, 'City of stars' terminaba proclamándose triunfadora gracias a una melodía imbatible y a un juego de voces firmado por Ryan Gosling y Emma Stone que era química en estado puro. Resumiendo, una canción perfecta.
'El bar Coyote': 'Can't Fight the Moonlight'
Hablemos de placeres culpables, si es que ese término ha tenido sentido alguna vez. En la banda sonora de 'El bar Coyote', LeAnn Rimes incluyó cuatro canciones pero, seamos sinceros, ¿alguien recuerda otra que no sea 'Can't Fight the Moonlight'? Respuesta rápida: No. Y con toda la razón. Hablamos de una canción que condensa en sus tres minutos y medio la mayoría de virtudes y defectos que podíamos encontrar en el pop comercial de aquella etapa en la que el género estaba comandado por Britney Spears y Christina Aguilera.
Pero Rimes, que pertenecía claramente a la segunda división, consiguió un éxito a la altura de las citadas reinas con este tema que se instala automáticamente en la cabeza. A día de hoy, al igual que la película que representa, sigue funcionando a las mil maravillas.
'Once (Una vez)': 'Falling Slowly'
Imposible olvidar ese momento en el que The Swell Season, es decir, Glen Hansard y Markéta Irglová, lograban un más que merecidos Oscar por esta joya absoluta llamada 'Falling Slowly'. Su rostro, de sorpresa absoluta, ponía el broche de oro al camino que esta canción delicada, emocionante hasta la lágrima, llevaba recorriendo desde el estreno de la maravillosa 'Once (Una vez)', una propuesta pequeña y humilde que se hizo grande, inmensa, a base de corazón. Igual que su canción central. Una recompensa a la altura.
'8 millas': 'Lose Yourself'
Si hablábamos antes del significado que se esconde detrás de los rostros de las personas que acaban de ganar un Oscar, no es menos interesantes observar los gestos de aquellas que entregan la estatuilla. Especialmente si el nombre que aparece dentro del sobre escapa a cualquier pronóstico. El mejor ejemplo de esta situación lo encontramos en el mismo instante en el que la gran Barbra Streisand leyó Eminem en la ceremonia de 2003.
El rapero no estaba en la gala, pero no es complicado imaginar una expresión similar por su parte. Y eso que 'Lose yourself', una de las grandes canciones de su carrera, llegaba precedida de un éxito brutal en todo el mundo, pistas que no siempre indican victoria segura pero que aumentan de manera considerable las opciones. En cualquier caso, ni la Academia pudo resistirse a esta tremenda combinación de rap y rock que, aún hoy, sigue siendo la canción de este género más escuchada de todos los tiempos. Y con razón.
'Slumdog millionaire' - 'Jai Ho'
Uno de los elementos más destacados dentro de la fiebre oriental que sufrió Hollywood durante 2008 por culpa de 'Slumdog Millionaire' lo encontramos en su tema principal, 'Jai Ho'. Ganadora del Oscar a la Mejor Canción Original, una de las ocho estatuillas que de manera incomprensible ganó la película, esta composición sacada directamente de Bollywood terminó convertida en éxito planetario por obra y gracia del pop más facilón. Y eso que la escena en la que sonaba era una de las más torpes y gratuitas de la cinta. Escuchar para creer.
'Diarios de motocicleta': 'Al otro lado del río'
Jorge Drexler, uno de los grandes compositores en lengua castellana de los últimos años, auténtico maestro en el siempre difícil arte de encontrar el lugar exacto a cada palabra, se convirtió automáticamente en leyenda gracias a 'Al otro lado del río'. Para ser sinceros, la canción en sí no fue la gran culpable de este logro, pese a ser un tema repleto de virtudes y con el sello inconfundible de su autor, sino el Oscar que recibió por parte de una Academia que prefirió contar en la gala correspondiente con la interpretación terrible de Antonio Banderas y Carlos Santana antes que con la de su compositor oficial.
Una situación injusta y absolutamente injustificable que Drexler solucionó de la mejor manera posible. Ganando, subiendo al escenario e interpretando una de las estrofas con esa voz maravillosa. Un momento inolvidable. El triunfo de la humildad en medio del desconcierto.
'Casi famosos': 'Tiny Dancer'
La idea inicial de este especial era citar diez canciones escritas directamente para una película, pero nos vais a permitir la licencia de incluir 'Tiny Dancer', la obra maestra compuesta por un Elton John en la cima de sus posibilidades e incluida en su imprescindible disco 'Honky Château', publicado en 1972.
Cuando sus primeras notas comienzan a sonar en ese autobús repleto de ilusiones y promesas rotas en el que viajan los protagonistas de la estupenda 'Casi famosos', el espectador queda hipnotizado completamente, conectando directamente con esos personajes y deseando estar allí con ellos, dejándose la voz en cada estrofa. Una canción eterna que convirtió a una escena en algo más, en algo inolvidable.