Evitando comparaciones, no ya con su etapa (más) gloriosa, sino con sus últimas películas, 'Blue Jasmine' nos ofrece a un Woody Allen diferente y, a la vez, perfectamente reconocible. Diferente porque la actualidad, rabiosa e implacable, estaba más presente que nunca. El contexto económico y social en el que nos encontrábamos inmersos en 2013 se colaba en la trama como punto de partida y permitía una reflexión profunda sobre el modo en el que nos afectó.
Las falsas apariencias, los mundos ficticios en el que muchos se han empeñado en instalarse y las maletas sin abrir, siempre a la espera de regresar a un lugar de ensueño que, seguramente, jamás existió. Olvidamos los grises y nos centramos en el blanco y negro, obviando las consecuencias. Pisar el cielo sin plantearnos la más que probable caída a los infiernos.
Todo expresado y sufrido de una manera magistral por Cate Blanchett, actriz que ofrecía un absoluto recital de matices, miradas, silencios y monólogos para el recuerdo en la que es, por un lado, una de las mejores interpretaciones de su extraordinaria carrera y, por otro, una demostración más de la capacidad del genio neoyorquino para escribir personajes femeninos memorables. Una cinta por encima del notable que no deja de crecer con el tiempo hasta alcanzar puestos realmente altos dentro del exigente catálogo Allen.
10 curiosidades sobre 'Blue Jasmine'
Creando la historia
Teniendo en cuenta que Woody Allen nunca se ha caracterizado por dar demasiadas instrucciones ni explicaciones a los actores y actrices, Cate Blanchett y Sally Hawkins se reunieron unos días antes de comenzar el rodaje de 'Blue Jasmine' para inventar el trasfondo de la relación entre sus personajes. En ese sentido, hicieron un especial hincapié en el pasado entre ambas para facilitar la conexión y saber con una mayor exactitud de lo que estaban hablando en la película.
Influencia real
Para dar forma a su inolvidable personaje, Cate Blanchett estudió en profundidad una entrevista para '60 Minutes' de Ruth Madoff, la esposa del estafador Bernie Madoff, para captar algunas inflexiones vocales y gestos específicos. De esta manera, la actriz buscaba capturar la esencia de una mujer cuyo universo de riqueza y lujos va cayendo poco a poco.
Vestuario y dinero
Suzy Benzinger, responsable del vestuario de 'Blue Jasmine', contó con un presupuesto de solamente 35.000 dólares. De hecho, uno de los bolsos que lleva el personaje protagonista, el cual les prestaron para el rodaje, valía más que todo el presupuesto.
Impacto en Loren
En 'Ayer, hoy y mañana', su libro de memorias, la legendaria Sophia Loren confesó que la interpretación de Cate Blanchett en 'Blue Jasmine' le había impactado enormemente, sobre todo en la inolvidable última escena de la película.
Baile de papeles
El polémico Louis C.K. se presentó a las pruebas para conseguir el papel de Augie, personaje que finalmente terminó interpretando Andrew Dice Clay. Sin embargo, Woody Allen vio claro que el actor daba el perfil exacto para meterse en la piel de Al Munsinger, opción que C.K. aceptó de inmediato.
Opción Cooper
Durante los primeros compases del proyecto, Bradley Cooper estuvo muy cerca de conseguir un papel en 'Blue Jasmine', llegando a contar incluso con la aprobación de Woody Allen. Sin embargo, el protagonista de 'El callejón de las almas perdidas' se vio obligado a abandonar la película por conflictos de agenda.
Idea en casa
Woody Allen se animó a escribir el guion de 'Blue Jasmine' después de que su esposa, Soon-Yi, le contara la historia de una amiga que se encontraba pasando por una crisis tanto personal como financiera.
Dr. Flicker
El personaje del Dr. Flicker, dentista y jefe de la protagonista, es un personaje reconocible del universo cinematográfico de Woody Allen. De hecho, es el médico de la infancia del inolvidable Alvy Singer que aparece al comienzo de esa obra maestra inoxidable titulada 'Annie Hall'.
Pareja histórica
'Blue Jasmine' es la única película de la extensa trayectoria de Woody Allen en la que dos personajes principales estadounidenses están interpretados por no nativos. Y es que, en este caso, Cate Blanchett es australiana y Sally Hawkins es británica.
Sin Mejor película
'Blue Jasmine' tuvo el dudoso honor de ser la única película nominada a Mejor guion original en la edición número 86 de los Oscar que no estaba presente en la categoría reina de la noche. Y eso que había nueve huecos, pero se vio superada por '12 años de esclavitud', la triunfadora de la noche, 'Gravity', 'Dallas Buyers Club', 'Philomena', 'La gran estafa americana', 'Capitán Phillips', 'Nebraska', 'Her' y 'El lobo de Wall Street'.