El camino sencillo para hablar de 'Boogie Nights' es citar a Martin Scorsese como luz y guía de un Paul Thomas Anderson desatado que, tres años antes de cumplir los treinta, un dato sencillamente espectacular, firmó la primera obra maestra de su carrera. Una película tan apabullante como incontestable que, desde su primera e inolvidable escena, situaba el listón a la altura del infinito. Y no le permitía bajar de ahí.
Ambientada en los comienzos de la industria del cine porno en los Estados Unidos, finales de la década de los setenta, el cineasta se descubre como un narrador excelso capaz de equilibrar con pulso maestro cada una de las historias que nos vamos encontrando a lo largo de casi tres horas que pasan como un suspiro entregando alguna de las escenas más memorables de toda su trayectoria y haciendo del virtuosismo una pieza fundamental dentro del conjunto.
Nada falta y nada sobra en una película que crece y crece en su camino hacia el inevitable infierno para concluir en el principio de todo: el talento de Paul Thomas Anderson. Ya no se trataba de pistas e intuiciones, estábamos ante un genio. Y lo que vino a partir de esta excelsa 'Boogie Nights' nos dio la razón de la forma más entusiasta y grandiosa posible. El primer golpe sobre la mesa de un cineasta imprescindible.
Curiosidades 'Boogie Nights'
Las dudas de Mark
Tras recibir el guion de 'Boogie Nights', Mark Wahlberg decidió rechazar el papel protagonista de la película al conocer en términos general su argumento, sin leer ni una sola línea. Y es que, partiendo de una idea absolutamente delirante, el actor pensó que la propuesta de Paul Thomas Anderson se parecía demasiado a, atención, 'Showgirls', la cinta de Paul Verhoeven que había fracasado estrepitosamente en taquilla unos meses antes. Sin embargo, Wahlberg terminó dándole una oportunidad al libreto, lo que hizo que, después de leer solamente treinta páginas, decidiera sumarse de inmediato al proyecto.
Opción Leo
En un primer momento, Paul Thomas Anderson tuvo claro que quería a Leonardo DiCaprio como protagonista de 'Boogie Nights'. Sin embargo, el actor escogió probar suerte con otro proyecto llamado 'Titanic'.
PD: No le fue nada mal.
El enfado de Reynolds
Después de ver 'Boogie Nights' por primera vez, Burt Reynolds se mostró profundamente decepcionado de haber aceptado un papel en la película, llegando a despedir incluso a su agente por haberle recomendado que participara en el proyecto. Sin embargo, unos meses después la Academia le nominó al Oscar como Mejor Actor de Reparto por esta interpretación, la cual le sirvió también para levantar un Globo de Oro.
Pelea a puñetazo limpio
El rodaje de 'Boogie Nights' no fue especialmente cómodo para Burt Reynolds, quien se enfrentó en numerosas ocasiones con un Paul Thomas Anderson que, pese a su juventud, plantaba cara con firmeza. De hecho, la personalidad del cineasta era tan fuerte que, en una de las jornadas de trabajo, el actor pensó que le estaba faltando directamente al respeto, por lo que le invitó a 'hablar' fuera de plató. Pero no dio tiempo. Minutos más tarde, Reynolds y Anderson estaban peleándose a puño limpio. Por suerte, miembros del equipo de rodaje consiguieron separarles antes de que se hicieran realmente daño.
Sin lecciones
Durante los primeros compases de trabajo de 'Boogie Nights', Paul Thomas Anderson recibió numerosas presiones por parte de los productores de la película para que cambiara el destino de la mayoría de los personajes de la historia. Y es que, desde el estudio esperaban que, al final de la cinta, todos mostraran su arrepentimiento por la vida de excesos que llevaban. Sin embargo, el director se empeñó hasta el último segundo en mantener intacta la esencia del libreto, por lo que el resultado final fue el que él tenía en la cabeza desde el primer momento.
Referencia salvaje
A la hora de citar las influencias cinematográficas más evidentes de 'Boogie Nights', está claro que hay una propuesta que destaca por encima de todas: 'Toro salvaje', la obra maestra de Martin Scorsese. Un clásico total al que el propio Paul Thomas Anderson rindió un claro tributo en la escena final de su película, aunque trabajo intensamente para que no fueran exactamente iguales.
Implicación personal
Tras el rodaje de la inolvidable y desoladora escena protagonizada por el personaje de Eddie Adams y su madre, la actriz Joanna Gleason le preguntó directamente a Paul Thomas Anderson si el guion reflejaba la relación que tenía con su madre en la vida real. Una pregunta que provocó que el director se quedara callado y con la mirada perdida, una actitud que llevó a Gleason a decirle la siguiente frase: "No tienes que perdonarla".
Los regalos de Nina
Durante su entrevista en Inside the Actors Studio, el gran William H. Macy recordó que, durante la fiesta de despedida de rodaje de 'Boogie Nights', Nina Hartley, quien interpretaba en la película a la esposa de su personaje y que es una estrella del cine pornográfico en la vida real, estuvo dándole regalos a todos los miembros del reparto relacionados con su propia trayectoria. En el caso de Macy, tuvo la fortuna de recibir una copia del libro 'Guía del sexo anal de Nina Hartley'.
La prótesis
Si os estáis preguntado el lugar en el que se encuentra la célebre prótesis que lleva Mark Wahlberg en su entrepierna durante la escena final de 'Boogie Nights', tenemos la respuesta. Y es que, durante una entrevista televisiva, el propio actor confesó que pidió quedárselo, guardándolo como un recuerdo del rodaje. Eso sí, teniendo en cuenta la fama que tuvo desde el estreno de la película, Wahlberg no descartó la opción de subastarlo o venderlo algún día.
Convenciendo a Lynne
Tras recibir la petición por parte de Paul Thomas Anderson para usar en 'Boogie Nights' su canción 'Livin' Thing', obra maestra absoluta, el líder de la esencial Electric Light Orchestra, Jeff Lynne, la rechazó, ya que no quería que su música se viera relacionada con una película que tuviera altos contenidos de sexo y violencia. Sin embargo, tras tener la oportunidad de ver la cinta antes de su estreno y entusiasmarse con ella, Lynne cambió por completo de opinión, cediendo su tema para que apareciera en una de las grandes escenas de la película.