Muchos espectadores descubrimos a Christina Hendricks gracias a 'Mad Men', obra maestra que continúa brillando con la luz exacta de las auténticas cimas de la historia televisiva, y, desde el primer momento, caímos rendidos ante ella. Resultaba completamente imposible no sentir una adoración automática hacia Joan Holloway, uno de esos personajes perfectos que poblaban la excelsa propuesta de Matthew Weiner y que no dejaron de evolucionar hacia el mismo infinito con el paso de los capítulos y las temporadas.
Además, sucedió que el crecimiento como personaje de Holloway, protagonista de algunos de los mejores momentos de toda la serie, fue de la mano de una evidente evolución como intérprete de Hendricks, encontrándola cada vez más cómoda en el papel, más atrevida, más valiente, más decidida, más firme y, por supuesto, más fascinante. El resultado de estos caminos unidos entre ficción y realidad terminó desembocando en el mejor de los destinos posibles, la aceptación general del talento de una actriz que, ya en los últimos compases de la serie, contaba con todo el crédito, respeto y admiración del mundo.
Y es que, aunque tengamos la sensación de que su mejor papel todavía no ha llegado, al menos en lo que respecta a su trayectoria en la gran pantalla, Christina Hendricks ya es historia de la cultura popular. Con Joan empezó casi todo. Y, vengan los éxitos que vengan, su figura siempre estará ahí. Imponente. Idolatrada. Imprescindible.
Curiosidades de Christina Hendricks
Bodorrio con Hedwig
La canción escogida por Christina Hendricks y su marido Geoffrey Arend para bailar el día de su boda fue, nada más y nada menos, que 'The Origin of Love', uno de los mejores temas de la banda sonora del célebre musical de culto 'Hedwig and the Angry Inch'. Originalidad y estilo a raudales.
Adolescencia oscura
Durante su adolescencia, Christina Hendricks formó parte de la subcultura gótica, un movimiento en el que, especialmente desde un punto de vista físico debido a su característica palidez, encajaba a la perfección.
Rubia
A pesar de ser una de las pelirrojas más famosas de los últimos años, lo cierto es que Christina Hendricks es rubia natural. Sin embargo, la primera vez que se tiñó el pelo para tener su color actual fue a los diez años y, desde entonces, ha cambiado lo mínimo.
Instrumento favorito
Además de su talento interpretativo, Christina Hendricks también se desenvuelve muy bien en el terreno musical, especialmente en lo que respecta al acordeón, un instrumento que sabe tocar a la perfección.
Maternidad
Siempre que ha sido preguntada al respecto, Christina Hendricks ha dejado bien claro que no tiene instinto maternal y que no quiere tener hijos en el futuro. Una decisión tan personal como respetable.
Pasión por Curtis
Richard Curtis cuenta con un lugar privilegiado en la lista de los directores y guionistas favoritos de Christina Hendricks. Imposible no sumarse al fanatismo de la actriz tras pensar en algunas joyas firmadas por el británico como 'Love Actually' o 'Una cuestión de tiempo'.
De personaje en personaje
Antes de que le ofrecieran el papel de Joan, Christina Hendricks se presentó a las audiciones de 'Mad Men' para tratar de conseguir, atención, el papel de Midge Daniels, maravilloso personaje que finalmente terminó siendo interpretado por la no menos maravillosa Rosemarie DeWitt.
Referente Monroe
No han sido pocas las ocasiones en las que, a la hora de hablar de la imponente sensualidad de Christina Hendricks, se ha usado como referencia directa a la legendaria Marilyn Monroe. Una comparación que, para la actriz, es todo un honor. En palabras de la propia Hendricks: "No creo que ninguna mujer en el mundo pueda cansarse de ser comparada con Marilyn." Las tentaciones rubias y pelirrojas.
Debut compartido
El debut de Christina Hendricks como actriz se produjo en 'Sorority', una película estrenada directamente en la televisión en la que coincidió con January Jones, quien ocho años más tarde sería su compañera de reparto en 'Mad Men'. Joan y Betty unidas desde el principio.
Conduciendo con Winding Refn
Durante el proceso de elaboración de la excelente 'Drive', su director, el inclasificable e imprevisible Nicolas Winding Refn, estuvo realizando numerosas pruebas de casting a actrices porno para comprobar si alguna encajaba con el personaje de Blanche. Sin embargo, según confesó meses más tarde, no encontró a ninguna que supiera actuar. Fue entonces cuando conoció a Christina Hendricks y, tras una primera reunión con ella, supo que era la opción perfecta para el papel. No se equivocó.
