Siguiendo con la estela de clasicismo que desprendía su anterior película, la inmensa 'Gallipoli', Peter Weir consiguió con 'El año que vivimos peligrosamente' firmar una de sus propuestas más accesibles, celebradas y admiradas. Y es que, pese a que su rodaje se pareciera mucho al infierno, el cineasta consiguió dar forma a una de esas cintas impecables en las que la mayoría de elementos funcionan a un nivel que no baja del notable, mientras que otros, como la interpretación de Linda Hunt, alcanzan la misma perfección.
De esta forma, el cineasta, uno de los más grandes de la historia del séptimo arte, algo que conviene subrayar siempre que exista la oportunidad, sumó otra joya a una trayectoria a la que, posteriormente, se incorporarían otras obras maestras como 'El club de los poetas muertos', 'El show de Truman' o 'Master and Commander: Al otro lado del mundo', así com propuestas tan formidables como 'Único testigo', 'Camino a la libertad' o 'La costa de los moquitos'. Menuda carrera, amigos y amigas.
Por eso, celebremos el impresionante talento de Peter Weir recordando una de las obras cumbres de su filmografía. Una película fascinante en la que conviven el romanticismo apasionado, el thriller de suspense sostenido y el reflejo de una sociedad sumida en la desesperación total. 'El año que vivimos peligrosamente' hace de todo. Y todo lo hace bien.
Curiosidades de 'El año que vivimos peligrosamente'
Ambición australiana
El presupuesto de 'El año que vivimos peligrosamente' alcanzó los seis millones de dólares, cifra que la convirtió, en ese momento, en una de las películas australianas más caras jamás llevadas a cabo. Una superproducción en toda regla.
Caso Vangelis
La inconfundible melodía electrónica del añorado Vangelis que suena en 'El año que vivimos peligrosamente' fue la primera elección que hizo el director Hugh Hudson para la banda sonora de su magnífica 'Carros de Fuego'. Sin embargo, el músico le insistió mucho en que escuchara la obra original que había creado para su película, inolvidable, hasta que lo consiguió y, claro, le hizo cambiar de opinión.
Oscar histórico
Con su estatuilla, Linda Hunt se convirtió en la primera actriz en ganar un Oscar por interpretar a un personaje del sexo opuesto y la única en hacerlo por interpretar a un hombre cisgénero. Un (merecidísimo) premio para la historia.
Rodaje conflictivo
Hasta tres semanas estuvo paralizado el rodaje de 'El año que vivimos peligrosamente' a causa de las numerosas amenazas de muerte que sufrió el equipo de la película, especialmente Mel Gibson y Peter Weir. Estos peligrosos mensajes argumentaban que la cinta se estaba realizando con la intención de mandar al mundo un disco contrario al Islam. El nivel de riesgo fue tan algo que la la producción se trasladó hasta Sydney para finalizar con el trabajo, una 'mudanza' que supuso unos costes altísimos y una presión brutal para el departamento artístico.
Escogiendo a Hunt
Peter Weir confesó que escogió finalmente a Linda Hunt para meterse en la piel del inolvidable Billy Kwan tras no encontrar a ningún actor que pudiera interpretar al personaje de la forma que él quería y necesitaba. Acertó plenamente.
Indonesia
'El año que vivimos peligrosamente' estuvo prohibida en Indonesia hasta el año 1999 debido a la forma en la que mostraba el ascenso al poder del militar y dictador Suharto. La primera proyección de la película en el país se llevó a cabo el 6 de noviembre del 2000, dos años después de que el propio Suharto se viera obligado a dejar su cargo tras más de tres décadas.
Buscando a Billy
Antes de que Peter Weir escogiera a Linda Hunt, los tres actores que estuvieron más cerca de conseguir el codiciado papel de Billy Kwan fueron Joel Grey, Bob Balaban y Wallace Shawn.
Falta de entendimiento
Aunque los resultados artísticos fueron sobresalientes, 'El año que vivimos peligrosamente' dejó una relación personal bastante dañada entre Peter Weir y el escritor de la novela C.J. Koch, quien también participó en el guion de la cinta. Y es que, durante el proceso de elaboración de la película, ambos tuvieron varios encontronazos serios motivados por diferencias creativas.
Inspiración familiar
El personaje protagonista de 'El año que vivimos peligrosamente', Guy Hamilton, estaba basado ligeramente en el hermano menor del citado C.J. Koch, Philip, quien trabajó como reportero de la Comisión de Radiodifusión australiana en sucesos históricos como el declive del régimen del presidente Sukarno de Indonesia en la década de los sesenta.
Innovación empresarial
'El año que vivimos peligrosamente' fue la primera película australiana totalmente financiada y distribuida por una compañía cinematográfica estadounidense. En este caso, fue MGM la encargada de llevar a cabo estas tareas, estrenando así el modelo de coproducción entre Australia y un estudio de Hollywood.