Muchas personas están en contra del concepto 'placer culpable'. Sin embargo, seamos serios, ¿puede un placer, sea cual sea, ser juzgado de manera negativa? En términos puramente cinematográficos la respuesta es un evidente y rotundo no. Si uno disfruta con una película, si le divierte, si le emociona o si le entretiene, no tiene sentido alguno emitir un juicio sobre sí mismo para (auto)condenarse por haber sido feliz durante dos horas. Y eso es justo lo que ocurre con 'El bar Coyote', uno de esos 'placeres culpables', las comillas son obligadas, a los que les va sobrando de manera definitiva la condescendencia. Y la culpabilidad.
Estrenada en pleno año 2000, la película de David McNally supuso una auténtica revolución inesperada en las carteleras de medio mundo, alcanzando unas cifras de taquillas capaces de aplastar por completo la más rutinaria de las expectativas. Quinielas y pronósticos que saltaron por los aires cuando el público se lanzó en masas a los cines a conocer la historia de Violet, Lil, Cammie, Zoe y Rachel, un conjunto de personajes femeninos con un carácter, fuerza y presencia más que suficiente para soportar el peso completo de una película que, casi dos décadas más tarde, sigue funcionando en su terreno con una envidiable solvencia.
Por supuesto que algunos de sus conceptos artísticos y argumentales han quedado desfasados, nadie escapa al óxido del paso del tiempo, pero 'El bar Coyote' sigue resultando un entretenimiento refrescante, enérgico y contagioso. Brindemos por ese tipo de películas que hacen de la sencillez su principal valor y de su falta de grandes pretensiones la mejor de sus bazas. Siempre es un placer volver a acercarse a esta barra cinematográfica.
Curiosidades de 'El bar Coyote'
Éxito musical
Además de un éxito total en la taquilla, 'El bar Coyote' sumó una cantidad espectacular de ingresos gracias a su banda sonora, la cual vendió más de tres millones de copias y se mantuvo en la lista de discos más vendidos durante más de un año. Casi nada. Triunfo rotundo.
Colaboración Smith
El célebre e imprevisible Kevin Smith confesó que trabajó de manera activa en el guion de 'El bar Coyote'. Una labor que, en cualquier caso, no aparece acreditada en el montaje final de la película.
Alternativa pop
Antes de que Piper Perabo terminara quedándose con el papel protagonista de 'El bar Coyote', los principales responsables de la película barajaron varios nombres de otras actrices como, por ejemplo, Fairuza Balk y Jewel Kilcher. Sin embargo, el nombre más mediático que se planteó como posibilidad para interpretar a Violet Sanford fue el de, nada más y nada menos, que Britney Spears.
Honestidad Goodman
El gran John Goodman ha admitido en numerosas ocasiones que decidió formar parte del reparto de 'El bar Coyote' por una cuestión exclusiva de dinero. Un ejemplo de honestidad y sinceridad contundente.
Sorpresa positiva
La guionista de 'El bar Coyote', Gina Wendkos, se mostró muy sorprendida cuando se enteró de que el famoso productor Jerry Bruckheimer, principal responsable de algunas de las cintas de acción más exitosas de la historia del cine, estaba bastante interesado en producir la película. Un cambio de género para Bruckheimer que se saldó con otro triunfo. Casi una costumbre.
El rechazo de Jessica
Jessica Simpson estuvo realmente cerca de protagonizar 'El bar Coyote' tras pasar con éxito numerosas pruebas de casting. Sin embargo, en el último momento, la actriz y cantante decidió abandonar el proyecto al saber que los responsables de la cinta no se planteaban en ningún caso eliminar las escenas de sexo que aparecían en la historia. Unos instantes de mayor erotismo que, en cualquier caso, terminaron fuera del montaje final.
Edades polémicas
Cuando se llevó a cabo el rodaje de ''El bar Coyote', Izabella Miko, la actriz que interpreta a Cammie, no tenía todavía 21 años, la edad legal para consumir alcohol en los Estados Unidos. Sin embargo, podemos ver a la actriz bebiendo en algunas escenas de la película.
Cameos célebres
Aunque cueste (bastante) identificarlos, 'El bar Coyote' cuenta con dos cameos más que curiosos: Johnny Knoxville y el mismísimo Michael Bay. El primero de ellos aparece en una de las escenas que se desarrollan en el bar, mientras que el cineasta 'interpreta' a un fotógrafo.
Inspiración
La inspiración para 'El bar Coyote' llegó tras la publicación de un artículo de la revista GQ titulado 'The Muse of the Coyote Ugly Saloon'. Un texto en el que la escritora Elizabeth Gilbert describía con detalle su experiencia personal y profesional como ex camarera del ya célebre bar.
Calculando alturas
Uno de los conflictos más inesperados con el que se encontró el equipo de rodaje de 'El bar Coyote' estuvo motivado por Bridget Moynahan. Y es que la actriz era tan alta que obligó a adaptar los distintos escenarios del plató a su estatura. En ese sentido, se trabajó especialmente en la barra del bar, ya que, de no ser por las modificaciones que se llevaron a cabo, la pobre Moynahan lo habría pasado realmente mal para evitar golpearse con el techo cada vez que se subía a ella.