Poco importa su (notable) resultado final en lo que respecta estrictamente a la forma, lo realmente importante de una propuesta como 'El guardián de las palabras' es su fondo, el maravilloso mensaje que habita en el interior de la práctica totalidad de sus escenas. ¿De qué se trata? De escribir una apasionada carta de amor a la lectura como experiencia incomparable y a los libros como amigos que nunca te fallarán. Hojas en blanco aventureras y la radiante imaginación sobrevolando incluso los terrenos más oscuros.
Dirigida a cuatro manos por Joe Johnston y Pixote Hunt, el primero dedicado a la parte protagonizada por los actores de carne y hueso y el segundo a los extensos tramos animados, 'El guardián de las palabras' es un entretenimiento familiar de aroma clásico, repleto de inventiva visual, buenas intenciones y momentos emotivos. No todo funciona al mismo nivel, de hecho la película parece no terminar nunca de alcanzar el máximo de su potencial, pero estamos ante una propuesta tan sencilla, disfrutable y encantadora que se le perdonan hasta sus peores pecados.
Protagonizada por un Macauly Culkin que finiquitaría su etapa dorada poco tiempo después y con la participación de Christopher Lloyd, Patrick Stewart, Whoopi Goldberg y Leonard Nimoy, entre otros, la película encuentra su razón de ser en esa defensa a ultranza de la literatura. Un homenaje tan divertido como tierno al incomparable pacer de sumergirse en el universo que habita dentro de cada historia. 'El guardián de las palabras' no es perfecta, ni mucho menos, pero si todavía hoy sirve para que alguien se acerque por primera vez a un libro, su misión principal está más que cumplida.
Curiosidades de 'El guardián de las palabras'
Proceso extenso
Para llevar a cabo 'El guardián de las palabras', desde su idea inicial hasta su estreno, fueron necesarios casi cuatro años de trabajo.
Juntos en la sala de doblaje
Aunque no suele ser la dinámica más común, la labor de doblaje de Whoopi Goldberg y Patrick Stewart se llevó a cabo de manera simultánea y en la misma sala, buscando así una mayor complicidad entre ambos intérpretes y sus correspondientes personajes. Funcionó.
Sin Frank
A pesar de su aparición en numerosos trailers, anuncios televisivos y diversos adelantos, el personaje de Frankenstein terminó desapareciendo del montaje final. Una decisión basada en evitar aterrar demasiado al público infantil. Aunque con Mr. Hyde ya tuvieron suficiente...
Referencias múltiples
¿Cuántas referencias literarias aparecen en 'El guardián de las palabras'? De acuerdo, vamos allá:
- 'El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde'
- 'La isla del tesoro'
- 'Moby Dick'
- 'Jack y las habichuelas mágicas'
- 'El perro de los Baskerville'
- 'Veinte mil leguas de viaje submarino'
- 'El jorobado de Notre Dame'
Y seguro que se ha escapado algún guiño más.
Del cine a la consola
Tras su paso por las carteleras de medio mundo, 'El guardián de las palabras' estrenó su doble adaptación al formato de videojuego. En ese sentido, el primero de ellos tenía la esencia de las plataformas más clásicas, mientras que, el segundo, era una aventura que ampliaba de manera considerable el universo mostrado en la película.
A su tiempo
'El guardián de las palabras' terminó estrenándose en los cines japoneses en 2002, es decir, casi una década después de su llegada a la cartelera estadounidense. Más vale tarde que nunca.
Doble opción
Existen dos versiones del libro de 'El guardián de las palabras', una más profunda y extensa dirigida al público adulto y una adaptación más breve y ligera para los más pequeños de la casa. Eso sí, ambas son igualmente disfrutables.
Whoopi al cuadrado
Además su trabajo en 'El guardián de las palabras', la maravillosa Whoopi Goldberg también prestó su voz a otro personaje animado en el lejano año 1994. Se trataba, nada más y nada menos, que de Shenzi, una de las inolvidables hienas de la majestuosa 'El rey león'.
Mr. Dickens
Aunque nunca se llegó a confirmar por parte de los responsables de la película, fueron muchas las voces que señalaron el parecido del personaje de Mr. Dewey con el mismísimo Charles Dickens. Unas similitudes que, teniendo en cuenta la carga literaria de 'El guardián de las palabras', cuesta creer que fueran fruto de la coincidencia.