Hagamos un ejercicio mental colectivo, intentemos recordar las sensaciones con las que abandonamos la sala la primera vez que vimos 'El sexto sentido'. Si tuviste la suerte de disfrutar de ella sin saber absolutamente nada sobre su trama, estoy seguro de que las tendréis más que presentes. La razón es sencilla, pocas, poquísimas películas han conseguido marcar tanto a una generación como esta historia de fantasmas, matrimonios rotos e infancias truncadas. El tiempo le ha otorgado a su histórico desenlace, el giro final de los giros finales, todo el mérito pero no debemos olvidar, porque la injusticia sería tremenda, la precisión milimétrica, el manejo del suspense y el equilibrio entre el drama y el terror más clásico que consigue Shyamalan a lo largo de poco más de cien minutos que pasan como un suspiro.
Todo funcionaba, y lo sigue haciendo, en una película que, entre sus innumerables virtudes, cuenta con la mejor interpretación de la carrera de Bruces Willis y el descubrimiento de una potencial leyenda llamada Haley Joel Osment que, por desgracia, nunca terminó de convertirse en realidad. Ellos son el corazón de una película repleta de escenas que son ya parte de la historia del cine y que situó a Shyamalan en el punto de mira de toda la crítica y público.
Si a esto le sumamos una taquilla histórica para una cinta independiente y seis nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película, Director y Guión Original, nos podemos hacer una idea de hasta que punto 'El sexto sentido' se convirtió en un fenómeno a todos los niveles al que conviene remarcar, una vez más, su grandeza artística. Con lo mínimo, Shyamalan consiguió lo máximo: hacer historia. Una cima del género de la que descubrimos a continuación diez curiosidades. Una película inolvidable. Desde el principio y hasta el final. Perdón, El Final.
10 curiosidades de 'El sexto sentido'
El rojo es la clave
No hay detalle insignificante en 'El sexto sentido'. Imposible que fuera de otra manera tratándose de una trama tan bien estructurada cuyo control de los elementos debía ser perfecto para que no se cayera todo el conjunto. Por eso, incluso los colores de la película tienen un sentido, una razón de ser. Especialmente, el rojo, cuya aparición siempre significa que algo importante va a suceder en la historia, que los espectadores debemos prestar especial atención a la pantalla.
Por ejemplo, en la despedida de Malcolm y su esposa, ella se tapa con una manta roja; la mujer que envenenó a su hijastra viste de rojo, incluso en la escena final en la que Cole y su madre viajan en el coche, ella viste un jersey rojo. Nada es casualidad en 'El sexto sentido'.
Cameo arrepentido
Muchos se apresuraron en elevar a M. Night Shyamalan como sucesor directo del legendario Alfred Hitchcock gracias a su indiscutible talento para la intriga y el misterio. Pero, siendo honestos, el único punto en común real que parecen tener ambos cineastas es el placer de aparecer en sus propias películas.
Un capricho que, en el caso de 'El sexto sentido', ocasionó un pequeño conflicto personal en un Shyamalan que aparecía en la historia interpretando a un doctor en modo de homenaje a sus padres, ambos dedicados al mundo de la medicina. Sin embargo, el director se arrepintió de haberlo hecho argumentando que su interpretación no estaba a la altura, razón por la que eliminó gran parte de la escena en el montaje final.
Vaho selectivo
Si uno observa con atención 'El sexto sentido', algo que debería ser prácticamente obligatorio en cada visionado de esta obra maestra, descubrirá que en cada escena en la que aparecen fantasmas el vaho sale de la boca del pequeño Cole de manera automática.
Una situación que llevó a muchos espectadores a preguntarse porque no le ocurría lo mismo cuando compartía espacio con el personaje de Malcolm. Tranquilos, Shyamalan tenía respuesta. La explicación del director, tan facilona como efectiva, es que el vaho solamente aparecía cuando el fantasma en cuestión estaba enfadado o se encontraba en una situación de sufrimiento.
La historia que nunca ocurrió
Es evidente que 'El sexto sentido' es una película de terror pero también es incuestionable que se trata de una propuesta profundamente dramática. Sin embargo, Shyamalan tenía una idea muy distinta en la primera fase del proyecto, momento en el que la historia iba a contar con la presencia de un asesino en serie cuyas víctimas irían comunicándose una a una con el personaje de Cole. Es decir, menos drama, más thriller, mismo terror. Afortunadamente, Shyamalan cambió de opinión y comenzó a construir la magistral trama que terminamos viendo en pantalla.
Prodigioso Joel Osment
La primera vez que vimos 'El sexto sentido' todos coincidimos en dos afirmaciones. Primero, la sorpresa final era asombrosa, y segundo, la inmensa interpretación de Haley Joel Osment. El actor, que entraba por la puerta grande a la industria, fue escogido tras participar en una prueba de casting que dejó completamente boquiabierto a Shyamalan.
Si bien es cierto que Joel Osment había estado preparando la audición con la inestimable ayuda de su padre, actor de cine y teatro, la demostración de talento que hizo el actor fue tan contundente que el mismísimo Shyamalan aseguró que si no podía contar con él no haría la película. No era para menos.
Amor de padre
Volvemos a hablar del padre de Haley Joel Osment, y lo hacemos porque los consejos que ofreció a su hijo durante las semanas previas al inicio de rodaje de 'El sexto sentido' fueron clave. De hecho, su nivel de compromiso con la película y la historia eran tan grandes que incluso llegó a hablar con Bruce Willis para darle permiso para gritar a su hijo hasta hacerle llorar si la escena lo requería. Puede que sea demasiado, sí, pero el resultado final es indiscutible.
Borrando la leyenda
Si retas a cualquier espectador a que te cite una sola frase de 'El sexto sentido', hay pocas dudas de que la elegida será: 'En ocasiones veo muertos'. Y no es para menos, hablamos de una de las escenas más memorables de la historia del cine de terror.
Sin embargo, lo que poca gente sabe es que Shyamalan llegó a plantearse la opción de eliminarla del montaje final ya que creía que se trataba de un momento que ofrecía demasiadas pistas del final de la película. Finalmente, no la quitó y nadie intuyó lo que se venía encima. Es lo que tiene la genialidad.
Oscar terroríficos
No importa que ninguna de sus seis nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Actor de Reparto, terminara en victoria. Lo realmente importante es que 'El sexto sentido' consiguió el respaldo y la admiración de una Academia casi siempre reticente a tener en cuenta las historias de terror.
De hecho, la cinta de Shyamalan es la única del género, junto a 'El exorcista' y 'Tiburón', en haber conseguido optar al triunfo en la categoría reina de las estatuillas. Y eso que, por entonces, solamente había cinco nominadas.
Estrés en estado puro
Más allá de sus traumas personales, muchos y variados, los personajes de Cole y Malcolm tienen una característica física en común, un mechón de pelo blanco. Y no es ninguna casualidad, ya que el director señaló que se trataba de un elemento con el que pretendía transmitir, simbolizar que ambos sufrían una gran cantidad de estrés. La vida de fantasma es lo que tiene, que es muy complicada.
El truco del anillo
Otro de los detalles importantes de la película lo encontramos en el personaje de Bruce Willis. Para ser más específicos, en su anillo de matrimonio, factor clave dentro de la historia al nivel de que podría haber acabado con el factor sorpresa de la trama al mínimo despiste.
La cuestión es que el actor es zurdo en la vida real pero en la película actúa como diestro, un cambio obligado ya que, si Malcolm escribiera con la izquierda, los espectadores habríamos descubierto antes de tiempo que no lleva su anillo de casado. Y lo que empieza en sospecha podría haber acabado en revelación inapropiada.
