Está la generación 'Expediente X' y la generación 'Fringe (Al límite)'. Vale, puede sonar a sacrilegio pero, al final, cada uno tiene su contacto con las series cuando lo tiene y a algunos nos tocó conocer la ciencia ficción televisiva pura y dura de la mano de Olivia Dunham, Peter y el doctor Bishop. Tras conseguir la unanimidad de crítica, público e industria con 'Perdidos', J.J. Abrams impulsó una nueva serie que no coqueteaba con el género, lo abrazaba con pasión y devoción.
Tras un comienzo algo rutinario, 'Fringe (Al límite)' despegaba para solamente volver a tropezar, ligeramente, con una última temporada algo fallida salvada en el último segundo por un capítulo final tan emocionante como vibrante, memorable en sus detalles y redondeado por un plano final de los que marcan la diferencia. Y, además, ahí quedan unas temporadas centrales que siguen siendo, sin lugar a duda, de lo más destacado dentro de la liga de las grandes series.
A continuación, descubrimos diez curiosidades sobre una serie que nunca tuvo grandes audiencias, pero que contaba con un grupo de fieles que jamás nos planteamos bajarnos del barco. Y mereció la pena, porque 'Fringe (Al límite)' terminó dejándonos un maravilloso recuerdo a unos espectadores que esperábamos cada semana volver a sorprendernos y deslumbrarnos con ella. La echamos de menos. Y la reivindicamos sin descanso.
Curiosidades de 'Fringe'
Duración controlada
A lo largo de la primera temporada de 'Fringe (Al límite)', los episodios contaban con una duración que se movía siempre entre los 49 y los 51 minutos, algo extraño teniendo en cuenta que lo habitual en las series de las cadenas en abierto suele ser de 42 o 43 minutos. Sin embargo, todo tenía una razón.
Y es que era la propia FOX la que estaba interesada en que los capítulos tuvieran esa extensión, ya que así podían comprobar si los espectadores verían más la serie si emitían menos anuncios. Una prueba que ni funcionó ni duro demasiado. Con razón.
Gastando a lo grande
El piloto de 'Fringe (Al límite)' fue uno de los más caros de la historia de la televisión, compartiendo estatus precisamente con otra de las joyas marca J.J. Abrams: 'Perdidos'. El presupuesto del primer capítulo de la serie protagonizada por Anna Torv fue de cerca de diez millones de dólares, mientras que el resto de episodios contó 'solamente' con cuatro.
Secretos ocultos
Todos y cada uno de los episodios de 'Fringe (Al límite)' contienen, al menos, un 'easter egg', conocido popularmente como huevo de pascua o, lo que es lo mismo, una pista de lo que se vería en el episodio siguiente. Más de un visionado obligatorio.
La importancia del color
'Fringe (Al límite)' contó con un total de siete openings, cada uno de ellos relacionados con el tiempo y el lugar en el que se desarrollaban las respectivas tramas. En ese sentido, el azul correspondía a los episodios normales, así como su versión retro a los ubicados en la década de los ochenta; el rojo hace referencia a la otra dimensión, mientras que su combinación con el azul implica que el capítulo está ambientado en ambas realidades; el gris significa que las dos realidades se solaparán en el episodio; el ámbar corresponde a la cuarta entrega, ubicada en la línea temporal alternativa y la futurista a la quinta. Un lío perfectamente estudiado.
Inspiración familiar
Astrid, una de las grandes secundarias de 'Fringe (Al límite)', contaba con una versión autista en el universo paralelo en el que se desarrollaban algunos capítulos de la serie, por lo que la actriz Jasika Nicole tuvo que cambiar por completo su modelo de interpretación para adecuarlo a estas circunstancias. Para ello, se inspiró en su hermana, quien sufría esa misma enfermedad. El resultado de su trabajo fue brillante.
Más allá de la pantalla
A pesar de no contar con un apoyo masivo por parte del público, 'Fringe (Al límite)' no se contentó con quedarse solamente en la pequeña pantalla, expandiendo su universo a otros ámbitos artísticos con los que saciar a su legión de admiradores. Así, se publicó una saga de cómics creada por Zack Whedon, guionista de la serie; 'Beyond the Fringe', una colección de relatos sobre los personajes, el primero de ellos escrito por Joshua Jackson o la enciclopedia 'September's Notebook: The Bishop Paradox', entre otras propuestas. Vida más allá de la televisión.
Ubicación peligrosa
La principal consecuencia que tuvo para 'Fringe (Al límite)' esa falta de audiencia fue su reubicación en la parrilla televisiva. De esta forma, la serie terminó emitiéndose los viernes por la noche, una franja que no suele contar con mucho apoyo en la televisión estadounidense.
Observadores omnipresentes
Los Observers son una de esas creaciones que explican a la perfección la grandeza y genialidad que habita en 'Fringe (Al límite)'. Unos personajes inolvidables que marcaron por completo a la serie y que, durante la primera temporada, se atrevieron a dar el salto a otros programas del canal Fox como 'American Idol' o aparecer en algunas de las emisiones de eventos deportivos de la NFL. Una presencia tan inquietante como hipnótica.
Amor real
Durante la primera temporada de 'Fringe (Al límite)', los personajes interpretados por Anna Torv y Mark Valley compartían algo más que el trabajo, protagonizando una subtrama romántica que, para ser honestos, nunca terminó de tener demasiada gracia. Sin embargo, para ambos tuvo que ser algo especial ya que, más allá de la ficción, Torv y Valley estaban casados en aquella época.
Conflicto alemán
Los responsables del canal alemán ProSieben tuvieron una idea 'genial' a la hora de promocionar 'Fringe (Al límite)', una de las series estrella de su programación. Su estrategia fue insertar un par de noticias falsas de última hora durante la publicidad donde se podían ver varias imágenes bastante desagradables de algunos capítulos de la serie. Para darle mayor realismo a la situación, ProSieben se sirvió de sus estudios y presentadores de informativos más reconocibles. No era hasta el final de la supuesta información cuando se desvelaba el truco, anunciando a bombo y platillo el nombre de la serie y su fecha de lanzamiento.
El problema es que este método tan particular no contó con demasiado apoyo, recibiendo críticas realmente fuertes que acusaban a la cadena de manipular, engañar e incluso asustar a la audiencia. De hecho, el revuelo fue tan grande que ProSieben tuvo que pagar una multa de 3.500 euros, cobrado por la Kommission für Jugendmedienschutz (Comisión de Protección de los Medios Juveniles), ya que el canal fue acusado de violar la política de protección de la juventud. Publicidad y escándalo, todo un clásico.
