A estas alturas, mientras leéis esta especial, ya se ha dicho todo lo que se podía decir sobre 'Gravity'. Términos como 'hito' y 'milagro' van de la mano de una película que consiguió una unanimidad de crítica y público que hacía muchos años que no ocurría. O décadas. Así de exagerado es todo con esta historia de dos astronautas abandonados a su suerte en la inmensidad del espacio que se descubren a sí mismos y con la que el director mexicano Alfonso Cuarón (re)descubrió el cine.
El séptimo arte como experiencia visual, experiencia humana, experiencia emocional total. Son noventa minutos que, además de pasar en un suspiro, dejan un poso total en un espectador que llega a los títulos de crédito con los nervios, el nudo en la garganta, los pelos de punta y la certeza de haber sido testigo de una película que provoca sensaciones que nunca, repito, nunca antes se habían experimentado en una sala. Elevar el modo de contar historias a otro lugar que, al igual que ocurre con todos los descubrimientos, solamente el tiempo otorgará su posición exacta en la escala de momentos claves para el futuro.
Desde su inicio, un plano secuencia que se debería estudiar en cualquier escuela de cine, hasta su trepidante y épico tramo final, Cuarón convierte en posible lo imposible, juega con las armas establecidas sin dejar de invertir las reglas a su gusto, aprovecha el sistema del 3D hasta convertirlo en un elemento narrativo perfecto y da forma a un artefacto perfecto donde, a la mandíbula desencaja constante, se suma la emoción más real. En definitiva, una obra maestra a la que nos acercamos para conocerla un poco mejor con estas diez curiosidades.
Curiosidades de 'Gravity'
Baile en el reparto
En un primer momento, Robert Downey Jr. y Angelina Jolie iban a ser los protagonistas de 'Gravity'. Sin embargo, la actriz rechazó el papel, lo que provocó que se pensara en otras intérpretes como Natalie Portman, Blake Lively, Marion Cotillard o Scarlett Johansson. Finalmente, Sandra Bullock fue la escogida, todo un acierto viendo el resultado final.
En el caso de Downey Jr., el proceso fue diferente. Y es que, como explicó el propio Alfonso Cuarón, el problema fue que el estilo de interpretación del actor, demasiado cercano a la improvisación, no encajaba con el personaje. El siguiente en la lista, George Clooney, dijo que sí al momento.
Esperando el momento
Cuatro años fue el tiempo que necesitó Alfonso Cuarón para, al fin, poder poner en marcha el proyecto de 'Gravity'. La razón para esta tardanza se basaba exclusivamente en la tecnología, la cual no había avanzado lo suficiente para recrear de manera fiel los movimientos en gravedad cero del reparto.
Salvados por Warner
Durante los primeros compases del proyecto, 'Gravity' estaba en manos de Universal Pictures, con quien Alfonso Cuarón había llevado a cabo la excelsa 'Hijos de los hombres'. Sin embargo, el estudio terminó rechazando la propuesta del cineasta mexicano, dejando la película en un punto muerto del que fue rescatada gracias a Warner Bros., quien apostó a muerte por ella. Acertaron.
Cuestión de pulmones
Para el rodaje de una de las escenas clave de 'Gravity', en la que el personaje de Sandra Bullock debe mostrar una fuerte resistencia a pasar tiempo bajo el agua, Alfonso Cuarón decidió acompañar a su protagonista en el esfuerzo para saber que no se estaba excediendo en sus peticiones artísticas. De esta manera, el cineasta y la actriz mantuvieron la respiración al mismo tiempo, una experiencia de la que salió 'ganadora' Bullock, aguantando mucho más tiempo que el director.
Amistad con La Nasa
Aunque muchos espectadores se empeñaron en intentar desacreditar 'Gravity' por su supuesta ausencia de realismo, la mismísima Nasa se puso del lado de la película de Alfonso Cuarón. De hecho, durante la preparación del proyecto, muchos técnicos de la entidad colaboraron con el cineasta y su equipo, especialmente en lo relacionado al Transportador Espacial y la cápsula 'Soyuz'.
Por si quedaba alguna duda de su posición, la cuenta oficial de Twitter de la Nasa le mandó los mejores deseos a 'Gravity' de cara a la noche de los Oscar.
Memoria privilegiada
La manera de mover su cuerpo fue uno de los factores más trabajados por Sandra Bullock de cara a dar forma a su memorable interpretación en 'Gravity'. Y es que, debido principalmente a la fascinación que siente el director Alfonso Cuarón hacia el rodaje de tomas muy largas, la actriz tuvo que memorizar un altísimo número de movimientos precisos y exactos para moverse a lo largo del set de rodaje. Un trabajo de coordinación en el que también importaba mucho el cable que la sujetaba a ella y a la cámara. Nada podía fallar.
Referencia sonora
'Aningaaq', el estupendo cortometraje dirigido por Jonás Cuarón, resultó estar fuertemente ligado a 'Gravity'. Y es que, la voz del hombre y los ladridos del perro que escucha en una de las escenas más memorables de la película el personaje de Sandra Bullock, corresponden a los protagonistas del citado corto. Todo queda en casa Cuarón.
Mentiras piadosas
Aunque 'Gravity' no falla a la hora de plasmar el insoportable silencio que está omnipresente en el espacio infinito, Alfonso Cuarón y los suyos tuvieron que incorporar numerosos efectos de sonidos para los trailers de la película para atraer a un mayor número de público. La espectacularidad del volumen alto frente a la inmensidad silenciosa.
Love Cameron
Cuando Alfonso Cuarón vio por primera vez 'Avatar', el taquillazo histórico e innovador de James Cameron, decidió que, al fin, era el momento de poner en marcha 'Gravity'. Y es que, en opinión del cineasta mexicano, la tecnología había llegado a una nueva fase lo suficientemente alta como para viajar hasta el mismísimo espacio desde el realismo absoluto. Y con el mejor 3D posible. Dicho y hecho.
La Respiración
Durante medio año, Sandra Bullock estuvo combinando largas e intensas sesiones de entrenamiento para llegar en un perfecto estado físico al rodaje de 'Gravity' con reuniones constantes con el director Alfonso Cuarón. Unos encuentros entre actriz y cineasta que estaban orientados a trabajar la respiración del personaje, un concepto que, para ambos, era esencial.
