Digamos que Keanu Reeves nunca será especialmente celebrado como un actor con multitud de registros ni como un intérprete capaz de sacar oro desde la expresividad más abrumadora. Sin embargo, ahí está la clave, en conocer perfectamente las limitaciones de su talento y reformularlas hasta convertirlas en una virtud tan característica como esencial para entender su trayectoria. Su mirada, casi siempre perdida en busca de mil respuestas, es el núcleo exacto de su valía profesional. Y, hasta ahora, no ha necesitado mucho más para mantenerse en pie dentro de la jungla de Hollywood.
Amado por sus compañeros y compañeras de reparto, incansables a la hora de subrayar su encanto, amabilidad y generosidad dentro y fuera del set de rodaje, Reeves ha protagonizado una trayectoria profesional y personal repleta de sobresaltos, giros de guion inesperados, y trágicos en algunos casos, y las mismas dosis de éxitos y fracasos. La sensación, desde el primer día, es que pocas estrellas tienen menos interés en serlo o aparentarlo que él. Y eso siempre ha jugado a su favor, además de no impedirle lograr algunos éxitos realmente importantes a nivel crítico y comercial.
A lo largo de este especial, conocemos diez curiosidades y anécdotas sorprendentes sobre un tipo que, desde la sencillez y humildad, ha sabido mantener un estatus tan especial como diferente. No reventará taquillas, ni se llevará premios importantes ni, probablemente, deje un legado de películas inoxidables demasiado amplio, pero siempre será Neo. Y John Wick. Maldita sea, aunque solamente sea por ellos uno tiene que ponerse al lado de Keanu.
Curiosidades de Keanu Reeves
Velocidad peligrosa
Además del cine y la música, Keanu Reeves es un enamorado total de la velocidad, especialmente en todo lo que tiene que ver con el mundo de las motocicletas. Sin embargo, esta pasión también le ha provocado algún que otro disgusto, como el que vivió en Topanga Canyon (California), cuando se encontraba participando en la llamada 'carrera del demonio', la cual se celebra de noche y con la iluminación justa. Sufrió un accidente al chocar con la ladera de una montaña. El resultado de aquel golpe fue una cicatriz en el abdomen y una semana de hospital con las costillas y un brazo roto.
Todo por Al y Gene
Keanu Reeves tiene claro que si se le da la oportunidad de compartir proyecto con alguno de sus ídolos cinematográficos no va dejarla escapar bajo ningún concepto. Incluyendo el económico.
Sirvan como ejemplos dos de las películas en las que participó el actor, 'Pactar con el diablo' y 'Equipo a la fuerza', donde aceptó ganar menos dinero del acordado previamente para que los productores pudieran contratar, respectivamente, a Al Pacino y Gene Hackman. Las películas eran bastante mediocres, pero, oye, Keanu fue feliz.
Culpa de Shakespeare
La chispa que despertó el interés de Keanu Reeves hacia el mundo de la interpretación la prendió, nada más y nada menos, que Shakespeare. Y es que, cuando tenía quince años, el actor protagonizó una representación de la obra 'Romeo y Julieta' en la escuela, una experiencia que le marcó para siempre. El inicio de todo.
Alquiler voluntario
Tras establecer su carrera en Hollywood gracias a una serie de éxitos de considerable tamaño, Keanu Reeves decidió que era el momento perfecto para cambiar de hogar. ¿Una mansión con tres piscinas, dos gimnasios y diez habitaciones? No, el actor prefirió vivir en distintas casas de alquiler o en hoteles de la zona. De acuerdo, ya tenía dos casas, una en Hollywood Hills y otra en Nueva York, pero Reeves era un tipo inquieto en esto de encontrar un techo bajo el que dormir.
Manteniendo la calma
Uno de los momentos más extremos de la vida de Keanu Reeves tuvo como protagonista a una fanática que, de alguna sorprendente manera, consiguió colarse en casa del actor. Un momento en el que Reeves se encontraba en la biblioteca, sala a la que consiguió llegar la chica y donde, tras encontrarse cara a cara con su ídolo, le confesó que estaba allí porque quería conocerle y mantener una charla profunda con él.
El actor, manteniendo siempre la calma, comenzó a hablar con ella tranquilamente mientras, de manera casi oculta, consiguió llamar al 911. A continuación, la policía llego a la residencia de Reeves, arrestando a la mujer y sometiéndola a una evaluación psicológica.
Volumen al máximo
Como ya se ha comentado, Keanu Reeves es un loco de la música. Y es que, además de tener su propia banda, la citada Dogstar, el actor es un confeso apasionado de grupos como los Ramones, The Clah o Sex Pistols. Tres propuestas que demuestran que, si tiene que elegir un género, lo más probable es que Reeves se posicione a favor del punk rock.
Generosidad total
Una de las más que probables razones por las que Keanu Reeves es tan querido por sus múltiples compañeros y compañeras de reparto es su generosidad. Y el ejemplo más claro lo tenemos en el rodaje de 'Matrix Reloaded', donde el actor decidió regalarles una moto Harley-Davidson a todos y cada uno de los extras que participaron en la escena de la lucha de Neo contra los cien agentes Smith. Imaginamos que le siguen dando gracias a diario.
¿Secuelas o giras?
'Speed' fue uno de los más grandes y merecidos éxitos de la carrera de Keanu Reeves, una trepidante cinta de acción con la que el actor consiguió todo un taquillazo que, evidentemente, provocó la intención casi automática por parte de los productores de llevar a cabo una secuela.
Sin embargo, cuando Reeves recibió la oferta de protagonizarla, decidió que no porque prefería lanzarse de lleno a una gira con su grupo musical Dogstar. Y menos mal, porque 'Speed 2' fue un absoluto desastre en todos los sentidos.
Cumpleaños colectivo
Uno de los momentos más surrealistas y geniales de la vida de Keanu Reeves fuera del mundo del cine tuvo lugar cuando decidió, atención, celebrar su 46 cumpleaños en la puerta de una tienda de cupcakes. Un lugar que, evidentemente, propició que se acercaran multitud de admiradores con quienes el actor se mostró siempre atento y simpático. En definitiva, una fiesta (callejera) en toda regla.
Ficción o realidad
Una de las escenas más realistas de la primera e inolvidable entrega de 'Matrix', el personaje de Keanu Reeves vomita de manera brutal cerca de la cámara. Un instante que, en realidad, no tuvo nada de ficción ya que el actor había tomado pollo en mal estado, lo que provocó un vomito totalmente real. Nunca una indigestión había servido tanto a un personaje.