Digamos que hay peores maneras de empezar una carrera que con una Palma de Oro en el Festival de Cannes, el premio del público en Sundance y una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Guion. Pero es que el primer largometraje de Steven Soderbergh, 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' sigue siendo uno de los debuts más redondos de las últimas décadas. Por ambición, inspiración y un talento tan desbordante como sorprendente.
Y el impacto es aún más contundente si pensamos que se trata de una película escrita en poco más de una semana, rodada y montada en dos meses y con un presupuesto que no llegaba a los dos millones de dólares. Ah, y Soderbergh, que se encargaba del impresionante guion y de la fascinante dirección, no llegaba a los treinta años. Una cosa de locos. Y de genios, claro.
Factores que elevan, aún más si cabe, el valor de una obra maestra marcada por diálogos de oro, interpretaciones de primer nivel y alguna de las escenas más inquietantes y hermosas que nos ha regalado Soderbergh a lo largo de su carrera. Impecable de principio a fin. El mejor inicio posible para una carrera única. Y la mejor película del imprevisible y apasionante cineasta hasta la fecha.
Curiosidades de 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo'
Creatividad fugaz
El joven Steven Soderbergh escribió el guion completo de 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' en, nada más y nada menos, que ocho días durante un pequeño viaje. Culminaba de esta fugaz y sorprendente forma una primera idea que se le había ocurrido un año antes, pero que nunca se había sentado a desarrollar hasta ese momento.
Expectativas vs. Realidad
Durante su estancia en las carteleras de los cines de Berlín, fueron muchos los espectadores que cruzaron el muro de la ciudad desde el este hasta el sector occidental para poder ver 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' en pantalla grande. Eso sí, la mayoría de ellos lo hacían porque creían que se trataba de una película pornográfica, dejándose guiar exclusivamente por el título de la cinta.
El arrepentimiento de Jason Leigh
Jennifer Jason Leigh recibió la propuesta de interpretar el papel de Cynthia Bishop en 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', pero lo rechazó para poder participar en la terrible 'Miami Blues'. Años más tarde, la propia actriz confesó que se sentía muy arrepentida de no haber elegido la oferta de Soderbergh. Comprensible.
Experiencia Cannes
Con su celebrada victoria gracias a 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', Steven Soderbergh se convirtió en el ganador más joven de una Palma de Oro en la historia del prestigioso Festival de Cannes. Sin embargo, estuvo muy cerca de no tener ni siquiera la opción de poder participar en el certamen. Y es que, en un primer momento, se suponía que la película formaría parte de la Quincena de Realizadores, sección independiente que se desarrolla en paralelo del certamen. Pero todo cambió cuando una de las cintas que iba a competir por la Palma de Oro terminó cayéndose de la programación, lo que llevó a 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' a ocupar su lugar.
Otro reparto
Antes de que James Spader y Peter Gallagher terminaran consiguiendo los papeles de Graham y John, respectivamente, de 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', David Duchovny y David Hyde Pierce realizaron audiciones en busca de una oportunidad para interpretar a estos personajes. Por desgracia para ellos, no pasaron el corte.
Pensando en Ann
Steven Soderbergh escribió el papel de Ann en 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' pensando en Elizabeth McGovern, pero nunca llegó a ofrecérselo, algo que, por el contrario, sí hizo con Brooke Shields, quien lo rechazó. De hecho, el cineasta confesó en el estreno de la cinta en el Festival de Sundance que originalmente pensaba que Andie MacDowell era una actriz demasiado débil para interpretar al personaje, especialmente por el trabajo que había visto de ella en la fallida 'Greystoke: La leyenda de Tarzán'.
Crítico exigente
Uno de los críticos más duros con 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' fue, precisamente, el propio Steven Soderbergh. Y es que, pocos años después del exitoso estreno de la película, el cineasta aseguró que la entusiasta respuesta por parte del público y la crítica solamente era un indicativo de que había muy poco buen cine al que poder agarrarse. Un harakiri en toda regla.
Títulos variados
'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' es una de esas películas cuyo título se ha convertido en un pequeño clásico en sí mismo. Y eso que, antes de decidir nombrar a la película de esta forma, Steven Soderbergh le ofreció a los productores otras alternativas como: '46:02', 'Retención de retina', 'Modo: Visual' o 'Agendas ocultas'. ¿Cuál era el favorito del director? '46:02', ya que se trata del supuesto tiempo de reproducción de la cinta que el personaje de Ann hace para Graham en la película.
Inspiración personal
La historia de 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' está inspirada directamente en una experiencia personal de Steven Soderbergh, una relación fallida que le afectó de manera considerable. Eso sí, el propio director confesó años más tarde que, un tiempo después de aquella ruptura, consiguió retomar la amistad con aquel amor perdido.
Referentes cinematográficos
A la hora de citar influencias cinematográficas que fueron claves para 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', Steven Soderbergh ha señalado siempre tres clásicos de la década de los años 70: 'Conocimiento carnal', 'Mi vida es mi vida' y 'La última película'. Palabras mayores.
