Con 'Sin perdón', Clint Eastwood recogió el guante que John Ford había dejado décadas atrás en el aire con la apabullante 'El hombre que mató a Liberty Valance' y retomó la senda del western crepuscular forjado por la soledad del héroe, el pesimismo en medio de las balas, los silencios en blanco y negro, el debate moral antes de cada disparo, los demonios omnipresentes.
Clint igualó a su maestro, Sergio Leone, a base de esquivar precisamente las claves más representativas de las películas que llevaron a cabo juntos y que habían llevado al género a otro lugar, ni mejor ni peor, diferente. Es decir, su alumno devolvió al western esa profundidad psicológica, ese clasicismo olvidado a favor del éxtasis visual y la épica desmedida. Esta obra maestra que respiraba grandeza en cada uno de sus fotogramas, está considerado por la inmensa mayoría como el mejor trabajo de Eastwood hasta la fecha.
Y pese a que algunos conectamos de manera más fuerte con otras de sus propuestas, es indiscutible, e innecesario, cuestionar uno de los mejores westerns de la historia del cine, una historia repleta de personajes inolvidables que forman ya parte de algunos de los momentos imprescindibles del séptimo arte. Aquí están diez curiosidades de una película perfecta de inicio a fin.
Curiosidades de 'Sin Perdón'
Esperando el momento
Es evidente que 'Sin perdón' está considera, con toda justicia, como una de las grandes películas de los 90 pero, sin embargo, su destino inicial era dejar huella en los setenta, década en la que el proyecto comenzó a dar vueltas por algunos de los principales estudios de Hollywood de la mano del guionista David Webb Peoples. La cuestión fue que, de manera sorprendente, nadie en la industria se interesó por llevar esta historia a la gran pantalla.
Años más tarde, el mismísimo Francis Ford Coppola quiso dirigir la película pero no consiguió la financiación necesaria hasta que, tras perder la paciencia en 1985, Clint Eastwood se quedó con los derechos del guión para empezar a trabajar en ella. Muchas vueltas para llegar al destino más feliz posible.
Las dudas de Gene
Gene Hackman consiguió un merecidísimo Oscar a Mejor Actor de Reparto por su inolvidable interpretación en 'Sin perdón', un trabajo que estuvo a punto de rechazar. ¿Su razón? Sencilla, la historia que quería contar Clint Eastwood contenía demasiadas dosis de violencia, lo que le hizo plantearse seriamente su participación. Afortunadamente, terminó accediendo.
Sin prisa pero sin pausa
Si algo ha demostrado Clint Eastwood a lo largo de su carrera como director, más allá de su inmenso talento, a la altura de cualquier gran clásico, es la rapidez con la que rueda. Una, dos, tres tomas como mucho. Y a lo siguiente. Por supuesto, 'Sin perdón' no fue ninguna excepción, finalizando su rodaje tras 39 días, 4 menos de los que estaban previstos. No necesitó más para construir una obra maestra.
Premios para el western
'Sin perdón' consiguió la unanimidad total de crítica, público y la Academia. Diez nominaciones a los Oscar para la obra maestra de Clint Eastwood que terminaron convirtiéndose en cuatro estatuillas, las correspondiente a Mejor Montaje, el citado anteriormente Mejor Actor de Reparto, Mejor Director y, por supuesto, Mejor película.
Un triunfo total que, además, tenía el componente histórico de convertir a 'Sin perdón' en el tercer western en conseguir el Oscar más importante de la noche tras 'Bailando con lobos' y 'Cimarrón'.
Fidelidad absoluta
¿Queréis saber las diferencias entre el guión original de 'Sin perdón' y la película resultante dirigida por Clint Eastwood? Una, el título. Y ya. El actor y director se dio cuenta de que cada cambio o variación que quería hacer del libreto firmado por David Webb Peoples solamente empeoraba el material. Si algo es perfecto, ya se sabe, mejor no tocarlo.
La atmósfera perfecta
Clint Eastwood y su equipo lo tenían claro, si se iba a hacer un western como los de antes, había que mantener la esencia en todos los elementos que rodeaban a la película. Por eso, el cineasta decidió que ningún vehículo podría estar en el set de rodaje, consiguiendo así la atmósfera perfecta para una película como 'Sin perdón'.
Salvaje y violento Oeste
Por un momento, David Webb Peoples estuvo cerca de la idea de Gene Hackman de que 'Sin perdón' era una historia demasiado violenta. De hecho, el guionista decidió en un primer momento evitar el mayor número de escenas violentas posibles, algo que cambió por completo cuando vio 'Taxi Driver', la obra maestra de Martin Scorsese. Tras esta experiencia, Webb quiso que los disparos y las muertes de 'Sin perdón' fueran lo más realistas posibles, entendiendo que era algo absolutamente coherente con la trama y sus personajes.
Cambiando de opinión
En unas declaraciones al más puro estilo Quentin Tarantino, Clint Eastwood aseguró que 'Sin perdón' sería la última película en la que participaría como actor y director al mismo tiempo.
Muchos nos lo creímos pero, afortunadamente, todavía le quedaban un buen puñado de cintas en las que volvería a ejercer estas mismas labores: 'Los puentes de Madison', 'Un mundo perfecto', 'Poder absoluto', 'Ejecución inminente', 'Space Cowboys', 'Deuda de sangre', 'Million Dollar Baby' y 'Gran Torino'.
Trabajando con mamá
La maravillosa madre de Clint Eastwood, Ruth Wood, a la que hemos podido ver acompañando a su hijo en numerosas alfombras rojas y ceremonias de premios, Oscar incluidos, apareció como extra en 'Sin perdón' en una escena en la que su personaje subía a un tren.
Lástima que ese momento fuera eliminado del montaje final de la cinta, una decisión que su hijo argumentó asegurando que la película "era demasiado larga y algo había que cortar". A modo de compensación, el bueno de Clint llevó a su madre a la ceremonia de los Oscar de aquel año, permitiendo que disfrutara en directo del triunfo total de su hijo.
Saludo a los maestros
Por si a alguien le quedaba alguna duda, o es de esas personas impacientes que salen disparadas de la sala en cuanto comienzan a aparecer los títulos de crédito finales, Clint Eastwood dedica 'Sin perdón' a sus dos grandes maestros, 'Sergio y Don', o lo que es lo mismo, Leone y Siegel. Un tipo agradecido.