Cines repletos para vibrar durante cerca de 200 minutos de cine en su estado más puro, fascinante, febril y conmovedor. 11 Oscar, pleno total, que sirvieron como recompensa final por parte de una industria que quiso mostrar su admiración y gratitud a casi todos los responsables del (triple) prodigio.
'El Señor de los anillos: El retorno del rey' es una despedida inconmensurable para una de las grandes trilogías que se han podido disfrutar en la gran pantalla. Una película perfecta, capaz incluso de alcanzar y superar unas expectativas situadas a la altura del infinito. Resumiendo: una obra maestra incontestable. Y una de las películas más importantes de la historia del séptimo arte.
Y es que, veinte años después de su triunfal estreno, este tercer capítulo continúa conquistando sin reservas, llevando al público en masa a las salas en sus múltiples reestrenos, cautivando a personas que encuentra en ella un lugar de disfrute constante. La épica. La emoción. La grandiosidad. La fuerza incomparable de los grandes clásicos. Porque de eso hablamos cuando se trata de 'El Señor de los anillos: El retorno del rey'.
10 curiosidades de 'El señor de los anillos: El retorno del rey'
Toma extra
El último día de trabajo de 'El Señor de los anillos: El retorno del rey' tuvo lugar, atención, más de un mes después de su estreno y tres semanas más tarde de que arrasara en los Oscar. Y es que, en otra demostración de lo mucho que le costó desligarse del proyecto, Peter Jackson se las apañó para conseguir rodar una toma final de calaveras en el suelo, afirmando posteriormente que le parecía muy divertido terminar una película que ya había ganado 11 premios de la Academia.
Arañas
Peter Jackson sufre de aracnofobia, lo cual terminó siendo una pieza clave en el diseño de Ella-Laraña. Y es que, a la hora de darle forma, el equipo tuvo en cuenta los tipos de araña que el director más temía.
Entrega militar
Cientos de miembros del ejército neozelandés accedieron a participar como extras en la inolvidable batalla de la Puerta Negra. De hecho, mostraron un nivel de entusiasmo y excitación tan salvaje durante el rodaje que no fueron pocas las espadas y lanzas de madera que terminaron destrozadas.
Anillo doble
Tanto Elijah Wood como Andy Serkis recibieron un anillo (falso) por parte de Peter Jackson para el rodaje de esta tercera entrega. ¿Un regalo? En absoluto, se trataba de una estrategia del cineasta para potenciar el nivel interpretativo de ambos, ya que ninguno de ellos sabía que el otro también tenía un anillo en su poder.
El Señor de los Oscar
'El Señor de los anillos: El retorno del rey' fue la segunda película que contaba con Bernard Hill en su reparto en alzarse con un total de once Oscar. La anterior, efectivamente, fue la también impactante 'Titanic' de James Cameron.
Al fuego
El pobre John Rhys-Davies lo pasaba tan mal cada vez que tenía que meterse en la piel de Gimli, llegando a sufrir varios sarpullidos, que no dudó en quemar de manera literal su maquillaje una vez finalizado el rodaje de 'El Señor de los anillos: El retorno del rey'.
Conejos
El rodaje de la impresionante batalla de los Campos del Pelennor se llevó a cabo en un gran terreno poblado exclusivamente de conejos, situación que provocó que el lugar tuviera que ser inspeccionado cada poco tiempo para evitar que los numerosos agujeros y madrigueras pudieran provocar accidentes, especialmente en lo que respecta a los jinetes y sus caballos.
Boda entre amigos
Tanto Viggo Mortensen como Billy Boyd quisieron asistir al rodaje de la escena de la boda del personaje de Sam situándose, eso sí, fuera de cámara. De esta forma, los actores buscaban ayudar al gran Sean Astin en su interpretación.
Créditos finales
Los emotivos retratos de los personajes que aparecen en los créditos finales de 'El Señor de los anillos: El retorno del rey' fueron idea del maravilloso Ian McKellen. Unos bocetos creados por el diseñador de producción Alan Lee en base a varias imágenes fijas de los protagonistas.
Los Weinstein
Lo peor para Peter Jackson de su trabajo en la trilogía de 'El Señor de los anillos' fue tener que tratar con los hermanos Harvey y Bob Weinstein. De hecho, la experiencia fue tan negativa que el director decidió que el nombre de ambos apareciera en los créditos sobre un boceto a lápiz de un hombre luchando contra dos inmensos trolls. Muy sutil. Y muy merecido.