El fallecimiento de Paul Walker en 2013 supuso un tremendo e inesperado golpe para millones de espectadores que vivían pegados a sus carreras y piruetas imposibles agarrado al volante de la saga 'Fast & Furious'. El destino, tan macabro y puñetero a veces, quiso que su muerte se situara tan cerca de la ficción como a ras de carretera, ya que el actor perdió la vida en un terrible accidente de tráfico mientras conducía su Porsche Carrera GT. Desde entonces, los homenajes (y las polémicas) se han ido sucediendo, primando siempre el recuerdo emocionante y emocionado de sus compañeros y compañeras de reparto.
Y la misma reacción obtuvo por parte de un público que siempre le mostró un cariño y admiración especial, fieles a cada una de las entregas en las que su personaje más recordado, Brian O' Conner, crecía a la misma velocidad que la calidad y éxito de una saga que marcó su carrera de forma definitiva. Walker, consciente de la deuda que tenía con 'Fast & Furious', se entregaba en cuerpo y alma, tomándose muy en serio incluso aquellos momentos tan cercanos al delirio que ha ido ofreciendo la franquicia en cada una de sus últimas entregas.
Le seguimos echando de menos
Menos suerte tuvo en sus proyectos paralelos, un conjunto de películas que terminaron fracasando tanto a nivel de taquilla como de crítica, pero con el que Walker intentó construir una carrera alejada de lo previsible. No funcionó del todo, pero el actor ha terminado siendo un referente dentro de un género de cine, el de acción, que sigue echando mucho de menos su presencia, respeto y dedicación ejemplar. Aquí están 10 curiosidades sobre nuestro querido Paul Walker.
Curiosidades de Paul Walker
Sin La Fuerza
Entre todas las pruebas de casting que realizó Paul Walker a lo largo de su carrera, destaca una que podría haber cambiado su vida para siempre: Anakin Skywalker. Efectivamente, el actor probó suerte y se presentó a la multitudinaria audición para probar suerte e intentar formar parte del universo 'Star Wars'. Finalmente, Walker fue rechazado porque, según los responsables de la saga galáctica, era demasiado viejo para el papel.
El Señor de los anillos
En una ocasión, Paul Walker se encontraba visitando una joyería cuando, de repente, observó a una pareja que andaba buscando el anillo de compromiso perfecto. Sin embargo, cuando finalmente dieron con él y comprobaron su altísimo precio, tuvieron que rechazar la opción de comprarlo.
Una situación que Walker no quiso permitir, así que lo compró él mismo y se lo regaló discretamente al novio para que sorprendiera a su chica en la pedida de matrimonio. Romanticismo generoso y viceversa.
Héroes en la familia
Paul Walker contaba con dos auténticas leyendas en su familia: sus abuelos. El que le correspondía por parte de madre luchó en la Segunda Guerra Mundial, llegando a ser comandante de un batallón de tanques en Italia, mientras que su abuelo paterno fue uno de los supervivientes del ataque a Pearl Harbor, además de un campeón de boxeo de peso medio en la Armada estadounidense.
Mirando hacia otro lado
Uno de los planes que menos le podían apetecer a Paul Walker era el de disfrutar de algunas de sus películas. Y es que, como confesó el actor en alguna ocasión, odiaba verse en pantalla. ¿La razón? Se criticaba de manera salvaje. Autocrítica absoluta y dolorosa.
Inicios (muy) inicios
La primera aparición de Paul Walker en una pantalla fue cuando solamente era un niño, durante la década de los setenta, y anunciando pañales Pampers. Eso sí que son unos primeros pasos en toda regla.
Rápido y furioso
Aunque parezca increíble, especialmente si tenemos en cuenta el nivel de locura y exceso de la gran mayoría de ellas, fue el propio Paul Walker quien protagonizó, sin dobles, la inmensa mayoría de escenas de acción de las entregas de 'Fast & Furious' en las que participó. Comprometido y entregado a la causa de la Familia.
Actividad constante
Además de su pasión por el mundo del motor, Paul Walker era un auténtico enamorado de deportes como el surf, el jiu-jitsu o el muay thai. No había descansos para el actor.
Decisiones compartidas
Cuando su agente le propuso un proyecto que se rodaría durante el verano, Paul Walker se enfadó muchísimo con él argumentando que debería saber que se trataba de la época del año que dedicaba por completo a su hija. Sin embargo, cuando la pequeña descubrió el motivo del cabreo de su padre decidió hablar con él para ver si existía la posibilidad de que viajaran juntos hasta la zona en la que se iba a realizar el rodaje de la película en cuestión.
Y así eran la mayoría de procesos entre ambos, un padre y una hija que analizaban y tomaban todas y cada una de sus decisiones de manera conjunta y natural, primando siempre el cariño entre ambos.
Amén
Paul Walker nunca ocultó sus ideales religiosos, marcado profundamente por una infancia en la que su familia le introdujo en la iglesia Mormona. Una etapa clave para entender su posición posterior, la cual le llevó a asegurar, entre otras cosas, que nunca había logrado entender a los ateos.
El reino del automóvil
Todos y cada uno de los coches que aparecen en la mediocre '2 Fast 2 Furious (A todo gas 2)', fueron escogidos por Paul Walker. Una demostración de confianza por parte de un equipo de profesionales que sabían que el actor, a la hora de seleccionar los vehículos más idóneos para la película, no fallaría. Incluso puede que alguno de ellos terminara en la colección que tenía Walker en casa, formada por más de 30 vehículos, los cuales fueron subastados tras la muerte del actor.