Es una auténtica pena que 'El llanero solitario', adaptación de un serial radiofónico que conquistó a millones de oyentes desde su creación a comienzos de la década de los treinta, haya pasado exclusivamente a la historia como un espectacular fracaso comercial. Un desastre marcado por las expectativas generadas por unos anticipos que se encargaron de vender la película como una especie de 'Piratas del Caribe' en versión indios y vaqueros. Grave error.
Y es que, más allá del maravilloso Gore Verbinski en la dirección y la presencia de un fantástico Johnny Depp, las diferencias entre ambas propuestas eran más que notables. En cualquier caso, aquí hemos venido a reivindicar con entusiasmo este western tan imposible como grandilocuente y memorable repleto de hallazgos visuales y escenas mayúsculas que se encuentran, sin ninguna duda, entre lo mejor que ha dado el género en las últimas décadas.
Por desgracia, el público y gran parte de la crítica hundió sin piedad un trabajo que, desde luego, merecía mucha mejor suerte. Y aquí seguimos algunas personas, pocas pero fuertes, defendiendo a lo largo de la última década a 'El llanero solitario' como un blockbuster por encima del notable. Una joya que merece ser salvada del olvido y amada y defendida sin límites y con pasión. Sobran los motivos, pero aquí tenéis diez.
10 razones para reivindicar 'El llanero solitario'
Gore Verbinski
Si uno repasa con atención la carrera de Gore Verbinski se dará cuenta de que estamos ante uno de los directores más interesantes de los últimos años. Un genio cuyas películas más queridas y exitosas, es decir, la magnífica trilogía inicial de 'Piratas del Caribe' y la asombrosa 'La señal (The Ring)', se combinan a la perfección con joyas del calibre de 'Rango', 'Un ratoncito duro de roer' o 'La cura del bienestar', que también merece con creces un especial orientado a su entusiasta reivindicación. Exceptuando 'The Mexican', su peor trabajo con diferencia, y la correcta 'El hombre del tiempo', el cineasta siempre ha sabido demostrar su talento para asombrar desde el vértigo, firmando muchas, muchísimas escenas para el recuerdo. Por supuesto, 'El llanero solitario' no es ninguna excepción. Aquí encontramos a un director apasionado y apasionante que narra visualmente con la fuerza de un maestro. Dirección excelente para una película a la altura.
Prólogo
En sus primeros minutos, 'El llanero solitario' ya marca un estilo y tono que, pese a sus múltiples variaciones posteriores, mantendrá intacta su esencia central: ser, nada más y nada menos, que un cuento repleto de aventura, acción, diversión, terror y sorpresas. Un cuento contado frente a la mirada hipnotizada y fascinada de un niño que sueña con ser cowboy y que, tras un guiño inicial que asusta al más valiente, escucha con atención los recuerdos de un personaje memorable. Todo está en ese fabuloso prólogo que ofrece el respiro justo antes de que se activa el apabullante carrusel.
Johnny Depp
Aunque por momentos es cierto que parece que estamos ante un Jack Sparrow disfrazado de indio, algo que, por otra parte, ha ocurrido en la práctica totalidad de películas estrenadas por Johnny Depp desde la esencial 'Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra', su interpretación en 'El llanero solitario' resulta tan excelente o más que aquella.
Y es que, desde el primer momento, encontramos a un actor que, además de pasárselo en grande sin descanso y de manera evidente de inicio a fin, aporta una humanidad, sensibilidad, corazón y personalidad fascinante a su personaje. Un trabajo modélico que, al igual que ocurre con el resto de elementos presentes en la película, merecería situarse con más normalidad entre lo mejor de Depp.
Hans Zimmer
Grandilocuente, excesiva, aparatosa, vibrante, emotiva, apabullante, épica y con trazos clásicos y profundamente representativos de las bandas sonoras del mejor western. Efectivamente, el trabajo del gran Hans Zimmer, como siempre, se hace notar con contundencia a lo largo de 'El llanero solitario', pero lo hace en todo momento aportando lo que requiere cada escena. Una de esas obras musicales que también enamoran cuando se escuchan de manera independiente.
Géneros
A lo largo y ancho de sus casi 150 minutos, casi nada, 'El llanero solitario' juega con multitud de géneros. Así, el equilibrio imposible se hace gozosa realidad en una película que pasa del cine de terror a la aventura clásica, de la comedia con ecos evidentes a Buster Keaton a la hipérbole del blockbuster de acción, de la buddy movie al surrealismo. Y todo ello, sin perder nunca la brújula del entretenimiento, el interés, el impacto y la diversión.
Espectacularidad
Incluso quienes nunca han mostrado compasión alguna con 'El llanero solitario' admiten que hablamos de una película realmente espectacular. Y es que, aunque no te convenza su historia, veas mil errores en sus costuras, se te haga eterna o no le encuentres la gracia, resulta imposible (y algo absurdo) negar la tremenda escala y alcance de sus numerosas escenas de acción. Y no tiene una mala.
Reparto
Partiendo de la base de que lo peor de la película es la sosa interpretación de su protagonista principal, Armie Hammer, el resto del reparto de 'El llanero solitario' está lleno de grandes nombres que aportan su carisma y talento sin importar el tiempo exacto que tengan en pantalla o la importancia real de sus personajes en la historia. En este sentido, además del ya citado Johnny Depp, es un auténtico placer disfrutar de trabajos como los que ofrecen Helena Bonham Carter, Ruth Wilson, Tom Wilkinson, William Fichtner o Barry Pepper.
Ambición y originalidad
Para muchas personas fue precisamente su error más grande, pero resulta admirable comprobar la tremenda ambición que rodea a 'El llanero solitario'. Hablamos de una película que se aleja por completo de la zona de confort, que apuesta por la ruta más suicida y arriesgada, que se la juega en todo momento, que nunca resulta previsible y cuya originalidad es un gigantesco soplo de aire fresco que muchos pagaríamos por volver a sentir en el género tanto del blockbuster de estudio como incluso del propio western más reconocible.
Humor
Dentro de los múltiples géneros que se dan cita en 'El llanero solitario', el humor es un factor casi omnipresente. Y funciona. Ya sea desde el diálogo, la confusión o, sobre todo, el slapstick, la película ofrece un buen puñado de escenas que desatan la carcajada.
Clímax final
Con el tiempo, ha terminado convirtiéndose en La Escena de 'El llanero solitario', aunque, para ser 100% sinceros, desde el primer momento estaba claro que su impresionante clímax final era el punto más alto de la película. Trenes, saltos imposibles, persecuciones, explosiones, tensión, risas y golpes que se dan cita en un (largo) tramo de cine para enmarcar. En resumen, una de las cimas incontestables del blockbuster reciente.