Película de tempo pausado, cocinada a fuego lento, narrada sin prisa pero sin pausa y consciente de no necesitar correr para alcanzar la meta más preciada posible, es decir, la emoción, 'El río de la vida' mantiene intacto su estatus de cinta realmente importante en la trayectoria del Robert Redford director. Y hablamos de una filmografía sin apenas fisuras.
Un honor plenamente merecido para una propuesta que, de nuevo, ancla sus pilares en un modelo de cine clásico que esquiva los fuegos artificiales dramáticos a favor de silencios que encogen el corazón del espectador. Ahí está para demostrar esta filosofía narrativa un tramo final realmente magistral donde, por encima de todo, sobresalen las miradas encontradas y ausentes de esos personajes interpretados con maestría por Craig Sheffer, Brad Pitt y, muy especialmente, Tom Skerritt y Brenda Blethyn.
Imposible no recordar a esta familia cinematográfica sin que el nudo en la garganta vuelva a hacer acto de presencia y sin sentir esas ganas irrefrenables de volver a vibrar al compás de su conmovedora historia, sus inolvidables interpretaciones y sus cautivadoras imágenes. Sin lugar a dudas, un pequeño gran clásico del cine de la década de los noventa.
10 curiosidades sobre 'El río de la vida'
La insistencia de Robert
El interés de Robert Redford por llevar a cabo esta película fue tan grande que estuvo adulando durante años al autor de la novela original, Norman Maclean, para poder conseguir los derechos. Su insistencia, claramente, tuvo recompensa.
Debut ilustre
Además de una extraordinaria película, 'El río de la vida' también supuso el debut de Joseph Gordon-Levitt, quien interpretaba a la versión infantil del personaje de Norman durante los primeros compases de la cinta. Un actor que llegó para quedarse.
Pesca en la ciudad
De cara a preparar su personaje, Brad Pitt se estuvo entrenando en la práctica de la pesca con mosca durante las cuatro semanas previas al inicio del rodaje de la película. Eso sí, al no tener cerca ningún río donde poder practicar, el actor estuvo entrenando, atención, desde el tejado de un edificio de Los Ángeles.
Reunión
'El río de la vida' también facilitó emotivos reencuentros. El más especial de ellos, sin duda, fue el de Robert Redford y Tom Skerritt treinta años después de la notable 'Soldado o cazador (El que mató por placer)' de Denis Sanders.
A la segunda
Brad Pitt hizo dos audiciones para conseguir el papel de Paul. ¿La razón? Su primera no le gustó nada...a él. Por eso, fue el propio actor quien insistió a los responsables de la película para que le dejaran enviar una segunda prueba interpretando otra escena, la cual convenció a Robert Redford para incluirle finalmente en el reparto. Misión cumplida para Brad.
Diferencias de edad
El cine y sus diferencias de edad. Un clásico que, en 'El río de la vida', está representado por Edie McClurg, actor que es solamente 12 años mayor que Stephen Sellen, quien interpreta a su hijo en la película.
Opción Phoenix
Antes de que Brad Pitt lograra hacerse con el codiciado papel de Paul, el malogrado River Phoenix estuvo muy cerca de conseguirlo gracias a una brillante audición.
Conflictos musicales
En un primer momento, Elmer Bernstein compuso la música de la película. Sin embargo, su partitura no convenció en absoluto a Robert Redford, quien prescindió de la misma y contrató a Mark Isham para que llevara a cabo una nueva banda sonora, la cual terminó siendo nominada al Oscar.
Protección animal
Todas las truchas que se usaron en el rodaje de 'El río de la vida' fueron criadas en distintos estanques ubicados en Montana, manteniéndose asimismo en un camión cisterna especialmente acondicionado para ellas. Además, en vez de usar anzuelos, se ató una línea a la mandíbula inferior de cada pez con mucho cuidado para que no resultaran heridos, siendo controlado este proceso por distintos responsables de la Sociedad Protectora de Animales de Montana.
William y Paul
Otro de los actores que trataron de conseguir el papel de Paul fue el mismísimo William Hurt, quien llegó incluso a salir de pesca con el autor de la novela original, el citado Norman Maclean, para tratar de convencerle. Tras disfrutar de la jornada, el intérprete le preguntó al escritor si había pescado lo suficientemente bien como para conseguir el papel, a lo que Maclean respondió: "Bueno, eres un pescador bastante bueno, pero no lo suficientemente como para ser mi hermano".