Incluso aquellas personas que llevan unos años ejerciendo la admirable labor de reivindicar la trilogía de precuelas de 'Star Wars' con la que George Lucas agitó, polemizó, arrasó, apasionó (poco) y enfureció (mucho) durante los primeros compases del siglo XXI, menudos tiempos aquellos, encuentran realmente complicado descifrar los motivos para celebrar 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'.
Sin embargo, maldita sea, vamos a sumarnos a esa defensa e intentar encontrar las virtudes más destacadas dentro de una entrega claramente menor de la saga galáctica. Y es que, tras revisarla recientemente, es cierto que algunos aspectos, tanto dramáticos como visuales, siguen sin funcionar ni un poco, acercándose al terreno de la telenovela más irrisoria en el primero de los casos y al del videojuego pasado de moda al segundo de su estreno, pero otros se salvan con cierta holgura.
En ese sentido, el del vaso medio lleno, destacan unos primeros compases por encima de la media, un clímax final bastante apañado, el Obi-Wan Kenobi de Ewan McGregor en modo detective y, sobre todo, un Yoda pletórico en cada una de sus apariciones. Son pequeños destellos en un todo profundamente irregular, desde luego, pero sirven para salvar de la quema a una película que, aunque nunca sea capaz de escalar hasta los primeros puestos de los fanáticos galácticos, puede que ni siquiera hasta posiciones de media tabla, no deja de ser un simpático entretenimiento.
Curiosidades de 'El ataque de los clones'
Efectos de sonido
Una de las primeras cosas que hizo Ewan McGregor al sumarse a la saga galáctica en la estimable 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma' fue agarrar uno de los sables de luz para los ensayos y empezar a hacer con su propia boca el característico sonido del arma. Y exactamente lo mismo hizo un joven Hayden Christensen al llegar al plató de 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'. Un momento que le resultó especialmente divertido a George Lucas, quien le aseguró entre carcajadas al actor que estaba seguro de que alguno de los responsables de los efectos sonidos de la película podría hacerlo mejor en la fase de postproducción.
Guiño a Jar Jar
A nadie se le escapa que Jar Jar Binks es uno de los puntos más criticados de 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma' en particular y de la saga galáctica en general. Por eso, el equipo de 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' optó por tomárselo a broma y tituló de manera provisional a esta entrega con el nombre de 'La gran aventura de Jar Jar'. Mejor reír que llorar.
Taquilla menor
'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' tiene el nada feliz honor de ser la única entrega de esta saga que no consiguió ser la más taquillera del año en Norteamérica. De hecho, tuvo que conformarse con el bronce, ya que los dos primeros puestos fueron a parar a 'Spider-Man' y 'El Señor de los anillos: Las dos torres'. Menuda pareja de blockbusters perfectos.
Duración histórica
Las dos horas y veintidós minutos que dura 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' convierten a esta entrega en la más larga de la saga hasta la llegada de la maravillosa 'Star Wars: Los últimos Jedi', la cual le vencía por poco más de diez minutos. Todos mejor aprovechados, eso sí.
Pelea diferenciadora
El equipo responsable de las peleas en 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' confesó en los comentarios del DVD que el enfrentamiento entre Jango Fett y Obi-Wan Kenobi, uno de los mejores momentos de la película, se diferenció de manera intencionada del resto de peleas de la cinta al centrarse más en el combate físico y el cuerpo a cuerpo, algo poco visto en la saga hasta ese momento.
Un nuevo Yoda
'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' es la primera película de la saga en la que el personaje de Yoda fue generado completamente por ordenador. Y es que, tras fallar en el intento en la anterior entrega, el equipo de efectos de la película le presentó años después a George Lucas unas imágenes del legendario personaje en formato CGI interpretando la inolvidable escena de 'Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca' en la que le explicaba a Luke la naturaleza de la Fuerza. El impacto en Lucas fue instantáneo y decidió de inmediato optar por esta modalidad técnica a la hora de dar forma a Yoda.
Buscando a Anakin
Las audiciones para el papel de Anakin Skywalker fueron un auténtico terremoto en Hollywood. Y es que, antes de que Hayden Christensen fuera el escogido por lo bien que (supuestamente) quedaba con Natalie Portman en pantalla, estuvieron cerca de interpretar al personaje actores como Ryan Phillippe, Paul Walker, Colin Hanks, Christian Bale, Heath Ledger, James Van Der Beek, Joshua Jackson, Eric Christian Olsen, Chris Klein o el mismísimo Leonardo DiCaprio.
La visita de Coppola
El gran Francis Ford Coppola, uno de los mejores amigos de George Lucas, visitó el set de rodaje de 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' durante una jornada en la que Christopher Lee, básicamente, se dedicó a disparar contra una pantalla verde. Mientras el ilustre actor llevaba a cabo su labor, Lucas y Coppola comentaron que no había ningún tipo de expresividad en su rostro, pero en el mismo momento en el que finalizó la toma, ambos directores le felicitaron por su actuación. Es lo que tienen las leyendas.
Boy band galáctica
Aunque su escena fue eliminada en la sala de montaje, los miembros de, nada más y nada menos, que NSYNC, una de las boy band más famosas de aquellos primeros años de la década de los 2000, participaron en el rodaje de 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones' apareciendo como secundarios en la escena del club nocturno que aparece al comienzo de la película.
Las palabras mágicas de Samuel L. Jackson
'Bad motherfucker'. Estas son las lindas palabras que Samuel L. Jackson inmortalizó en la empuñadora del sable de luz que utiliza en 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'. Además, este insulto también está impreso en la billetera que tenía su memorable Jules Winnfield en la inoxidable 'Pulp Fiction'.