Desde mediados del siglo XX, e incluso desde la posguerra, España vivió un cambio geográfico: el éxodo rural. Multitud de personas (los que podían) emigraron de los pueblos a las ciudades en busca de una vida mejor, de oportunidades que no encontrarían entre la tierra y el árbol. Aunque este fenómeno dio forma al concepto de "España vaciada" (que llega hasta nuestros días en forma de digitalización y desatención de los servicios primarios), es un término que se fraguó en buena parte del primer mundo como consecuencia de la Revolución Industrial, golpeando aún más fuerte en nuestro país debido a la autarquía del franquismo. Empobrecimiento, distanciamiento entre los estamentos sociales, terratenientes dominando a su antojo al campesinado...De todo ello se empapó el cine, como buen reflejo de la vida real que es, para radiografiar una de las peores épocas de nuestra historia y convertirla en auténticas joyas del séptimo arte.
Teniendo en cuenta la historia y la tradición, son muchas las producciones españolas que abordan este tema. Y en multitud de géneros. Si nos fijamos en la comedia, tenemos de todo. Desde la absurda y brillante 'Amanece, que no es poco', con un José Luis Cuerda que teñía de surrealismo las desventuras de unos pueblerinos, hasta 'La vaquilla', cuyo contexto bélico le venía al dedillo para satirizar y denunciar las costumbres de la España profunda; pasando, claro, por las comedias más recientes que tratan de alejarse del landismo y sacarle jugo al choque entre lo rural y lo urbano, como 'El pregón' o 'Villaviciosa de al lado'. Dentro del thriller tenemos la corpulenta 'Tarde para la ira', debut en la dirección de Raúl Arévalo, o 'El séptimo día', del gran Carlos Saura. A destacar el nuevo y extremeño aporte, 'Cerdita'. En el drama, surge con 'Jamón, jamón', una nueva prosa, noventera y sexy, pero sin olvidarnos de la identitaria 'Volver' de Pedro Almodóvar o clásicos incontestables como 'El sur', de Víctor Erice. Aunque sea una oferta inabarcable, en esta ocasión elegimos 10 auténticas joyas que representan toda la crudeza de la vida rural, ya sea reciente o antigua, dramática o cómica.
Lo que está claro es que la vida rural seguirá siendo un caldo de cultivo idóneo para recoger historias que hablen de la condición humana o de su extraña y compulsiva relación con la naturaleza. Historias que seguirán contando con el cainismo habitual del español medio, lleno de sarna, esperpento, guasa, socarronería, astucia y picaresca. Ahora, con el deplorable trato que recibe de las administraciones públicas, el mundo rural desarrolla nuevas narrativas que desembocarán en historias innovadoras. Y cuando estas desaparezcan, otras surgirán. Y así por los siglos de los siglos, hasta que destruyamos el planeta... o él nos destruya a nosotros.
10 joyas de cine rural sobre la España vaciada
'As Bestas'
Rodrigo Sorogoyen, junto a su compinche Isabel Peña, se aleja del thriller urbanita que perfeccionó con 'Que Dios nos perdone', 'El reino' y 'Antidisturbios' para girar su cámara a la España vacía. 'As Bestas' nos habla de la obcecación en clave rural, con ganaderos más cercanos a bestias que a hombres. Luis Zahera regala otra masterclass (y ya van...) donde la tensión, marca de la casa, aumentará hasta explotar, llevándose por delante amistades, lazos de sangre y contratos precarios con empresas eólicas que esquilman la tierra. Sorogoyen rubrica el mensaje con una bonita reflexión sobre el extranjerismo y el sentimiento de pertenencia.
'La lengua de las mariposas'
El maestro José Luis Cuerda ya abordó la vida rural desde la vis cómica más absurda con 'Amanece que no es poco', pero decidió hacer lo propio virando hacia un registro más dramático con 'La lengua de las mariposas', una conmovedora fábula sobre la amistad y la enseñanza, todo oscurecido por las terroríficas sombras de la Guerra Civil. La amistad entre Moncho y su profesor Don Gregorio (histórico Fernando Fernán Gómez), aunque pura y genuina, se tambalea como se tambaleaba España en 1936, en los albores de la tragedia fratricida. Alejandro Amenábar puso la banda sonora para terminar de rompernos el corazón.
'Alcarràs'
Uno de los fenómenos del 2022. Oso de Oro en el Festival de Berlín, preseleccionada como representante española para los Oscar y multitud de aplausos para Carla Simón. Tras 'Verano 1993', la directora catalana se sirve de actores y actrices no profesionales para captar la esencia misma de la vida en 'Alcarràs', construyendo una familia que trabaja a contrarreloj en su última cosecha antes de que pase a manos de pérfidas cosechadoras frías y metálicas. Reflexiona acerca de los beneficios del "progreso" (depende de para qué y para quién) y reivindica una agricultura que agoniza año tras año.
'Lo que arde'
Y de dramas catalanes, a dramas gallegos. Oliver Laxe firma, de manera suave pero contundente, 'Lo que arde', una pequeña proeza que pasó injustamente desapercibida a pesar de sus múltiples premios (entre ellos, dos Goyas). Amador Arias, otro actor no profesional, sale de la cárcel tras cumplir condena por haber provocado un incendio. Su nueva vida deberá acompasarse al ritmo lento de la naturaleza y de su anciana madre, Benedicta Sánchez. El fuego se encontrará con la hierba para trazar un simbiótico pacto entre la comunión con el ambiente y el ardor interior de cada cual.
'La isla mínima'
Para la historia quedó 'La isla mínima', una de las cumbres del cine patrio contemporáneo. Muchos nos sorprendimos cuando vimos a Javier Gutiérrez (por entonces aún el mítico Satur de 'Aguila Roja' y secundario en comedias) y a Raúl Arévalo (igualmente conocido por cosas como 'Gordos' o 'Primos') en sendos papeles de los inspectores Juan y Pepe con este calibre dramático-rural, con ideologías opuestas y con tanto peso encuadrado dentro del neo noir español. El talento de Alberto Rodríguez en el thriller nacional llegó para quedarse, como demuestran 'El hombre de las mil caras' y la reciente 'Modelo 77'.
'El espíritu de la colmena'
Víctor Erice filmaría en la década de los 70 y 80 dos auténticos tótems sobre la decadencia rural que dejó a su paso la posguerra española. Hablamos de 'El sur' y, por supuesto, 'El espíritu de la colmena'. Una jovencísima Ana Torrent ve cómo la proyección de 'El Doctor Frankenstein' le despierta más preguntas que las que su hermana podrá responder nunca. Las confabulaciones infantiles se mezclan con una ambientación sucia y triste para dar a luz una auténtica joya española con imágenes para la posteridad.
'Los santos inocentes'
Mario Carmus adaptaría la novela homónima de Miguel Delibes para dar forma a la mejor película de su filmografía. 'Los santos inocentes' es un retrato desgarrador sobre la España franquista de los años 60. Los terratenientes, unos pijos señoritos de doble moral que hacen oídos sordos ante el sufrimiento del campesinado (brillantes Alfredo Landa y Paco Rabal), disfrutan de los privilegios que les otorga su clase social. Camus se basa en el pasaje bíblico La matanza de los Inocentes para exculpar y reivindicar a unos paisanos sin futuro, esclavizados, desesperanzados y del todo hastiados que, como fuego redentor, ven cómo sus vidas dan un vuelco en un acto vengativo, inesperado y, sí, inocente. Hasta entonces, ya saben: "Ver, oír y callar".
'La novia'
De todas las adaptaciones del celebérrimo Federico García Lorca (incluidas 'La casa de Bernarda Alba' de Mario Camus y 'Bodas de Sangre' de Carlos Saura), puede que 'La novia', de Paula Ortiz, sea la que más consenso reúna en cuanto a su éxito. Doce nominaciones a los Goya (se llevó dos) fueron la compensación a una cuidada sensibilidad a la hora de llevar las páginas a la pantalla, a un retrato veraz al rencor familiar y vengativo y a un trabajo espectacular de Inma Cuesta, así como de Asier Etxeandia y Álex García. Un peligroso reto superado con creces.
'El extraño viaje'
Fernando Fernán Gómez se pasaba a la dirección (y se basaba en un argumento de Luis García Berlanga ) para crear 'El extraño viaje' que, efectivamente, supone un rarísimo descenso a los sórdidos pueblos de provincia donde los chanchullos y las conveniencias están a la orden del día. Bebiendo de clasicazos de la talla de 'Psicosis' o 'La noche del cazador' para conformar un poderoso estilo visual, Fernán Gómez salió triunfal de dibujar una dramedia negra con tintes de marcada guasa española, basada en el chismorreo y la vana monotonía de cualquier pueblo de bien.
'El olivo'
Con una filmografía que cuenta en su haber con 'Te doy mis ojos', 'También la lluvia' o 'Maixabel', Icíar Bollaín no tiene nada que demostrar a nadie y, aun así, dio forma a 'El olivo', una intimísima demostración de que las raíces existen y nos atan más de lo que nos gustaría. Anna Castillo, cuyo papel le valió el Goya a mejor actriz revelación con tan solo 23 añitos, interpreta a Alma, una joven muy unida a su abuelo que removerá cielo y tierra para encontrar el olivo que vendió su familia para sacarse un dinero. A pesar de tener una moraleja algo simplona y naif, 'El olivo' es una dolorosa pero preciosa vuelta a los orígenes, tanto familiares como terrenales.