"Me llamo John Ford y hago películas del Oeste". Una de las muchas sentencias inolvidables que dejó el mejor director de la historia del séptimo arte sirve para definir al completo la esencia de este especial. Y eso que no hacía, ni mucho menos, honor a la verdad, puesto que hablamos de un cineasta que transitó por multitud de géneros, dejando su imborrable huella poética en todos y cada uno de ellos.
Sin embargo, está claro que el western fue un terreno en el que Ford se movió con un estilo, una grandeza, una épica y, sobre todo, una sensibilidad incomparable. Nadie ha contado este tipo de historias, ni antes ni después, con la maestría de un director que parecía incapaz de equivocarse. Todos los elementos, sin excepción, latían, se movían, respiraban y vibraban al compás de lo inolvidable.
En sus inmensos paisajes, sus héroes melancólicos, sus radiantes perdedores, sus leales profesionales, sus preciosos romances y sus duelos al sol habita su versión más inspirada. Y el alma misma del gran cine. Si tenéis alguna duda al respecto, aquí tenéis 10 obras maestras para disiparlas de inmediato.
Los mejores westerns de John Ford
'La diligencia'
No es que el western necesitara una película como 'La diligencia', es que el cine ansiaba encontrarse con un trabajo así, con una obra que revolucionara un género anclado en la indiferencia. La clave estaba en otorgar a los personajes, tan variados como carismáticos, una profundidad psicológica y una complejidad narrativa que estuviera más allá del estereotipo. John Ford lo entendió a la perfección y construyó una historia marcada por un equilibrio entre personajes e historia que no deja lugar a otra cosa que no sea la admiración más profunda.
Si a todo esto le sumamos una puesta en escena siempre perfecta, el descubrimiento histórico de John Wayne, con una presentación de levantarse y aplaudir, y una de las mejores escenas de acción jamás rodadas, tenemos una combinación perfecta. Uno de los westerns definitivos. Una de las mejores películas de la historia del cine.
'Centauros del desierto'
Para el American Film Institute, estamos ante la decimosegunda mejor película de todos los tiempos, siendo además el primer western que encontramos en la lista. Para Steven Spielberg, uno de los aprendices más destacados de la Escuela Ford, es la mejor película que se haya realizado, sin especificar género o década. Es evidente que, con semejantes antecedentes, lo más probable es que el exceso de expectativas acabe con ella sin piedad tras un primer visionado. Pues bien, sucede todo lo contrario.
'Centauros del desierto' es otro de esos westerns que están por encima de la simplona etiqueta de 'película del Oeste'. Aquí hay drama, soledad, acción, poesía y mucha, muchísima melancolía. Ford no ofrece descanso a un espectador que asiste con el corazón en un puño a la historia de un hombre (soberbio John Wayne) que va en busca de los indios que se llevaron a su sobrina. Un punto de partida alejado de la excelencia pero que, en manos de Ford, termina convirtiéndose en el inicio de una película inabarcable en toda su impecable grandeza. Queda para la Historia, en medio de la perfección omnipresente, un último plano de los que ejemplifican porque el cine es arte.
'Misión de audaces'
Protagonizada por dos inconmensurables John Wayne y William Holden, quienes demuestran una espectacular química desde su primer encuentro, 'Misión de audaces' es, además de uno de sus westerns más inspirados, una de las películas más redondas de la trayectoria de John Ford. Repleta de épica, momentos de una intensidad brutal, detalles de puesta en escena que te dejan con la boca abierta y, sobre todo, un clímax final de quitarse el sombrero, estamos ante una obra realmente fundamental para entender la grandeza de su autor.
'Tres padrinos'
Al igual que ocurría con 'Tokyo Godfathers', el precioso remake que realizó el añorado Satoshi Kon, 'Tres padrinos' es uno de los cuentos navideños más hermosos jamás contados. Una obra maestra que emociona hasta la lágrima y que nos ofrece una de las versiones más sensibles y delicadas de John Ford. Una película sencillamente perfecta en su apartado técnico, llena de expresividad y belleza, narrada con el talento de un gigante, repleta de interpretaciones por encima del elogio y única en su ternura contagiosa. Es decir, obligatoria.
'Pasión de los fuertes'
Mi querida Clementine. ¿Qué sería de un buen western sin un tiroteo repleto de nervio y tensión? Ford, siempre sabio, lo sabía pero no caía en la tentación de entregar toda la responsabilidad de una obra a ese instante en el que cualquier personaje puede caer sin piedad. 'Pasión de los fuertes', más allá de ser la película que mejor ha contado el duelo en O.K. corral en la ciudad de Tombstone, uno de los sucesos más legendarios de la historia de los Estados Unidos; es todo un homenaje al clímax como concepto cinematográfico.
Cada segundo del largometraje está planteado, medido y concebido para llevarnos hasta ese tramo final que, lejos de no cumplir las expectativas, termina otorgando todo el sentido a la película. Ford redondea la jugada con dosis de romanticismo y drama, sentido del humor y miradas que hablan más que los disparos. Magistral de inicio a fin.
'El hombre que mató a Liberty Valance'
El western se reinventó, revolucionó y alcanzó su (imbatible) cima con 'El hombre que mató a Liberty Valance'. La obra maestra definitiva de John Ford, es un constante paseo por la perfección narrativa y visual, por el dolor de un pasado que se clava en la espalda. Un recorrido por los traumas a media luz, la amistad sin defensas ni excusas, el inevitable paso del tiempo en una sociedad convulsa que no entiende de relojes.
La poesía que recorre cada fotograma de este trabajo prodigioso, sigue provocando una sensación de belleza y lirismo que resulta todavía inalcanzable para un género que nunca ha vuelto a llegar tan alto. Ford, acompañado de unos inolvidables James Stewart y John Wayne, tocaba el infinito con las manos. Imposible quedarse con una escena. Imposible olvidarse de ella a la hora de pensar en la lista de mejores películas de todos los tiempos. Página dorada del séptimo arte. El mejor Ford. Con todo lo que eso conlleva.
'Fort Apache'
Fácil, lo que se dice fácil, no es escoger dentro de la conocida 'Trilogía de la Caballería' de John Ford. El altísimo nivel de las tres propuestas hace que se entienda más y mejor como un todo que como trabajos individuales e independientes. Lo recomendable, en definitiva, sería disfrutar de todas ellas en orden cronológico, sin excepción, pero la obligación es la obligación, así que empecemos por el principio.
'Fort Apache', como ocurre con el ochenta por ciento de la filmografía de Ford, se sitúa en un contexto concreto para ir mucho más lejos. En un primer visionado, se puede tener la sensación de estar ante una película con demasiados tópicos y lugares comunes, pero revisada y analizada con calma y atención, 'Fort Apache' se muestra mucho más profunda y compleja, más redonda y sobria, más pensada y deslumbrante. Es un trabajo con las señas de identidad de John Ford. Mucho más que un pasatiempo, un regalo.
'La legión invencible'
Desde que empiezan a sonar los primeros compases de la maravillosa 'She wore a yellow ribbon', ya sabes que estás ante algo grande. Y lo que sucede durante el resto de metraje, lejos de difuminar esa idea, hace que se quede pequeña. Situada entre las magníficas 'Fort Apache' y 'Río Grande', 'La legión invencible' no solamente está a la altura, sino que, en muchos momentos, consigue situarse por encima de sus ilustres compañeras. Un John Wayne especialmente inspirado protagoniza otra lección magistral de cine firmada por un John Ford en pleno estado de forma, capaz de alcanzar el infinito con los elementos mínimos.
'Río Grande'
Si me preguntáis, 'Río Grande' me parece la mejor película de la aclamada Trilogía de la caballería de John Ford. Un cierre inolvidable a un conjunto de obras maestras con las que el cineasta y John Wayne volvieron a asombrar al mundo, construyendo piezas cinematográficas tan impresionantes como la que nos ocupa. Y es que, desde sus maravillosos títulos de crédito hasta un clímax final para enmarcar, 'Río Grande' fluye con la grandeza indiscutible del cine más redondo, emocionante y admirable. Inagotable monumento.
'El sargento negro'
Liderada por una conmovedora e impresionante interpretación protagonista de Woody Strode, 'El sargento negro' es una de esas obras injustamente tratadas como menores dentro del apabullante catálogo de John Ford. Y es que, armado en base a numerosos flashbacks, esta auténtica joya, de eso se trata, te mantiene atrapado desde el primer minuto al último, interesado en todo momento a lo que le ocurre a su personaje principal y tratando de anticiparte al siguiente giro que plantea una historia contada con la absoluta maestría que se reserva a los más grandes de la historia. Maravillosa.