La manera en la que una película puede afectar a nuestro estado anímico es tan poderosa como el modo en el que una canción, un libro, una conversación o un beso pueden atraparnos para siempre. No hay fallo, seas más o menos asiduo a las salas de cine, si una película te llega, las consecuencias emotivas arrasan con todo. Y hay pocas, poquísimas sensaciones mejores que la de llorar o reír a carcajada limpia en una butaca, compartiendo la experiencia con desconocidos con los que, de golpe, adquieres un recuerdo compartido de alto voltaje. Es parte del poder del cine, de su capacidad para sobrevivir al tiempo, a las generaciones y a todos aquellos que se empeñan en proclamar su muerte año tras año.
Una buena película puede, perfectamente, salvarte de un mal día, reconciliarte con el mundo, hacer desaparecer los conflictos y conectarte de nuevo con el buen ánimo. Tendrá un componente puramente químico, claro, pero aquí hemos venido a hablar de cine y de la manera en la que uno puede sobrevivir a la tormenta tras dos horas hipnotizado frente a una gran pantalla. Si no os lo termináis de creer, os proponemos diez películas que, en el peor momento, pueden volver a generar ese estado vital luminoso con el que reforzar los lugares más débiles. No importa el modo en el que te enfrentes a ellas, siempre terminarás con una sonrisa en la cara, conmovido y (re)enamorado del cine y de la vida.
Ya lo sé, demasiado azúcar, pero es que es inevitable. En estas diez propuestas tenemos una colección imbatible de momentos de felicidad absoluta, capaces de hacer que nuestras lágrimas se mezclen con nuestras sonrisas de tontos, que nos olvidemos del caos externo, que nos refugiemos en la ilusión que genera el cine. Es una tabla de salvación, una fuente de supervivencia, una experiencia que continúa siendo tan poderosa como el primer día, ya sea en el sofá de tu casa o en una sala abarrotada. Bueno, en este caso son diez de cada. Diez películas con las que conseguir algo tan complejo como levantar el ánimo de la manera más sencilla.
10 películas para levantar el ánimo
'En busca de la felicidad'
Cuidado, si quieres animarte ten bien clara cual es la opción correcta dentro del catálogo Will y Jaden Smith, no vaya a ser que termines sentado sufriendo 'After Earth' y solamente tengas ganas de llorar en tu cuarto por las horas perdidas viendo la absoluta NADA. La decisión acertada, sin duda, es 'En busca de la felicidad', el biopic sobre Chris Gardner que continúa siendo uno de los reflejos más emocionantes sobre la supervivencia en medio de la pobreza y la desolación.
Suena a dramón, y de eso se trata, pero la sensación final es la de la plenitud total, liberación curativa, lágrimas honestas, felicidad compartida y cómplice con unos personajes a los que hemos acompañado a lo largo de un viaje inspirador y memorable. Merece la pena el trayecto, desde luego. Una apuesta segura.
'Billy Elliot'
Desde su primer y fantástico primer plano, 'Billy Elliot' desprende un encanto magnético que te atrapa y te mantiene enamorado de su historia y personajes a lo largo de 111 minutos que pasan como un auténtico suspiro. La mejor película de Stephen Daldry hasta la fecha, protagonizada por un impresionante Jamie Bell y con una de esas interpretaciones secundarias que dejan huella, la ofrecida por Julie Walters, sigue siendo un valor excepcional a la hora de transmitir una vibrante felicidad al espectador.
Repleta de momentos brillantes, 'Billy Elliot' conquistó a crítica y público desde su sencillez, arropada por una banda sonora estupenda que servía de perfecto acompañamiento a una trama que conseguía que el manido mensaje de cumplir un sueño superando las dificultades que te rodean, sonara con la misma fuerza e inspiración que el primer día. Ese chaval que comienza saltando en su cama mientras escucha a T. Rex, es uno de esos personajes que llegan para quedarse. Y nosotros encantados.
'Una historia verdadera'
A priori, cuando te planteas un especial sobre películas que te sirvan para levantar el ánimo y observar la vida con una mayor alegría, el nombre de David Lynch no es el primero, ni el segundo, ni el decimoquinto que se te viene a la cabeza. Pero, de repente, aparecen en tu mente las imágenes de Alvin Straight montado en su cortacésped y recorriendo los más de 500 km. que separan su hogar de Wisconsin para ver a su hermano, con el cual lleva más de diez años sin hablarse, y que acaba de sufrir un infarto, y no te queda otra opción que rendirte ante la evidencia.
'Una historia verdadera', la obra maestra de Lynch, y que me perdonen todos los admiradores de su cine más radical, es esta epopeya de humanidad infinita, repleta de diálogos de oro que conmueven profundamente sin hacer ruido, con la calma que da la belleza de unos paisajes infinitos, perfecto mapa para que el cineasta desarrolle su vertiente más sencilla y emocionante. Una obra maestra inolvidable.
'Primos'
Cuando Daniel Sánchez Arévalo está inspirado, es decir, casi siempre, es una garantía absoluta de calidad. Y, la historia de estos primos inmaduros que viajan al pueblo de veraneo de su infancia para olvidarse de sus problemas y conflictos, encontró al cineasta en pleno estado de forma, enamorado de las musas en un romance recíproco que dio como fruto una de las comedias más redondas del reciente cine español.
Estupenda reflexión sobre la necesidad del ser humano de escapar de sus problemas en el mundo adulto, de seguir manteniendo una conexión directa con el pasado y el terror absoluto que provoca crecer y madurar, 'Primos' consigue, gracias a excepcional guión, un ritmo equilibrado hasta el límite y un reparto entregado a la causa, enamorar al espectador desde el primer minuto hasta el último. Y a ver quien es el listo que no se derrite con una declaración de amor tan original y conmovedora como 'te prequiero'. La sonrisa tonta pocas veces fue tan inteligente.
'The Artist'
Si alguien nos hubiera dicho que una de las mejores película de 2011 sería muda y en blanco y negro, seguramente, habríamos pensado que se trataba de una broma. Pero, en otra de las piruetas que hacen que amemos a esta maravillosa joya, resulta que se trata de una realidad pura y dura. A lo largo de 100 minutos que pasan como un respiro, 'The Artist' nos conmueve con imágenes, gestos y momentos de puro cine, con la simple ayuda de un perchero, unas tomas falsas o una frase escrita en un espejo.
Y sí, el milagro fue posible y un cine puede quedarse en silencio absoluto en pleno siglo XXI, escuchando con complicidad y emoción las risas y los suspiros de unos espectadores cautivados ante la historia de George Valentin y Peppy Miller. El mundo exterior desaparece y, para cuando vuelve el sonido y los colores, uno se descubre sonriendo, feliz, con el corazón en blanco y negro y los pies bailando claqué.
'Forrest Gump'
¿Qué más podemos añadir que no se haya dicho ya sobre 'Forrest Gump'? La cumbre de Robert Zemeckis, y uno de los trabajos interpretativos más impresionantes de Tom Hanks hasta la fecha, puede que el que más, ha sobrevivido al paso del tiempo con ejemplar dignidad, manteniendo intactas todas las virtudes que la convirtieron en uno de los mayores éxitos de crítica y público de la década de los noventa. Y es que todo funcionaba, y funciona, a la perfección en esta entrañable historia en la que recorremos algunos de los hechos sociales más relevantes de la historia reciente de los Estados Unidos con la mirada de un personaje inolvidable.
Una decena de frases que forman parte de la memoria colectiva, un conjunto de escenas rodadas con inmenso talento, un actor protagonista realizando una proeza y un acabado visual de primer nivel terminan por estructurar una película convertida en clásico. Un enorme trabajo que te deja lleno de gran cine.
'Pequeña Miss Sunshine'
Si hablamos de levantar el ánimo a través del cine, no podemos olvidarnos de la familia Hoover. Y es que cada uno de sus miembros, tan extravagantes como cercanos, tan melancólicos como entusiastas, tan tristes como conmovedores, convirtieron a 'Pequeña Miss Sunshine' en la gran (y mejor) representante del cine indie de la pasada década. Una obra pequeña que fue conquistando el corazón de millones de espectadores desde su estreno hasta el día de hoy, creando un culto que no ha hecho más que aumentar con el paso de los años.
Ganadora, con toda justicia, de los Oscar a Mejor Guión Original y Mejor Actor de Reparto para el estupendo Alan Arkin, 'Pequeña Miss Sunshine' sigue siendo un antídoto perfecto para enfrentarse a los peores días. Un chute de optimismo en vena sin prejuicios que consigue siempre que te enamores de cada uno de sus personajes, de su personalidad, de sus diálogos, de su maravillosa historia. El triunfo de la humildad por encima de cualquier etiqueta.
'Love Actually'
Richard Curtis es uno de esos cineastas cuyas películas son máquinas de generar buen rollo, sin caer en la ñoñería ni la cursilería fácil. En ese género en sí mismo que son las sonrisas convertidas en películas, él es uno de los más grandes. Sus trabajos como director, la magnífica 'Radio Encubierta', la imprescindible 'Una cuestión de tiempo' y este clásico contemporáneo y universal llamado 'Love Actually', forman un tridente mágico al que es imposible resistirse.
En el caso que nos ocupa, ¿qué mas se puede decir? Es la comedia romántica perfecta, la única capaz de sobrevivir a prejuicios y detractores a base de equilibrio, carcajadas y momentos entrañables. Romanticismo en estado puro que sabe transmitir las sensaciones más encantadoras alejándose del tono bobalicón y empalagoso en el que se sumergen la mayoría de propuestas similares. La enésima demostración de genio de un cineasta que ha entendido el cine como un modo de intentar hacer la vida un poco más feliz a los demás.
'Cantando bajo la lluvia'
Si consigues terminar de ver 'Cantando bajo la lluvia' sin haber sonreído, tarareado e incluso bailado ligeramente, probablemente seas un robot. En cualquier caso, no dejes de seguir intentándolo porque siempre merecerá la pena volver a una obra maestra tan rotunda como la protagonizada por ese tridente mágico formado por los inolvidables Gene Kelly, Donald O'Connor y Debbie Reynolds. Dirigida por Stanley Donen, el musical de musicales e influencia directa de cientos de películas posteriores, continúa siendo una de las experiencias cinematográficas más placenteras de la historia del séptimo arte.
Un deslumbrante conjunto de números maravillosos que encuentran en la escena de Kelly interpretando 'Singin' in the rain' su cumbre definitiva, uno de esos momentos a los que regresar constantemente para enamorarse una y otra vez. Puro gozo.
Trilogía 'Toy Story'
No importa que hablen de monstruos funcionarios, peces con problemas de memoria, ancianos con espíritu aventurero, ratas cocineras, robots perdidos en medio de la suciedad, emociones en plena adolescencia o juguetes con alma de cowboy y héroe espacial, los genios de Pixar siempre te alegran el día. La clave está en cuidar cada historia con un mimo y un detalle único, construyendo una deslumbrante colección de obras maestras. Pero, puestos a elegir, y a hacer algo de trampa, nos quedaremos con la trilogía de 'Toy Story', una saga que se verá ampliada con una cuarta entrega que, cruzamos los dedos, ojalá aporte algo importante tras el desenlace perfecto de la tercera parte.
Y es que hablamos de tres películas redondas, sin fisura alguna, entretenidas, divertidas, cautivadores, inteligentes. Creciendo en cada una de sus secuelas, y eso que ya partíamos de una primera parte prodigiosa, la historia de Woody, Buzz y compañía es toda una lección para aquellos interesados en aprender a contar una historia con cabeza y corazón y un regalo para toda la familia. Una trilogía inolvidable.
