No es nada sencillo hacer del miedo una poesía. Puede sonar algo complejo, ñoño y pedante, pero, oye, todo lo demás no importa cuando se consigue de verdad. Y aquí sucede. Si hablamos específicamente de estética, de forma por encima de fondo, 'El bosque' es el trabajo más redondo de M. Night Shyamalan. A lo largo de su carrera, ni antes ni después consiguió un acabado visual tan hipnótico, un mimo por el detalle tan deslumbrante, un conjunto de escenas tan hermosas.
Podemos quedarnos con esto o, en un movimiento que requiere más intensidad aún, observar más allá y lanzarnos de lleno a la reflexión sociológica del miedo que ofrece Shyamalan, al retrato del ser humano como fuente inagotable de temores, una fábrica de escudos contra lo desconocido, contra la barbarie y contra el dolor. Todo ello vestido de intriga rural, intriga, western, terror y drama romántico.
Todas las influencias de Shyamalan están presentes en una película que irradia poesía cinematográfica en cada una de sus escenas. Complicado, casi imposible, destacar una por encima de las demás. El primer ataque de los monstruos al pueblo, esa mano esperando en medio del silencio y, sí, ese desenlace inesperado, giro final nada gratuito que aporta la dimensión total a una película que, hasta ese punto, ya había conseguido el suficiente número de triunfos como para respirar tranquila. En resumen, una rotunda obra maestra.
10 razones que convierten a 'El bosque' en una obra maestra indiscutible del siglo XXI
Dirección
A estas alturas de su trayectoria, M. Night Shyamalan ya había demostrado con creces ser un auténtico superdotado tras la cámara. Y es que, más allá de sus primeros trabajos, alejados del sobresaliente, el cineasta había deslumbrado con su talento en la dirección con ese tridente fabuloso formado por 'El sexto sentido', 'El protegido' y 'Señales'. Tres obras maestras a las que se sumó 'El bosque' por méritos propios. Depurando su sensibilidad, aumentando su capacidad para extraer belleza de lo cotidiano o bordando el suspense con un simple movimiento de cámara, entre otros hallazgos de primer nivel, Shyamalan se confirmaba por enésima vez como uno de los grandes directores de las últimas décadas.
Bryce Dallas Howard
La mejor interpretación de la trayectoria de Bryce Dallas Howard. De acuerdo, en 'Manderlay' y 'La joven del agua' también ofrece trabajos mayúsculos, pero lo que hace aquí la protagonista de 'Jurassic World' se sitúa muy (muy) cerca del prodigio. La conexión con su Ivy es inmediata y uno no puede más que dejarse atrapar, seguir, acompañar y abrazar a uno de los grandes personajes femeninos que ha dado el cine en lo que llevamos de siglo.
James Newton Howard
Una auténtica delicia. La partitura de James Newtown Howard, el compositor que mejor ha entendido lo que necesitaban a nivel musical las historias de M. Night Shyamalan, firma aquí una obra de un calado emocional absoluto, resultando tan emotiva como inquietante, tan hermosa como triste, tan delicada como imperecedera.
Suspense
Aunque los trailers, archienemigos del cine de Shyamalan desde, precisamente, el estreno de 'El bosque', trataran de vender de manera muy clara la película como una cinta de terror puro, está claro que esta historia tiene mucho más de misterio y drama que de sobresaltos gratuitos y trampas para provocar el grito más facilón del público. Afortunadamente. Cuando Shyamalan quiere que contengas la respiración, claves tus uñas en la butaca/sofá y sientas el escalofrío recorriendo todo tu cuerpo recurre a las herramientas más tradicionales y satisfactorias del suspense, terreno en el que se mueve como auténtico maestro.
Reparto de secundarios
Además de la citada Bryce Dallas Howard, 'El bosque' cuenta con un reparto sensacional que se muestra en un grandísimo estado de forma. De Joaquin Phoenix a Sigourney Weaver, pasando por Cherry Jones, Brendan Gleeson, Michael Pitt, Judy Greer o unos extraordinarios Adrien Brody y William Hurt. Casi nada.
Guion
Perfecto, sencillamente perfecto. No busquéis fallos en un libreto engrasado con una sabiduría absoluta, manejado con un pulso de hierro, engrandecido en cada pequeño detalle y sostenido en cada precisa línea de diálogo. Hay mucha rivalidad, sí, pero 'El bosque' podría ser sin ningún tipo de problema el mejor guion de M. Night Shyamalan hasta la fecha.
Roger Deakins
Un maestro haciendo lo que mejor sabe y de la manera más inspirada. Son múltiples los trabajos excelsos que conforman la admirable y extensa trayectoria de Roger Deakins, pero 'El bosque' debe ubicarse entre los más logrados e inolvidables. Su fotografía es esencial para el impacto que provoca cada escena de la película, pero conviene subrayar esos momentos nocturnos como deslumbrante cima.
Monstruos
Aunque, como sucede casi siempre, incluyendo en la citada 'Señales', es más inquietante y poderoso cuando no se les ve, el diseño de las memorables criaturas de 'El bosque' es otro de los puntos más inspirados de la película. Desconcertante al principio, pero coherentes al cien por cien cuando la resolución aparece, aquí hablamos de otro hallazgo.
Poesía
Una mano se mantiene alzada, temblorosa, pendiente y esperanzada entre los gritos de la madrugada. Dura pocos segundos, pero son suficientes para que 'El bosque' alcance su clímax poético. ¿Lo mejor? Que, tanto antes como después, los versos cinematográficos no paran de sucederse en este monumental trabajo.
Desenlace
Tras 'El sexto sentido' y 'El protegido', palabras mayores, parecía imposible que M. Night Shyamalan lograra firmar un giro final igual de potente, sorprendente e inspirado...hasta que llega el desenlace de 'El bosque' y tumba toda duda. Por arte de genialidad absoluta, la película adquiere una profundidad humana, ética y moral tan impactante como estimulante, asestando un golpe final maestro. Un cierre inolvidable para una obra capital del cine del siglo XXI.