Cuando uno se enfrenta a un thriller coreano sabe que la sorpresa, en la mayoría de los casos, será continua. Es, o debería ser, consciente de que se está subiendo en una montaña rusa donde (casi) cualquier cosa puede suceder, desde paisajes hermosos de calma tensa hasta auténticos arrebatos de furia, sangre, vísceras y disparos. Por no hablar de giros de guion, un elemento fundamental del género.
Pues bien, durante los últimos diez años, hemos tenido la oportunidad de disfrutar de un estilo cinematográfico tan particular como fascinante de manera especialmente intensa. Impulsado en muchas ocasiones por el tremendo fenómeno que supuso 'Parásitos' a todos los niveles, desde el público a la crítica pasando por unos históricos Oscar, gran parte del público decidió profundizar en este camino y, claro, salió deslumbrado.
En el caso que nos ocupa, aquí traemos diez thrillers coreanos estrenados a lo largo de la última década y que, por encima de cualquier otra cosa, sirven para ejemplificar el extraordinario estado de forma en el que se encuentra el género. Auténticas experiencias de una intensidad apabullante con las que seguir disfrutando de grandes historias, alucinantes puestas en escena, inspirados repartos y un lenguaje cinematográfico realmente peculiar. Y fascinante.
10 thrillers coreanos imprescindibles de la última década
'Sympathy for Lady Vengeance'
'Sympathy for Lady Vengeance' tenía la misión de mantener el listón dejado por 'Sympathy for Mr. Vengeance' y, sobre todo, 'Oldboy', mientras cerraba con coherencia argumental una Trilogía de Venganza que ya estaba siendo celebrada, con razón, como prodigiosa obra de culto. Un objetivo que se antojaba tan complicado como injusto ya que, después de todo, la unión entre estas propuestas siempre estuvo más en la esencia y sus características dramáticas que en la conexión argumental, por lo que pedirle más de lo mismo (y mejor) estaba fuera de lugar y sentido.
En cualquier caso, más allá de expectativas y comparaciones, 'Sympathy for Lady Vengeance' resultó una nueva demostración de talento total por parte de un Park Chan-Wook que, a estas alturas del partido, ya parecía controlar a la perfección sus recursos, tanto en el fondo como en la forma, ofreciendo así escenas que quitan el hipo de pura y dura, durísima, belleza. Mención aparte merece el tramo final de la historia, magistral, y la interpretación protagonista de una Lee Yeong-ae situada más allá del elogio. Un thriller espectacular, desolador y extraordinario.
'Parásitos'
Sin lugar a dudas, 'Parásitos', flamante ganadora de una de las últimas e históricas ediciones de los Oscar, supuso uno de los fenómenos cinematográficos y sociales más importantes de los últimos años. Aunque, teniendo en cuenta la fuerza de su impacto, bien podríamos hablar de la década. ¿La mejor noticia? Era más que merecido.
Desde el primer visionado, inolvidable, era evidente que estábamos ante la película más redonda y memorable del gran Bong Joon-ho, un vibrante thriller repleto de giros inesperados, toneladas de humor negro y un conjunto de personajes que se instalaban de inmediato en la memoria. Una obra maestra. Un clásico contemporáneo que ocupó el trono de mejor película de 2019. Y con justicia.
'Decision to Leave'
La última película de Park Chan-wook es un auténtico prodigio a todos los niveles. Desde su magnífico libreto hasta las excelsas interpretaciones de sus protagonistas, especialmente de una sublime Tang Wei, pasando por una impresionante dirección marca de la casa, 'Decision to Leave' se presenta como un nuevo thriller digno a pasar la historia contemporánea del género. Una obra maestra de profundo calado emocional e inagotable talento visual.
'Oldboy'
Desde su mismo prólogo, realmente espectacular, 'Oldboy' se erige como uno de esos clásicos contemporáneos destinados a sobrevivir con envidiable destreza al siempre complejo y temible paso del tiempo.
Enmarcada dentro de su Trilogía de la Venganza, esta historia repleta de frustración, violencia, mentiras, impulsos y rabia contenida que explota al mismo filo del abismo, y de la manera más contundente imaginable, nos trae la mejor versión de Park Chan-Wook hasta la fecha, responsable de una dirección sencillamente perfecta. Muchas de sus escenas han quedado para la historia del cine, con todo mérito, pero conviene celebrar 'Oldboy' como una obra maestra compacta, única e inimitable.
'New World'
Cuando uno se enfrenta a una película firmada por Park Hoon-jung sabe que puede encontrarse con cualquier cosa, desde la propuesta más inspirada hasta la sorpresa más desagradable. Eso sí, la certeza de situarse en un universo cinematográfico tan personal como intransferible es total. En ese sentido, no hay nada en esta 'New World' que no transmita el aroma, la esencia y las formas siempre enérgicas de su autor, un tipo que, partiendo de un prólogo excelso, encuentra un inesperado y afortunado equilibrio entre el suspense, el drama criminal y la violencia salvaje. No hay momento para el respiro y el impacto es constante, ni una duda, pero vaya si merece la pena el viaje.
'Burning'
La cima artística hasta la fecha de Lee Chang-Dong, responsable de, entre otras joyas, 'Poesía' y 'Peppermint Candy', tenía forma de thriller y venía firmado por Haruki Murakami. Y es que, partiendo de una historia del célebre autor, el cineasta surcoreano trazaba en 'Burning' un suspense calmado en sus movimientos, tenso en su respiración y profundamente conmovedor en su poesía visual. Una trama que se tomaba su tiempo para ir dando forma a las sucesivas curvas que habitaban en su interior y que reservaba para su tramo final momentos de cine en su estado más puro y bello. Una película tan hipnótica como imprescindible.
'El extraño'
Imponente en su fondo y forma, 'El extraño' es uno de los thrillers coreanos más sorprendentes, desafiantes y memorables de los últimos años. Dirigida y escrita con pulso de maestro por un Na Hong-jin repleto de inspiración y protagonizada por un fantástico Do-won Kwak, esta historia repleta de suspense, intriga y terror no deja de crecer a lo largo de sus 156 minutos hasta terminar en una explosión de giros argumentales, delirios visuales y sorpresas narrativas realmente geniales. Una propuesta que combina los elementos más clásicos del misterio con la rabia más contundente del cine coreano contemporáneo. Una joya.
'Crónica de un asesino en serie'
Tres años después de su interesante debut con 'Perro ladrador poco mordedor', Bong Joon-ho firmó su primera gran obra maestra con 'Crónica de un asesino en serie', un thriller capaz de reconstruir, transformar, detonar y expandir el género desde su mismo núcleo.
Con una atmósfera hipnótica, un ritmo tan pausado como fascinante, personajes memorables, protagonistas y secundarios, interpretaciones de auténtica altura, con Song Kang-ho a la cabeza, y escenas resueltas con auténtica maestría, especialmente aquellas que se sitúan del lado de la tensión más asfixiante, estamos ante una propuesta sobresaliente en la práctica totalidad de sus piezas. Un laberinto lluvioso y deslumbrante que cala hasta los huesos.
'La villana'
Escrita y dirigida por Jung Byung-gil, 'La villana' es una de esas películas en las que todo pasa por la forma. Con un argumento mínimo y mucho más previsible de lo deseado, el cineasta se dedica a tratar de construir sin descanso la escena de acción definitiva, acercándose muy mucho en no pocas ocasiones. Si a estos momentos de auténtico despliegue visual sumamos la presencia hipnótica de Kim Ok-bin y uno de los tramos finales más potentes del cine coreano en los últimos años, el triunfo es incontestable. Y enormemente disfrutable.
'The Berlin File'
Con 'The Berlin File' nos encontramos ante uno de esos thrillers en los que la acción juega un papel esencial dentro de la trama, convirtiéndose en un protagonista (destacado) más. Tras un prólogo vibrante, el cual sirve a la perfección para ubicar las principales claves de la cinta, la propuesta dirigida y escrita por Ryoo Seung-Wan no deja nunca de pisar el acelerador, entregando así una montaña rusa en la que el espionaje, el vértigo y las sorpresas se suceden sin descanso. Un entretenimiento de primera calidad en el que sobresale con especial fuerza un fabuloso montaje, guinda definitiva de un espectáculo ejemplar.