A lo largo de su historia, Walt Disney Pictures y su fundador han sido acusados de un sinfín de polémicas, labrándose enemigos en muchos sectores debido a los supuestos mensajes de sus películas o sus acciones más allá de lo cinematográfico. No hay que remontarse mucho para ver un ejemplo. 'Frozen: El reino del hielo', último taquillazo del estudio, ha recibido las críticas de muchos grupos católicos que la consideran una película de propaganda pro-gay.
Las últimas declaraciones de los autores de las letras de las canciones de la banda sonora no van a hacer más que echar leña al fuego. Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez, autores de la ganadora del Oscar 'Let it Go', han desvelado a NPR (vía The Guardian) una de las reglas más importantes del estudio: "Uno de los únicos lugares en los que tienes que marcar una línea con Disney es con las cosas religiosas, la palabra 'Dios'. Puedes decirla en Disney, pero no puedes ponerla en la película".
¿Querrán los de Disney evitar más críticas por apoyar más a un colectivo que a otro, o a un credo por encima de otro? Cierto es que la religión ha normalmente tenido poco peso en las películas del estudio, siendo 'El jorobado de Notre Dame' quizás la más religiosa (y en el que sí se menciona a Dios), por necesidad con la historia principalmente, además de que muchas de las princesas Disney se han casado por la Iglesia. Pero en un país en el que conviven tantas religiones como Estados Unidos, siempre es mejor no meterse en ese terreno si se puede evitar.
La polémica gay de 'Frozen: El reino del hielo'
Como ya decíamos, 'Frozen: El reino del hielo' no necesita más polémicas como para meter a Dios en medio. Hay que recordar que un pastor la consideraba "pura maldad" por promover la homosexualidad y el bestialismo en los más pequeños, con canciones tan "liberadoras" como 'Let it Go' o con princesas que no buscaban príncipes. Anderson-Lopez se limita a decir que sus canciones tienen un claro mensaje de ruptura con la tradicional imagen de las princesas, algo buscado totalmente por sus compositores, que prefieren no buscarle tres pies al gato con mensajes ocultos o propaganda. Y, sobre todo, da igual ya cuánta polémica levanten con la película, ya que nadie les quitará los 400 millones de dólares que ha recaudado en Estados Unidos, que se suman a un total de más de 1.100 millones de dólares en la taquilla mundial.
