Que 'El caso Bourne' aportó algo diferente al cine de acción de principios de los 2000 es algo innegable. La película protagonizada Matt Damon con Doug Liman tras las cámaras, sorprendió especialmente por su dirección y el enfoque de sus escenas cuerpo a cuerpo, además de por esa manera de abordar el mundo del espionaje, una visión moderna que nada tenía que ver con lo que hasta ese momento había sido James Bond, cuya última película por aquel entonces era 'Muere otro día'.
De hecho, el mismo año en el que Liman metía un chute de energía al género, la franquicia encabezada por aquel entonces por Pierce Brosnan mostraba evidentes signos de agotamiento. Y de aquella factura siempre en la misma línea que había apostado por un tipo de intérprete muy concreto una y otra vez (acertando más o menos sin duda), la saga saltó al polémico fichaje de Daniel Craig y nos dio 'Casino Royale', un regalo lleno de sangre nueva que se adaptaba a la perfección a los espectadores de la época.
Inspirando el cambio
Ante esto Liman lo tiene claro: su propuesta tuvo que ser la fuente de inspiración. "Siempre quise hacer una película de James Bond, pero no contratan directores estadounidenses. Es en plan, 'has hecho dos pequeñas películas independientes., nunca vas a dirigir James Bond'. Entonces fui e hice 'El caso Bourne', y luego, después de que saliese 'El caso Bourne', la siguiente película de James Bond fue 'Casino Royale', que copió totalmente el tono de Bourne. Fue muy surrealista que estuviese haciendo Bourne porque tenía muchas ganas de hacer Bond, y luego va Bond y copia a Bourne", afirma Liman en declaraciones a Slashfilm.
Viniese de donde viniese está claro que el cambio en el estilo de Bond llegó para quedarse, por lo que nos ha acompañado en cada una de las propuestas encabezadas por Craig, incluida la última, 'Sin tiempo para morir' (como podéis ver en el reportaje que adjuntamos a continuación), que por el momento tiene fecha de estreno para el 2 de abril de este año.
