El fandom puede ser una bendición o una maldición. Las películas de Marvel han ido arrasando en taquilla cada vez más y más durante la última década, en parte, gracias al apoyo incondicional de los fans. Pero si esos seguidores pueden encumbrar una película, también pueden hundirla en el fango, a veces olvidando que detrás de ellas solo hay personas trabajando con su mejor intención.
Esa es la moraleja de la historia de Alan Taylor, el hombre que dirigió 'Thor: El mundo oscuro' y 'Terminator Génesis'. Antes de embarcarse en estos dos grandes proyectos, uno detrás de otro, estaba centrado en la televisión y había dirigido series de prestigio como 'Mad Men', 'Los Soprano' y 'Juego de Tronos'. Le iba muy bien así, pero entonces dirigió dos películas que serían defenestradas por la crítica y también por el público, aunque ambas tuvieron buenos datos de taquilla.
Ahora ha hablado con The Hollywood Reporter con motivo de su regreso al trabajo como director de la película precuela 'The Many Saints of Newark', sobre los orígenes de Tony Soprano. Taylor ha confesado que estuvo a punto de abandonar su carrera: "Perdí la voluntad de hacer películas. Perdí la voluntad de seguir viviendo como un director. No culpo a ninguna persona de ello. El proceso no fue bueno para mí. Así que salí de él teniendo que redescrubrir la alegría de hacer cine".
Después de las dos superproducciones dirigió el piloto de 'Roadside Picnic' en 2016, una serie que no acabó produciéndose, suponiendo un nuevo traspiés. En 2017 volvió a 'Juego de Tronos' para dirigir el sexto episodio de la séptima temporada, 'Beyond the Wall', en el que Jon Nieve y un grupo de salvajes viajaban más allá del muro para capturar a un zombi. En 2018 dirigió un episodio de la antología de ciencia ficción de Amazon 'Electric Dreams de Philip K. Dick'. Y hasta ahora, que estrena la precuela de 'Los Soprano' en HBO Max, no había hecho nada más.
Su mala experiencia
En la misma entrevista el director ha explicado cómo llegó a ambos proyectos y qué salió mal en ellos. Kevin Feige, el jefe de Marvel Studios, le fichó para que le diera un toque a lo 'Juego de Tronos' a la secuela de 'Thor', pero la visión original de Alan Taylor se perdió por el proceso, según él.
"La versión que yo empecé tenía un sentido de la maravilla infantil; había una imaginería de niños que empezaba todo. Había una calidad ligeramente más mágica", ha explicado. "Había cosas raras en la Tierra por la convergencia que permitía algo de realismo mágico. Y había diferencias muy grandes en la trama que se invirtieron en la sala de montaje y con rodaje adicional: personajes [como Loki] que habían muerto no morían, personajes que se habían separado volvían a estar juntos. Creo que me habría gustado ver mi versión".
"Admiro mucho las habilidades de alguien que puede entrar con una visión muy personal, como Taika Waititi o James Gunn, y puede combinarla con las necesidades de una gran corporación", asegura el director sobre su experiencia con Marvel. "Creo que yo tengo habilidades diferentes".
Hay que recordar que Patty Jenkins iba a dirigir 'Thor: El mundo oscuro', pero abandonó el proyecto. El año pasado contó por qué: "No creía que pudiera hacer una buena película a partir del guion que tenían planeado. Habría parecido que era mi culpa", aseguró la directora de 'Wonder Woman'.
Por otra parte, recibió la oferta de dirigir 'Terminator Génesis' meses antes del estreno de 'Thor: Un mundo oscuro', cuando aún no había sufrido la oleada de malas críticas. Su novia, al leer el guion, le recomendó que no aceptara, pero lo hizo por la oportunidad de trabajar con Arnold Schwarzenegger.
'Thor: El mundo oscuro' recaudó 644,8 millones de dólares en todo el mundo y tiene un 66% de críticas positivas en Rotten Tomatoes, mientras que 'Terminator Génesis' amasó un total de 440,6 millones y tiene un bajísimo 27 % de críticas positivas.