En los últimos años, la llegada de las plataformas de streaming a la industria audiovisual ha provocado que los grandes estudios se vean obligados a adaptarse. Dado el potencial de esta nueva forma de exhibición, en la actualidad todas las majors de Hollywood cuentan con su propio servicio de streaming. Cada una lleva consigo una estrategia diferente, si bien es cierto que algunos factores se convierten en denominador común. Disney, por tamaño, quizá sea la más representativa del panorama actual.
En un extenso reportaje, The Hollywood Reporter ha tratado de explicar dichos factores. "En Disney+ tenemos la capacidad de abarcar un nuevo rango y hacer un tipo de película que habíamos dejado de hacer para el mercado cinematográfico", explica Sean Bailey, Presidente de Producción de Disney. Así, los dramas deportivos o las comedias familiares han encontrado un nuevo hogar. Y es que, dejando a un lado las producciones de Marvel, Lucasfilm y Pixar, la Casa del Ratón lleva desde 2016 sin estrenar nada que no sea un remake de sus clásicos o alguna adaptación o nueva entrega de franquicias de éxito. La última historia original fue 'La reina de Katwe'.
Además, la plataforma también está dando la posibilidad a nuevos creadores de llevar a cabo sus proyectos. "Podemos jugarnos alguna carta con cineastas prometedores que habría sido más difícil de jugar cuando estás haciendo un proyecto de 150 millones de dólares", añade Bailey. Es el caso, por ejemplo, de Lena Khan ('Flora and Ulysses') o de Julia Hart ('Stargirl'). El ejecutivo también asegura que la decisión de cómo se estrenará una película se toma en los primeros compases de la pre-producción. A partir de ahí, explica, el proceso y la metodología hasta acabar el filme son los mismos. "Trabajamos igual de duro en 'Togo' que en 'Mulan'", asegura.
La diferencia, por tanto, son las expectativas de audiencia y el presupuesto que se destina. Bob Iger, antiguo presidente de la compañía, reveló hace tiempo que obviamente no estaban dispuestos a hacer producciones de 100 millones de dólares para la plataforma. Y aunque el límite presupuestario es un poco ambiguo y no existen unos parámetros exactos, Bailey pone los límites "entre 15 millones y unos 80 millones tirando muy por lo alto". Así, los presupuestos más elevados quedan reservados exclusivamente a películas que puedan generar beneficios aún mayores en taquilla. Por ejemplo, desde el principio se estudió la viabilidad de 'La dama y el vagabundo', que finalmente quedó situada en el catálogo de Disney+ por su falta de expectativas en taquilla frente al buen resultado que podía ganar en streaming con una buena promoción.
Series frente a películas
Otro de los factores determinantes para el éxito de un proyecto es si tomará la forma de largometraje o de serie. El caso de 'Star Wars' es probablemente el mejor indicativo para el estudio. Mientras que el éxito de 'The Mandalorian' y Baby Yoda se ha convertido en un auténtico fenómeno, Star Wars: El Ascenso de Skywalker' apenas consiguió recaudar en taquilla doméstica la mitad que 'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza'. "Eso te dice todo lo que necesitas saber sobre cómo está la situación del streaming y el cine en este momento", aclara Jeff Bock, analista de taquillas. Todo indica que frente al nuevo paradigma, la gente está más dispuesta a pagar una pequeña cantidad para ver 'Star Wars' en casa que pagar una entrada de cine.
"Probablemente sea una cuestión más profunda sobre la naturaleza de los episodios contra la naturaleza de las películas", opina Bailey. Por eso, el factor tiempo también se está convirtiendo en diferencial. De hecho, a día de hoy se ha vuelto más relevante incluso que el número de suscriptores. "La verdadera medida será el tiempo. Qué hacen los consumidores con sus tardes", explica Reed Hastings, CEO de Netflix. Está claro que en los últimos años los tiempos han cambiado para siempre.
