Con la llegada de Disney+ a Estados Unidos, Canadá y Países Bajos, la guerra del streaming ha dado el previsible giro de guion que se venía anunciando desde hacía meses. El servicio se ha convertido en la noticia del año dentro del panorama del Video Bajo Demanda (VOD), poniendo en jaque a las grandes plataformas del momento gracias a la enorme masa de fans que arrastra.
Pero pese a haberse convertido en una principal competidora, lo cierto es que atendiendo exclusivamente a los números, la oferta que ofrece se queda muy por debajo del resto. Según los datos recogidos por DecisionData, Disney+ suma entorno a 800 títulos entre series y películas. Poniéndolo en contraste con Netflix, esto no llega a ser un 15% del total de la veterana plataforma, que alcanza los 5800 títulos.
Estas cifras son un arma de doble filo, puesto que pueden interpretarse como un catálogo demasiado reducido, o como una oferta de mayor calidad y mucho más concisa y eficiente para sus clientes a la hora de decidir qué es lo que quieren ver. Con el paso de los meses, y una vez que el servicio de Disney llegue al resto del mundo, podrá observarse cuál es su impacto real dentro del streaming.
Éxito rotundo
Por el momento, de lo que sí puede presumir Disney+ es de haber provocado un auténtico terremoto con su llegada. Y es que, si los analistas colocaban sus estimaciones entorno a los 8 millones suscriptores para finales de año, el gigante americano sumó más de 10 millones en sus primeras 24 horas.
Este incuestionable boom hace suponer que, a medida que vaya expandiendo sus horizontes geográficos, Disney+ podrá competir de igual a igual con Netflix, HBO y el resto de plataformas a lo largo y ancho del planeta.
