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CRÍTICA

'District 9', Apartheid alienígena

Neil Blomkamp nos ofrece un loable film de género, donde desgraciadamente el entramado desmerece a un contexto y un trasfondo notables.

Por Óscar Martínez 7 de Septiembre 2009 | 16:34

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Ya desde sus orígenes, el género de la ciencia-ficción ha servido a sus artífices no sólo para fantasear en torno a razas alienígenas y planetas remotos siguiendo las más románticas premisas de la space opera, sino para especular y meditar sobre el futuro, presente y pasado de la propia humanidad. No resulta gratuito, pues, que los mayores apogeos de este género hayan surgido en momentos coyunturalmente conflictivos, del mismo modo que nadie pone en duda ya que, por ejemplo, 'La invasión de los ladrones de cuerpos' sea una metáfora Macarthista sobre la amenaza comunista.

Con Peter Jackson en la producción y un presupuesto paupérrimo si lo comparamos con su exitosa taquilla en Estados Unidos, llega este fin de semana a nuestras pantallas 'District 9', uno de los fenómenos del año que, por méritos propios, merece quedar englosada dentro de esa sci-fi más meditativa, si se me permite la expresión.

'District 9', Apartheid alienígena

Apartheid alienígena

Lo cierto es que no hay que hurgar demasiado para leer el mensaje que el film de Neill Blomkamp pretende transmitir, y es que ya el hecho de que la acción quede situada en Johannesburg, cuna del Apartheid, y no en New York o alguna otra de las ciudades habitualmente sitiadas por la amenaza extrarrestre a lo largo de la historia del celuloide, es toda una declaración de intenciones. Así pues, 'District 9' nos muestra sus cartas desde un buen comienzo, tanto en la meridiana alegoría en la que se asenta su historia, como en el propio apartado visual, las dos grandes piedras de toque que hacen del film producido por Jackson un título a tener verdaderamente en cuenta.

Técnicamente hablando, nos hallamos con un film notable por su sobriedad, donde las 'gambas' manufacturadas a base de CGI se nos muestran abiertamente desde el primer minuto de metraje, interactuando de manera pocas veces vista en pantalla con los personajes de carne y hueso. Por otro lado, el inicial rodaje cámara en mano en formato mockumentary y el uso de recursos como las cámaras de seguridad, ofrecen una proximidad y verosimilitud que supera con creces, al menos en su primer tercio de film, a la inmensa mayoría de intentos anteriores -como 'Monstruoso' o 'Diary of the dead, por citar ejemplos recientes- de acercarse al hiperrealismo fílmico en el cine de género.

'District 9', Apartheid alienígena

Dicho hiperrealismo, además, queda sabiamente enfatizado por una violencia tanto física como psicológica que juega con la propia memoria histórica del espectador, ya sea a través del lenguaje peyorativo, la coacción, o la abierta ostentación del poder a través de la violencia de la que se sirven los humanos, el verosímil retrato de ese submundo nacido a partir de la creación de un guetto con bises de campo de concetración, o la experimentación con seres vivos en aras de la supremacía armamentística, conformando un cúmulo de alicientes que refuerzan sobremanera el empaque contextual del film de Blomkamp.

Por desgracia, no todo es perfecto en 'District 9', y la tercera piedra de toque, la que sigue al entramado de la historia propiamente dicha, desmerece tanto al contexto como al trasfondo, desembocando irremediablemente en un clímax final algo manido que desentona tanto con el tono general del film como con su, hasta ese momento, sobria ostentación de los efectos especiales, en una batalla campal en clave entertainment con todo un compendio de armamentística sacada del videojuego Half-life 2 completamente innecesaria.

Así y todo, 'District 9' nos deja un buen sabor de boca, y probablemente termine convirtiéndose con el tiempo en uno de esos pequeños títulos de culto del cine de género.