La MPAA (Motion Picture Association of America) ha acabado cediendo y ha eliminado la calificación "R" para el documental 'Bully'. Para ello, se ha reunido más de medio millón de firmas a través de Internet, a lo cual se suma el apoyo de celebridades del mundo del cine como Meryl Streep y Johnny Depp. También hay que destacar la labor de los hermanos Weinstein, que una vez más han demostrado que pueden conseguir lo que se propongan.
Resultaba paradójico que un trabajo que lucha contra el acoso escolar estuviese prohibido al que sería su público más indicado, los adolescentes. La calificación "R" (Restricted) indica que los menores de 17 tienen que ir acompañados de un adulto si quieren ver la película. El lenguaje malsonante utilizado en ocasiones en el documental sirvió de excusa para que la "R" cayera sobre él. Su director, Lee Hirsh, ha declarado que ese tipo de lenguaje "está ahí porque es real" y que los niños que sufren bullying "se tienen que enfrentar a él todos los días". Hirsh ha querido dar las gracias a todos los que han luchado por la no calificación de la película y espera que el público joven vaya a verla cuando se estrene.
Lucha contra el acoso escolar
El documental tiene un objetivo muy claro: concienciar a los chicos y chicas en edad escolar. El jefe de marketing de TWC afirma que "harán todo lo que esté en su mano para hacer que esta película esté al alcance de todos los padres, profesores y estudiantes del país", destacando el beneficio que aportaría a los chicos el ver el film.
El fundador de Common Sense Media, James P. Steyer, se muestra partidario de otro sistema de calificación para que los padres puedan orientarse mejor. Además, apoya la labor divulgativa del documental: "Aunque es descorazonador y aparecen temas duros, como el suicidio, la película trata el bullying de una manera honesta y está narrada de una forma que la hace apropiada para adolescentes y estudiantes si un adulto está presente para guiar el debate".
'Bully' consiguió los premios del jurado y del público en el Festival de Bergen, así como el premio a la mejor película en el Festival Internacional de Hamptons. Un trabajo que muestra una realidad incómoda pero que es necesario retratar.
