Dirigida por Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, y protagonizada por John Cho, Kal Penn, Neil Patrick Harris y Beverly D'Angelo, 'Harold & Kumar escape from Guantanamo Bay' llega hoy a nuestro país bajo el título de 'Dos colgaos muy fumaos: fuga de Guantánamo'.
La película vuelve a contar las historias de Harold y Kumar, quienes pretenden hacer un viaje a ese paraíso del sexo y las drogas que es Amsterdam pero, durante el viaje, son confundidos con dos terroristas islámicos con intenciones de secuestrar el avión. Los dos amigos serán detenidos y enviados a la prisión americana de Guantánamo, Cuba. Allí empieza una historia hilarante que les llevará a las situaciones más surrealistas y desesperadas.
A pesar de que esta comedia entra directamente en la categoría de humor gamberro en clave teenager, cabe reconocerle el mérito de convertir un previsible Eurotrip en un risible tour de force en el que estos dos fumetas casi de culto en Estados Unidos se sirven del crisol de clichés conformado por el americano medio -tanto en su visión con respecto al resto del mundo como hacia sus propios congéneres-, para confeccionar una entretenida comedia, eso sí, sin excesivos alardes.
Por otro lado, cabe quizá echarle en cara a 'Dos colgaos muy fumaos: fuga de Guantánamo' la renuncia a reincidir en ese particular estado de embriaguez mental inducido por el consumo de estupefacientes, o como tan bella y sabiamente lo definiera Baudelaire, los paraísos artificiales. Y es que Harold y Kumar apenas sí se llevan un porro a los labios en esta nueva enterga de sus aventuras, optando por el retrato autoparódico en clave patria, aportando especial énfasis tanto a esa Norteamérica sureña, presumible cuna tanto de psicópatas nacidos de paletos endogámicos como del Ku Klux Klan, como a la paranoia colectiva procedente de la amenaza terrorista y sus subyacentes consecuencias.
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Por ello, 'Dos colgaos muy fumaos: fuga de Guantánamo' no duda en arremeter contra la actual política antiterrorista y su falsa presunción de inocencia, la discriminación racial o el enervamiento patrio, como no podía de otro modo, personificados en la figura de George W. Bush, retratado aquí como un fumeta acomplejado por una autocrática figura paterna.
Pero, más allá de todas estas pajas mentales, 'Dos colgaos muy fumaos: fuga de Guantánamo' es una película gamberra, con tetas, culos, drogas, gags escatológicos, algo de romanticismo cutre y un casi deificado Neil Patrick Harris, quien protagoniza alguno de los mejores gags de la película, a pesar de su breve intervención. Así pues, tan sólo puedo recomendar esta película a aquéllos que disfrutaran con su primera entrega, o a gente que, como yo, no se sintiera horrorizada por títulos como 'Naturaleza a lo bestia'.
Vamos, que me he reído. ¿Algún problema?