Procedente de Francia y dirigida por Mabrouk El Mechri nos llega una de las películas más esperadas de la presente edición del Festival de Sitges: 'JCVD'.
La premisa: ¿qué pasaría si un Jean-Claude Van Damme desolado por un divorcio va a visitar a su madre y termina involucrado en el robo de un banco? No esperen cabriolas de artes marciales, porque aquí lo que abunda son los sentimientos de una estrella de cine crepuscular. A sus cuarenta y siete años aun se recuerda cómo fue gracias a él que John Woo pisó Hollywood por primera vez. En un largo plano secuencia, Van Damme mira a cámara, se viene abajo y llora. ¿Lágrimas de cocodrilo?
No, la humanidad de un mito.