Dwayne Johnson es uno de los nombres propios más famosos de Hollywood. El carismático actor se ha convertido en una de las personas más queridas de la industria y cuenta con el apoyo y cariño de muchos fans y seguidores. Pero, ni si quiera Johnson está por encima de las polémicas que suelen circular en torno a Hollywood. El actor se ha visto envuelto en una controversia acerca de unos supuestos comentarios en los que cargaba contra la actual generación de "ofendiditos".
Según el tabloide británico Daily Star, el actor hizo los siguientes comentarios en una entrevista: "Mucha gente buena ha luchado por la libertad y la igualdad, pero esta generación está buscando una razón para sentirse ofendida. Si no estás de acuerdo con ellos entonces se ofenden, y eso no es por lo que han luchado tantos hombres y mujeres. Por suerte vivimos en un mundo que ha progresado mucho en 30 o 40 años. La gente puede ser quien quiera, estar con quien quiera y vivir como quiera. Eso es bueno, pero la generación de "ofendiditos" nos está haciendo dar un paso atrás".
Johnson lo desmiente todo
Ante la polémica que se ha formado alrededor de esta aparente entrevista, el actor ha acudido a Instagram para desmentir todas y cada una de las supuestas palabras que ha dicho: "Voy a aclarar las cosas. Esa entrevista nunca ha tenido lugar. Nunca dije esas palabras. Es 100% falso. Si alguna vez tuviera un problema con alguien, un grupo, comunidad o generación, los buscaría, crearía un diálogo y me esforzaría por comprenderles. Criticar no es mi estilo. No lanzo piedras y todos podemos ser quienes somos".
El post viene acompañado de un vídeo en el que Johnson se reafirma: "No me puedo creer que tenga que hacer esto, otra vez, y tenga que aclarar las cosas, pero estoy feliz de hacerlo. Esta mañana, online, se ha publicado una entrevista conmigo, aparentemente fue conmigo, en la que insultaba y criticaba los millenials. La entrevista nunca ha tenido lugar, nunca ha pasado, nunca he dicho ninguna de esas palabras, es completamente falso, 100% inventado. Estaba bastante sorprendido cuando me he levantado esta mañana. Y creo que he conseguido una gran equidad y confianza con vosotros y sabéis que no es una entrevista conmigo si insulto a un grupo, una generación o a cualquiera. Porque yo no soy así".
Parece que ha quedado claro, podemos respirar tranquilos, Dwayne Johnson sigue siendo un gran hombre con un corazón aun más grande.
5 películas buenas y 5 malas de Dwayne Johnson
Lo peor: 'Papá por sorpresa'
Estamos ante una propuesta que se llama 'Papá por sorpresa' y cuya sinopsis es la siguiente: Joe Kingman, jugador de fútbol americano, es un hombre soltero, famoso y millonario que lleva una vida de ensueño. Pero todo cambia repentinamente cuando descubre que tiene una hija de 7 años. Ahora, justamente en el momento más importante de su carrera, tiene que ingeniárselas para compatibilizar entrenamientos, fiestas y citas con la responsabilidad de ser padre.
Sí, es literalmente la película que estáis pensando. Pero peor. Uno de los puntos más bajos de la carrera de Dwayne Johnson. De hecho, para que se entienda mejor, hace que 'Rompedientes' parezca una joya contemporánea del cine familiar. Ese nivel.
Lo mejor: 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla'
Cuando se anunció un remake de ese clásico familiar esencial de los noventa llamado 'Jumanji', capaz de marcar a varias generaciones de espectadores que, a día de hoy, seguimos aplaudiendo con las orejas las aventuras de Alan Parrish, la sensación general se dividió entre miedo y curiosidad. Puede que, en realidad, fueran las dos cosas. Pues bien, una vez vista, 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' confirmó al instante su condición de blockbuster notable. No es poco en los tiempos que corren para el género.
El punto de partida ses tan tontorrón como efectivo y la película original en la que se basa, efectos especiales aparte, se sigue manteniendo como un estupendo entretenimiento para toda la familia del que esta nueva entrega saber servirse con los guiños justos. Afortunadamente, Dwayne Johnson también está entregado a la causa y se aleja por completo de todas las tonterías que preparó y ejecutó en 'Baywatch: Los vigilantes de la playa', centrándose en respetar y, en cierto modo, reinventar un universo perfectamente reconocible, a pesar de que la esencia de esta secuela sea diferente a la original en más de un ochenta por ciento. En cualquier caso, estamos ante un ejercicio de nostalgia bien entendida que, a la vista de sus resultados en taquilla, está claro que ha convencido a propios y extraños.
Lo peor: 'La montaña embrujada'
No es que 'La montaña mágica', en su versión original de 1975 dirigida por John Hough, fuera nada del otro mundo, pero, si la comparamos con el remake protagonizado por Dwayne Johnson en 2009, vendría a ser algo muy cercano a la obra maestra.
¿Os imagináis una aventura sin ritmo, una comedia sin sentido del humor, unos personajes sin carisma ni personalidad, unas escenas de acción sin nada espectacular y una historia que anula todo su encanto a favor del melodrama más pastoso y la ausencia total de capacidad para maravillar a ningún tipo de público? Pues eso es lo que tenemos aquí. Conviene huir en dirección contraria.
Lo mejor: 'Un espía y medio'
Otro taquillazo absoluto en Estados Unidos para 'The Rock', 'Un espía y medio' terminaba de confirmar, de la manera más espectacular posible, el poder de Dwayne Johnson para convertir cada uno de sus estrenos en espectaculares cifras de recaudación. No importa que, como sucede en este caso, la película sea más simpática que memorable, millones de espectadores acudirán en masa a las salas para disfrutar de su protagonista.
En esta ocasión, sucede además que él vuelve a ser, de lejos, lo mejor de toda la propuesta, demostrando una vez más su estupenda vis cómica y su ejemplar capacidad para reírse de sí mismo sin que su ego sufra ningún daño. Johnson, sencillamente, es la razón de ser de 'Un espía y medio'. Y cumple a lo grande.
Lo peor: 'G.I. Joe: La venganza'
Lo cierto es que la primera entrega de 'G.I. Joe', adaptación cinematográfica del universo de juguetes de Hasbro, tenía cierta gracia. Dirigida por el siempre solvente Stephen Sommers, esta aventura de acción que nunca se tomaba demasiado en serio a sí mismo conseguía ser un efectivo, aunque inmediatamente olvidable, entretenimiento palomitero. Sin embargo, todas sus refrescantes virtudes se convirtieron en absoluta pesadilla con 'G.I. Joe: La venganza', una secuela que ponía el piloto automático desde su mismo título.
Dirigida, por decir algo, por Jon M. Chu, estamos ante una película aburrida de existir, rutinaria en su construcción de héroes y villanos, carente de inventiva, imaginación e interés a la hora de desarrollar mínimamente su trama y, sobre todo, profundamente caótica, perdida por completo en todos los aspectos. ¿Su principal mérito? Dwayne Johnson no da ni un uno por ciento de sí mismo, algo que no había pasado antes y que, afortunadamente, no se ha vuelto a repetir.
Lo mejor: 'Vaiana'
Una de las últimas joyas destacadas dentro del catálogo Disney, encargada de confirmar por enésima vez la nueva etapa dorada del estudio, tenía a una protagonista con alma aventurera y un carisma y una personalidad a prueba de balas (y océanos enfurecidos) a la que acompañaba un semidios lleno de tatuajes y con un ego y carismas indestructibles llamado Maui. ¿Os encaja Dwayne Johnson en alguno de estos papeles?
Efectivamente, 'The Rock' se lanzaba de lleno al género de animación y se coronaba a lo grande con uno de esos secundarios destinados a pelear con insistencia por hacerse con cada una de las escenas. Pese a que sus dotes para el canto no terminan de estar a la altura, Johnson consigue triunfar incluso en su número musical, contagioso y lleno de energía, redondeando un trabajo memorable.
Lo peor: 'Baywatch: Los vigilantes de la playa'
No podemos agarrarnos al recurso de las carcajadas puntuales, no existen, ni a la sonrisa cómplice y desganada, que brilla por su ausencia, ni siquiera a un factor que parecía tan inevitable como la nostalgia. 'Baywatch: Los vigilantes de la playa' supone uno de los puntos más bajos del género en los últimos años, una comedia sin risas, una película de acción sin vértigo, una idiotez tratada con insoportable solemnidad y, por encima de todo, un entretenimiento reconvertido en bostezo. Los gags están estirados hasta el infinito, la trama no tiene sentido, el ritmo es inexistente y el reparto, otro de los pocos puntos en los que nos podríamos haber apoyado para ver el vaso medio lleno, tampoco está a la altura.
Dwayne Johnson y Zac Efron, dos actores que han demostrado su talento para la comedia en más de una ocasión, no desprenden ninguna química, mientras que actrices como Priyanka Chopra o Kelly Rohrbach no son más que una lamentable diana para hacer chistes sobre la anatomía femenina. Solamente Alexandra Daddario, lo mejor de la película, consigue desprender cierta naturalidad y encanto, pese a que personaje, para variar, es una sucesión de tópicos rancios. En definitiva, y sumando errores, 'Baywatch: Los vigilantes de la playa' cumple los peores pronósticos. Los únicos que han salido ganando con este horror son los vigilantes originales, cuya serie, en comparación, parece una fuente de oro.
Lo mejor: 'Fast & Furious 5'
Entrar en una saga en la, atención, quinta entrega y convertirte de manera automática en una de las grandes estrellas, tiene doble mérito. Primero, porque el espectador acostumbrado a un conjunto de personajes y personalidades muy definidas debe abrazar al recién llegado con extremo cuidado, manejando con especial habilidad las inevitables comparaciones. Segundo, porque en la franquicia que nos ocupa, 'Fast & Furious', la lucha por el poder siempre ha sido contundente y el número de opciones para conseguir la corona ha sobrepasado casi cualquier límite. Pero no hay nada que se le resista a Dwayne Johnson.
Así, en 'Fast & Furious 5', para muchos fans la mejor película de toda la saga, 'The Rock' aparecía para mostrar sus credenciales y dejar sin opción de réplica a todos aquellos que intuían que ya había demasiados gallitos en el corral. Su Hobbs llegaba y arrasaba con todo, convirtiendo cada una de sus escenas en una fiesta y cada una de sus réplicas en un festival. Por más que su relación con el líder de la familia, Vin Diesel, no esté pasando por su mejor momento, 'Fast & Furious' necesita a Johnson. Sin Hobbs, nada sería lo mismo.
Lo peor: 'Hércules'
La anterior película dirigida por Brett Ratner antes de ponerse manos a la obra con este bodrio de dimensiones épicas fue, nada más y nada menos, que 'Movie 43', aquella cosa indescriptible que, cinco años después de su estreno, sigue provocando una profunda vergüenza ajena. Pues bien, aunque parezca increíble, el listón tan, tan, tan bajo dejado por la (comillas multiplicadas) 'comedia', es lo único que hace que 'Hércules' no duela tanto en la memoria cinéfila.
Y eso que, desde el primer minuto hasta el último, esta revisión del semidios griego protagonizada por un entregado, algo es algo, Dwayne Johnson provoca el suficiente número de bostezos como para ser mucho más que una oportunidad perdida. Es cierto que, de forma puntual, la acción parece despegar, pero no es más que un espejismo. Algo, por cierto, similar a lo que se puede decir de la interpretación de Irina Shayk, entre la anécdota y el esperpento.
Lo mejor: 'Dolor y dinero'
De acuerdo, lo más importante de 'Dolor y dinero' es que consiguió, al fin, que muchos críticos y espectadores descubrieran la condición de autor de Michael Bay, director constantemente infravalorado que observó, imaginamos que atónito, como su primera comedia se convertía en la película más respetada de su carrera. Pero no sería justo otorgarle todo el mérito, ya que semejante logro no hubiera sido posible sin la complicidad, entrega y capacidad para la (auto)parodia demostrada por su reparto.
En ese sentido, Dwayne Johnson, en un papel que, a priori, parecía ser secundario, terminaba convertido en la gran revelación cómica de 'Dolor y dinero', perfecto en su interpretación de armario sobrado de músculos y carente de neuronas. Cualquier otro actor habría dicho que no a un personaje así, pero 'The Rock' no dudó. Un punto de inflexión mucho más importante de lo que parece que marcó su carrera.