Dwayne Johnson ha decidido tomar el camino de la redención. El actor ha compartido un vídeo en su perfil de Instagram, mensaje lanzado desde Hawái donde visita el supermercado 7-11 al que solía ir diariamente de adolescente... a robar snickers. Pero esta vez Johnson, decidido a arreglar las cosas aunque hayan pasado muchos años, ha entrado en la tienda diciendo "Hey, ¿dónde están vuestros snickers?", para después sorprender a todo el mundo comprando todos los chocolates de la marca que había en la tienda.
"Por fin exorcicé a este maldito demonio de chocolate que me ha estado royendo durante décadas", ha escrito en el texto que acompaña la publicación, mientras se sinceraba sobre sus hurtos diarios cuando tenía 14 años e iba camino al gimnasio: "estaba arruinado, así que solía robar un snickers tamaño King TODOS LOS DÍAS del 7-11". La barra de chocolate era su comida antes de entrenar. Recuerda con cariño cómo la misma empleada que trabajaba cada día "miraba a otro lado y nunca me pillaba".
Johnson afirma que es consciente de que puede parecer "muy tonto", sobre todo ahora que han pasado 35 años desde entonces, pero sentía remordimientos cada vez que volvía a su ciudad natal y pasaba por un local de la franquicia. "Siempre supe que tenía que entrar y arrasar con todas las barras de snickers que tenían... de la manera correcta".
Y tanto que lo ha hecho: ha vaciado todos los estantes de las chocolatinas que tenían de la marca y ha pagado por las compras del resto de personas de la cola, llegando a 298 dólares. "Es lo mínimo que podía hacer, teniendo en cuenta toda la mierda que he robado de aquí", ha bromeado en la publicación. Tras dar una propina al dependiente, ha dejado una bolsa con los chocolates al lado de la caja: "Si veis a alguien que parece que está robando snickers, dadles estos para que no tenga que robar".
Un pasado oscuro
Dwayne Johnson vivió una infancia inestable, con grandes dificultades económicas que llevaron a su familia a estar constantemente mudándose. En una entrevista con The Sun, se sinceraba sobre su etapa más oscura. "A los trece empecé a desviarme del camino", confiesa. "Me empezaron a arrestar por peleas, robos, todo tipo de estupideces que no debería estar haciendo", contó. Para cuando tenía 17 años ya había sido arrestado "ocho o nueve veces".
Al llegar a la mayoría de edad, todo cambió: se volcó de lleno en el culturismo, la lucha libre y el fútbol americano, camino que finalmente le ha convertido en uno de los actores mejor pagados, actualmente sumando en cartelera con 'Black Adam', su estreno más taquillero. "No podemos cambiar el pasado y algunas de las tonterías que hayamos hecho", recuerda Johnson, "pero de vez en cuando podemos añadir una pequeña nota de gracia redentora a esa situación, y quizás poner una gran sonrisa en la cara de algún desconocido".