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Tres películas y tres matrículas de honor. No está nada mal, Steve McQueen. El responsable de 'Hunger', 'Shame' y la oscarizada '12 años de esclavitud', imprescindibles, se encuentra en una envidiable posición dentro de la industria tras conseguir la ansiada estatuilla a Mejor Película con su último trabajo hasta la fecha.

Un ascenso que el cineasta ha ido combinando con sus otras dos grandes pasiones, la fotografía y la escultura, dos artes en las que McQueen continúa inmerso en la búsqueda de la crudeza y el impacto emocional de la manera más contundente e hipnótica posible. Un objetivo que, en opinión de los críticos especializados en la materia, cumple con nota. Un todoterreno.

Palabras mayores. Si no consigues comulgar con el arte de David Lynch, uno de esos cineastas que, para lo bueno y para lo malo, ya es parte de la historia del cine, es porque no quieres, porque opciones tienes más de una y de dos. Y es que, a lo largo de su trayectoria, el director estadounidense ha probado suerte en, atención, la pintura, la música, la publicidad, la fotografía y el diseño de mobiliario. En todos estos campos, Lynch ha dejado una huella de personalidad reconocible, apostando siempre por el camino más imprevisible posible.

En nuestro país, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de disfrutar de sus obras pictóricas el pasado año 2009, mientras que su último trabajo discográfico, 'The Big Dream', se publicó en 2013 con críticas que, al igual que ocurre con sus películas, se dividían en reacciones apasionadas, tanto positivas como negativas. A él, como siempre, parece importarle poco. Marca de la casa.

Una de las características más reconocibles, y criticadas, de Alejando González Iñárritu es su oratoria. Escuchar sus entrevistas, sus reflexiones, sus opiniones y el análisis que realiza sobre su obra puede resultar algo incómodo por culpa de un ego desmedido, pero nadie puede negar que el tipo sabe construir un mensaje interesante e intenso con suma facilidad. Por eso, no sorprende descubrir que el doble ganador de un Oscar a Mejor Director, de manera consecutiva, empezara su carrera detrás de un micrófono. Y es que Iñárritu es uno de los apellidos de referencia en la historia reciente de la radio mexicana gracias a su trabajo en la emisora WFM, de la que llegó a ser director.

Durante más de cinco años, el cineasta se encarga de elevarla hasta lo más alto de las audiencias, otro objetivo que consigue con creces. Además, combina este trabajo con la composición de la banda sonora de seis películas. Por eso, aunque mantenga la música apartada de su labor profesional desde que comenzó su exitosa andadura cinematográfica, es cuestión de tiempo que Iñárritu regrese a un arte que, como el propio director ha señalado, le ha influido más que ninguna otra.

Pese a contar con una breve trayectoria cinematográfica, que parece algo abandonada en los últimos años, Julian Schnabel puede estar más que orgulloso. Los laureles que ha conseguido gracias al triunfo crítico de 'Basquiat', 'Antes que anochezca' y 'La escafandra y la mariposa', con premio a Mejor Director en el Festival de Cannes incluida, le permiten descansar tranquilamente sin tener ningún tipo de prisa. Además, la obra de Schnabel más reconocida sigue correspondiendo a su labor dentro del arte plástico, donde es todo un referente.

Su especialidad, tan polémica como atractiva, se enmarca dentro del movimiento denominado 'Pintura Mala', tal cual, relacionado directamente con el neoexpresionismo. Presente en la mayoría de museos y salas de arte más importantes del mundo, Schnabel sigue marcando su carrera a través del salto al vacío. Y que así siga.

¿Él? Sí, él. James Franco es mucho más que uno de los actores más imprevisibles de los últimos años, capaz de protagonizar taquillazos indiscutibles, obras de culto y desastres sin pies ni cabeza. Su carrera combina la interpretación con trabajos relacionados con el mundo de la moda, la pintura, la música y la literatura. Y en todos ellos se ha volcado al cien por cien, sin medias tintas.

Si bien es cierto que esta obsesión por el trabajo constante, por el atrevimiento casi inconsciente, le ha causado más de una decena de fracasos críticos y comerciales, no podemos dejar de destacar su ejemplar inquietud, su necesidad de expresar cada una de sus fases de inspiración en la modalidad artística que corresponda. No siempre consigue estar a la altura de lo esperado, ni siquiera de la curiosidad simpática, pero estamos seguros de que no dejará de intentarlo.Seguro que se le da mejor que presentar los Oscar.

John Carpenter, uno de los directores más emblemáticos de la década de los ochenta y responsable de alguno de los clásicos más destacados del cine de terror, también es uno de los compositores de bandas sonoras más reconocibles de aquellos inolvidables años. Y es que Carpenter también se encargó de la inmensa mayoría de obras musicales que acompañaban aquellas imágenes inolvidables que hicieron de, por ejemplo, '1997: Rescate en Nueva York' o 'La noche de Halloween', una experiencia cinematográfica que marcó a toda una generación.

En los últimos años de su carrera, ha ofrecido numerosos conciertos en los que interpretaba sus obras musicales, cautivando a un público que ha defendido el estatus de Carpenter como leyenda viva del cine con uñas y dientes. Y con oídos, claro.

Ser una de las estrellas musicales más importantes de la historia del espectáculo estadounidense, y además, estar considerada una personalidad clave para que la figura de la directora de cine dejara de estar vista como una especie de rara avis, tiene todo el mérito del mundo. Barbra Streisand, cuya ambición siempre ha estado a la misma altura de sus mayores éxitos, supo combinar con mucha inteligencia y sentido de la oportunidad sus dos virtudes esenciales, un carisma a prueba de balas y una voz privilegiada.

Con una apabullante discografía que comenzó con un primer disco en 1962 y que encuentra su último paso, hasta ahora, en 2016, Streisand empezó en a combinar su faceta de actriz y cantante, exitosa en ambos casos, con la de directora en 1983 gracias a 'Yentl', notable película que tendría el inmenso honor de ser la primera obra cinematográfica de la historia producida, dirigida, escrita e interpretada por una mujer. Solamente por eso, Streisand se merece todo. Y lo sigue consiguiendo. El año que viene estrena 'Catherine the Great', con la que regresa a la silla de directora después de más de dos décadas. Ahí estaremos.

Takeshi Kitano cuenta con otra de esas mentes a las que cuesta muy poco imaginar en constante movimiento. Además de su faceta como director, el artista japonés ha realizado obras literarias y pictóricas y ha diseñado varios videojuegos. Un conjunto de disciplinas artísticas en las que Kitano ha continuado desarrollando su más que particular visión del mundo, la sociedad y las relaciones humanas, complejas y apasionantes.

Un genio que se atreve con todo y que no permite, ni siquiera a sus más admiradores más apasionados, descubrir las claves de su siguiente paso. Lo que sí que parece seguro es que no regresará a la televisión para volver a presentar 'Humor Amarillo', uno de los programas más delirantes de la historia de la pequeña pantalla. Aunque, pensándolo bien, no ponemos la mano en el fuego.

El último gran ejemplo de director multidisciplinar. En plena carrera de premios, Tom Ford ha confirmado con su segundo largometraje, 'Animales nocturnos', lo que su debut cinematográfico, 'Un hombre soltero', dejaba intuir, que hemos ganado a un cineasta con personalidad propia y con una ambición creativa que está muy por encima de la anécdota. Y es que tras conocer la intención de Ford en 2009 de probar suerte en el mundo del cine, muchos comenzaron a señalar este giro en su carrera como el capricho de uno de los diseñadores de moda más importantes de los últimos años.

Las dudas se disiparon tras el estreno de su citada ópera prima, aplaudida por la inmensa mayoría de la crítica y recibida con cierto entusiasmo por parte del público. Un fenómeno que se ha repetido con 'Animales nocturnos', una película mucho más estimulante y conseguida que su predecesora, oscura e hipnótica, y dirigida con contundencia y seguridad por un Ford que parece haber consolidado su estatus como director dentro de una industria que no contaba con él. Y está claro que ha llegado para quedarse.