En la década de los ochenta, tan añorada, reverenciada y rescatada en estos tiempos que corren, Eddie Murphy era uno de los dioses indiscutibles de la comedia. Sus películas se contaban de éxito en éxito y los traspiés, pocos y aislados, no hacían más ruido que el de la excepción que marca toda regla. Todo iba sobre ruedas en una carrera que parecía imparable y que encontró un primer reto mayúsculo con la llegada de los noventa. ¿Se mantendría la racha? ¿Continuaría Hollywood y el público riéndole las gracias al bueno de Eddie?
Digamos que la respuesta se maneja entre el sí rotundo y el no más sospechoso. Es decir, Murphy siguió sumando grandes éxitos, pero, de la misma forma, empezaba a escoger de manera demasiado incomprensible algunos guiones que le permitían lucirse entre poco y nada. Y no hablamos de cintas que le pusieran en aprietos dramáticos, la comedia no dejó de ser el hábitat en el que se movió este tigre de la carcajada, sino de propuestas que no funcionaban casi desde su misma sinopsis.
A continuación, repasamos todas y cada una de las películas en las que participó el actor en una década, los noventa, que, teniendo en cuenta todo lo que vino después, podemos celebrar como una de las mejores de su trayectoria. Porque el siglo XXI y Eddie Murphy se están llevando francamente mal. Miremos atrás, volvamos a reír con él y a celebrar algunas de sus mejores cintas.
Ranking comedias Eddie Murphy
'Boomerang, el príncipe de las mujeres'
'Boomerang, el príncipe de las mujeres' supone uno de los peores trabajos protagonizados por Eddie Murphy en la década de los noventa y, además, una de las películas más detestables de su carrera. Machista hasta límites insospechados, esta historia dividida en grupos de chicos que solamente hablan de sexo y grupos de mujeres sin más función que la de ser codiciados objetos que caen con suma facilidad en las manos de los citados machos alfa, se cae con todo el equipo, siendo además una película profundamente aburrida e inconsistente en sus intenciones puramente artísticas.
Y tampoco son tantas, ni mucho menos. Por salvar algo del desastre, el personaje y la interpretación de Halle Berry se sitúa con facilidad por encima de un soporífero conjunto en el que Murphy no hace otra cosa que intentar ser un irresistible sex symbol. Spoiler: no lo consigue.
'Es...el gurú, una incontrolable tentación'
Es tan complicado hablar de esta película como entender exactamente la razón de su existencia. 'Es...el gurú, una incontrolable tentación', absurda, terrible traducción del título original ('Holy Man'), es una propuesta que nunca termina de tener claro lo que quiere ser. Comedia absurda, denuncia al poder manipulador de los medios de comunicación, parodia de los líderes espirituales, drama azucarado o, sencillamente, un show de Eddie Muprhy en estado zen.
Pero, claro, ¿quién demonios querría ver al actor en su versión más calmada, apagada y sosa? Efectivamente, nadie. Por eso, estamos ante uno de los mayores fracasos de la carrera de Murphy, a nivel comercial, sí, pero también desde una cuestión estrictamente cinematográfica. Aburrida, estúpida de inicio a fin e incomprensible en sus objetivos y ambiciones. No, este gurú no es una incontrolable tentación. Es una pesadilla.
'Un vampiro suelto en Brooklyn'
Pocas películas de la filmografía de Wes Craven son más estúpidas, insoportables y absurdas que 'Un vampiro suelto en Brooklyn'. En el caso de Eddie Murphy, sin embargo, es casi una joya teniendo en cuenta sus últimos trabajos. Comedia de terror, o intento de algo similar, este despropósito fue uno de los primeros trabajos en los que se puede comprobar el interés del actor por mostrar una cara alejada de la carcajada más pura, tratando de aportar tintes dramáticos a un personaje que, sobre el guion, no va más allá del estereotipo más rancio de la figura del vampiro clásico.
Un conjunto de errores a los que hay que sumar la sorprendente ausencia de energía de Murphy, el cual parece confundido y perdido en medio de este caos narrativo coronado por un romance sin pies ni cabeza. Mejor olvidar que existió cuanto antes.
'Su distinguida señoría'
El principal elemento en contra que afecta de manera directa a 'Su distinguida señoría' es, básicamente, el paso del tiempo. Y es que esta sátira política con destellos de humor fácil y vulgar y trazos de comedia bienintencionada para toda la familia, se ha oxidado de manera contundente, dejando como único recurso al que agarrarse la interpretación protagonista de un Eddie Murphy en su salsa. Película que va de más a menos, 'Su distinguida señoría' no deja ninguna escena ni personaje para el recuerdo, pero se deja ver, constituyendo un trabajo evidentemente menor, pero funcional, en la carrera de su gran estrella.
'Superdetective en Hollywood III'
Siete años después de su segunda entrega, 'Superdetective en Hollywood III' aparecía en las carteleras de todo el mundo para finalizar una trilogía que, en su último capítulo (hasta la fecha), no supo estar a la altura. Y eso que, maldita sea, tenían un parque de atracciones como escenario para desarrollar la acción. Un-parque-de-atracciones.
Lamentablemente, ni el pobre guion de Steven E. De Souza ni la dirección de un John Landis en horas bajas supieron aprovechar la oportunidad, apostando todo al carisma de su protagonista, un Eddie Murphy con el piloto automático encendido de inicio a fin. Un entretenimiento ligero e inferior a sus dos predecesoras al que el paso del tiempo ha terminado de condenar.
'Condenados a fugarse'
Dirigida por un Ted Demme alejado de su versión más interesante, aquella que nos regaló la maravillosa 'Beautiful Girls', 'Condenados a fugarse' supone una de las pocas 'dramedias' que habitan en la carrera de Eddie Murphy, algo que, por una cuestión de diferencia entre la multitud, hace que la propuesta sume puntos de manera casi automática.
Sin embargo, otra cosa son las metas que consiguió alcanzar una película que, lástima, termina perdida entre ambos géneros sin dejar claro en ningún momento su predilección u orientación favorita. Una serie de dudas argumentales y narrativas que hieren a 'Condenados a fugarse' y la dejan perdida, solitaria y tiritando en la siempre temible tierra de nadie. Correcta. Y ya.
'48 horas más'
Tras el varapalo de crítica y público obtenido con su estreno como director, la insufrible 'Noches de Harlem', Eddie Murphy retomaba su papel de Reggie Hammond en '48 horas más', secuela de la estupenda y taquillera 'Límite: 48 horas', estrenada ocho años atrás.
Una vuelta al ruedo del género de comedia de acción (y viceversa), en la que el actor volvía a demostrar su innegable talento para el manejo del timing cómico, entregando una interpretación mucho más carismática y protagonista que la que ofreció en la primera entrega. A su lado, Nick Nolte denotaba un mayor cansancio y, en cierto modo, desinterés, cediendo todavía más espacio al huracán Murphy. Una secuela digna a la que el actor supo sacar mucho más provecho.
'Dr. Dolittle'
Después del estrepitoso y merecido fracaso de 'Es...el gurú, una incontrolable tentación', Eddie Murphy decidió que era un buen momento para regresar a esa senda del remake que tan buenos resultados le había proporcionado con 'El profesor chiflado'. Y acertó. 'Dr. Dolittle', basada en el inolvidable personaje creado por Hugh Lofting, es ese tipo de película para toda la familia que Murphy lleva intentando repetir sin éxito durante estos últimos años. Una propuesta simpática, divertida, entrañable y algo tontorrona capaz de entretener a público de todas las edades.
No hay nada especialmente brillante en ella y los aspectos más infantiles de la trama terminan ganando la partida, pero no es nada grave, la película funciona dentro de sus posibilidades y limitaciones. 'Dr. Dolittle' es lo que es y pedirle más no tendría demasiado sentido. Un merecido triunfo comercial para Murphy.
'El negociador'
La racha positiva iniciada por 'El profesor chiflado' siguió con 'El negociador', cinta de acción pura y dura, con poquitas, muy poquitas dosis de humor, en la que Eddie Murphy ofrecía una interpretación más destacada de lo que se podría esperar.
Dirigida con buen pulso por un Thomas Carter entregado a la causa, esta historia policíaca consigue mantenerse siempre a flote, a pesar de caer una y mil veces en algunos de los lugares comunes más evidentes y perezosos del género, gracias a un acertado ritmo narrativo, contundentes escenas de tensión, un clímax final a la altura y, sobre todo, el carisma de un Murphy que, al fin, conseguía salirse ligeramente de su disfraz de (maravilloso) bufón para sumar un soplo de aire fresco a su trayectoria. Un notable entretenimiento.
'El profesor chiflado'
Cuando se empezaban a escuchar las primeros gritos de alarma ante la posibilidad real de hundimiento profesional de Eddie Muprhy, el actor se lanzó de lleno al siempre temible conjuro del remake con 'El profesor chiflado', revisión muy particular de la obra maestra de Jerry Lewis. Un proyecto que transmitía aroma a todo o nada desde su mismo anuncio, pero que, a la hora de la verdad, terminó convirtiéndose en uno de los grandes éxitos de la trayectoria del actor. Y con justicia.
A años luz del clásico en el que se basa, por cierto, de una manera bastante libre, 'El profesor chiflado' es un recital de Murphy en toda regla con ecos de la mejor versión de un actor capaz de interpretar a una docena de personajes y aportar una personalidad cómica hilarante a cada uno de ellos. Por supuesto que se acude más de la cuenta al humor más vulgar y evidente, con el clásico 'culo caca pedo pis' a la cabeza, pero eso no es impedimento para que las carcajadas se sucedan siempre que Murphy mete la sexta marcha. Y no son pocas las ocasiones en las que eso sucede.
'Bowfinger, el pícaro'
Estamos, con toda probabilidad, ante la comedia de Eddie Murphy más redonda de la década de los noventa.Tal cual. Dirigida por Frank Oz y coprotagonizada por un espléndido Steve Martin que se ocupó también de escribir el estupendo guion, 'Bowfinger, el pícaro' funciona tanto en su condición de sátira despiadada de Hollywood como industria de estereotipos, leyendas de arcilla, megalómanos y egos de dimensiones incalculables como en su esencia de comedia pura, ingeniosa y vibrante en la réplica y la sucesión de diálogos hilarantes.
Divertidísima desde el primer minuto hasta su inolvidable epílogo kung fu, 'Bowfinger, el pícaro' cuenta con una ración doble de Eddie Murphy en su máximo esplendor, volcánico, capaz de arrasar con todo a su paso. Es un actor disfrutando cada una de sus escenas y colocando su talento al servicio de una trama llena de gags memorables. Así se despide una década, Eddie.
