Dirigida por Franck Vestiel y protagonizada por Clovis Cornillac, Vimala Pons, Zohar Wexler, Sifan Shao y Arben Bajraktaraj, 'Eden Log' es una más de las abundantes propuestas galas que inundan esta 41ª edición del Festival de Sitges.
Amnésico y cubierto de barro, así se despierta el protagonista de la película, inmerso en las ruinas de un laberíntico complejo científico que se encuentra traspasado de arriba a bajo por unas extrañas raíces. Semidesnudo y en mitad de la oscuridad, deberá hallar el modo de llegar a la superfície para descubrir quién es y qué misterio se oculta bajo el nombre de Eden Log.
Como en los viejos tiempos
Notable propuesta nos ofrece el francés Franck Vestiel, con una nueva visión distópica y apocalíptica de nuestro futuro inmediato que, como suele ser habitual en la ciencia-ficción ajena a robots desmontables, extraterrestres colonizadores y demás, lleva implícito un precognitivo mensaje de advertencia.
Pese a servirse de esa habitual textura grisazulada y casi monocrómica que buena parte de la ciencia-ficción de los últimos años parece estar adoptando en mayor o menor medida como signo de identidad, desde 'Chrysalis' a 'Equilibrium', pasando por 'Gattaca' o incluso 'Hijos de los hombres', las influencias estéticas de 'Eden Log' se encuentran más próximas al ecletismo propio de Terry Gilliam, a las primerizas obras de su compatriota Jean-Pierre Jeunet como 'Le Bunker de la dernière rafale', o incluso al 'Stalker' de Tarkovsvy que al actual cine de género, del mismo modo que sus expectativas.
El personaje interpretado por Clovis Cornillac deambula por las desvencijadas galerías de lo que se nos descubre como un destartalado complejo científico, consiguiendo mantenernos expectantes durante casi la totalidad de su metraje, deshilvanando con cuentagotas un entramado más simple de lo que en realidad aparenta a través del propio desconocimiento de su protagonista. De este modo, tanto historia como estética, como iluminación, como interpretación, se conjuran con exquisito gusto para insisnuarnos una terrible verdad que apenas sí cobra verdadera forma y sentido en los últimos minutos de película, ofreciéndonos un crudo y perturbador mensaje mucho más cercano de lo que podría parecer.
De este modo, 'Eden Log' en ocasiones se aproxima más al cine de autor que a la propia ciencia-ficción, con un monólogo interpretativo a cargo de Clovis Cornillac más próximo a la concepción teatral que al cine ortodoxo, acompañado tanto por una fotografía cuya iluminación a bases de contrastes y claroscuros se convierte en un personaje más, en una amenaza más, como por una banda sonora monótona y perturbadora, en una película que sirve de oscura precognición para temáticas tan actuales como el problema de la inmigración o la escasez de recursos naturales, tal y como han hecho otros títulos actuales como Sunshine o Hijos de los hombres, sin ir más lejos.