El Festival de Cine de Autor de Barcelona sigue desgranando propuestas con notable poder de convocatoria entre los cinéfilos barceloneses. Entre los títulos que hemos podido ver se encuentran una comedia española sobre la guerra de sexos y las relaciones de pareja en clave antirromántica y un sensible drama social sueco sobre los trastornos alimenticios durante la difícil etapa de la adolescencia. Dos propuestas de distintos objetivos y resultados.
'Amor tóxico' (Norberto Ramos del Val)
El D'A reivindica "el otro cine español" repescando esta comedia gamberra estrenada hace unos meses en la sección Resistencias del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Eduardo Ferrés y Ann Perelló protagonizan el sexto largometraje de Norberto Ramos ('Muertos comunes', 'Hienas') que ilustra la primera cita de dos jóvenes con notables desajustes emocionales en un bar madrileño. El film muestra casi en tiempo real la larga y tensa conversación bañada en cubatas que mantienen ambos y que pronto se convierte en un retorcido juego del gato y el ratón como preámbulo al sexo. Si los personajes se dedican durante dos horas a vomitar reflexiones sobre las relaciones en la sociedad actual, esperamos que al menos estas sean ingeniosas o interesantes. No es el caso. El guion es flojo y sus divagaciones van de lo chabacano a lo intrascendente. Un par de chispazos con genio no salvan un agotador diálogo de besugos torpemente nihilista que, además de hacerse muy pesado, no lleva a ningún sitio de interés.
Nota: 3
Lo mejor: un par de momentos divertidos.
Lo peor: su metraje es excesivo.
'Mi perfecta hermana' (Sanna Lenken)
El interesante debut en el largometraje de la directora sueca Sanna Lenken, desarrolla un tema que ya abordó en un corto rodado dos años antes: los trastornos alimenticios en la adolescencia. La película nos presenta a Stella, una preadolescente que trata de imitar en todo a Katja, una hermana mayor a la que idolatra en cada aspecto de su vida. El problema llega cuando Stella descubre que Katja es anoréxica y se ve obligada a ocultar el secreto ante sus padres, hasta que la situación se vuelve insostenible y el drama familiar estalla. Lo mejor del film es que no cargue las tintas del drama y dedique tanto tiempo a describir el trastorno de la joven como a humanizar a unos personajes con los que logra generar empatía. Además de espacio para la reflexión, la película tiene humor y ternura, un buen reparto y un tema interesante abordado desde la perspectiva correcta. Un buen ejemplo de cine social europeo.
Nota: 6
Lo mejor: sus jóvenes actrices.
Lo peor: podría desarrollar más la figura de los padres.