En 2004, tras encadenar con notable éxito tres películas de la notoriedad de 'El sexto sentido', 'El protegido' y 'Señales', un nuevo estreno del cineasta de origen indio y afincado en Philadelphia M. Night Shyamalan, suponía todo un acontecimiento. La enérgica campaña de marketing de 'El bosque', hacía pensar al potencial espectador en un cuento gótico de terror. Sin embargo la película transcurre, al menos durante buena parte del metraje, por otros derroteros bien distintos y quizá más difícilmente 'vendibles'. Y ahí comienzan los problemas de este buen film con su audiencia... cuestión de expectativas.
'El bosque' es, en efecto, bastante más que un film de miedo. Es de hecho más bien una película que habla sobre el miedo, que reflexiona pertinentemente sobre los orígenes de la paranoia colectiva, poco tiempo después del 11-S. Lo hace con un relato de corte clásico, que arranca con hechuras de romance de época, al que Shyamalan incorpora pronto el componente sobrenatural, logrando una atmósfera magnífica y envolvente en su pausada introducción.
Shyamalan sigue atreviéndose a lanzar guiños al cine de Hitchcock más allá de sus habituales cameos. Si en 'Señales' -que narraba una repentina invasión alienígena y en esencia era una fábula sobre la aceptación de la pérdida y superación de la tragedia, una vez más trazando no pocos paralelismos con el ataque del World Trade Center- veíamos claras referencias a 'Los pájaros', en 'El bosque' (sin desvelar demasiado) el cineasta destruye en el inicio las expectativas del espectador con respecto al devenir del que creemos será el protagonista del relato...
Viaje hacia la luz
De este modo, será una joven ciega interpretada con angustiosa convicción por Bryce Dallas Howard, la que curiosamente nos guíe hacia la luz en medio de la confusión y el misterio que rodea esa inquietante comunidad rural que el film retrata y nos desvele de dónde vienen las acechantes criaturas a las que todos temen y que les impiden atravesar el bosque para salir del poblado. Solo la protagonista será autorizada a salir del pueblo para adquirir unas medicinas y emprenderá un inquietante viaje de desenlace sorprendente.
Posee el film una premisa de lo más sugerente, un ritmo pausado pero en imparable crescendo, una ambientación magnífica y una banda sonora envolvente y extraordinaria de James Newton Howard. Y tiene también el talento de un director en plena forma. Shyamalan rueda inolvidables secuencias, como aquella en la que los protagonistas se refugian en plena noche ante el primer ataque de las criaturas, primorosamente rodada. Tiene la fuerza inherente a un relato de misterio que alberga además un sugerente simbolismo y de nuevo giro final que, más allá del mero golpe de efecto, convierte el film en una acertada parábola de plena actualidad sobre el aislamiento y los miedos (inoculados) en una sociedad en continua alerta.
En definitiva, es 'El bosque' una película muy reivindicable en la filmografía de Shyamalan, injustamente incomprendida, que invita a un segundo visionado sin prejuicios marcados para poder disfrutarla en mayor medida. Uno de los films más sugestivos y originales de un director de evidente talento, que ha sufrido una triste (e incomprensible) deriva hacia lo mediocre en su reciente trayectoria cinematográfica de la que esperemos pueda salir pronto.
