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CRÍTICA

'El caso Sloane': Empoderamiento femenino en las altas esferas

Dirigida por John Madden, quien fuera nominado al Oscar en 1999 por 'Shakespeare enamorado'.

Por Pedro J. García Más 19 de Mayo 2017 | 11:10
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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'El caso Sloane' es una película con nombre propio, pero este no es el de su director, el nominado al Oscar por 'Shakespeare in Love (Shakespeare enamorado)' John Madden, sino el de su estrella y absoluta protagonista, Jessica Chastain, una de las actrices más solicitadas y aclamadas de Hollywood, que con cada proyecto en el que se embarca deja patente que sigue luchando por la igualdad de género y el progreso de la mujer en la industria del cine.

Jessica Chastain es Elizabeth Sloane

Chastain interpreta en la película a Elizabeth Sloane, una agresiva ejecutiva de gran reputación conocida por encadenar un éxito tras otro en su trabajo como activista de grupos de presión en el mundo de la política y las altas esferas empresariales de Washington D.C. Su longeva afiliación y supuesta lealtad a la firma para que trabaja como lobista no impide que esta decida dejar su puesto y pasarse al otro bando cuando se le presenta la oportunidad de presionar en contra de la ley de control de armas en Estados Unidos. Sin embargo, Elizabeth no se mueve por el impulso moral de hacer lo correcto (aunque ella así lo cree, "Trabajo en causas en las que creo, por eso duermo tranquila"), sino que tiene un claro objetivo en mente: ganar, cueste lo que cueste. El problema es que en esta ocasión se enfrenta a su peor oponente y el precio a pagar por la victoria puede ser demasiado alto.

Aires televisivos

'El caso Sloane' es un vertiginoso thriller político que se apoya en referentes cercanos como la serie 'House of Cards'. Madden pone un ojo en la ficción catódica de mayor prestigio para dar forma a un intenso y sofisticado drama que ahonda en los vericuetos más oscuros del panorama político y estratégico estadounidense, destapando los trapos sucios de un sistema corrupto en el que casi todos se mueven por intereses personales, a partir de los cuales toman decisiones que afectan a millones de personas. Y el resultado funciona como un piloto de doble duración de una serie que no desentonaría en la progamación de una cadena premium.

Los personajes sin baliza moral, el despiadado mundo laboral de las grandes empresas y los tejemanejes de los políticos para alcanzar y preservar el poder son algunos de los elementos que 'El caso Sloane' comparte con la mencionada ficción de Netflix. Pero en el film también podemos distinguir trazas evidentes del estilo de Aaron Sorkin ('El ala oeste de la Casa Blanca', 'The Newsroom', 'Steve Jobs'), en especial ese ritmo endiablado y esa tendencia a no dejar apenas espacio para los silencios. A lo largo de las más de dos horas que dura, la película no da tregua al espectador, avasallándolo con diálogos ágiles y giros argumentales de vértigo. Esto, que quede claro, no es negativo, sino todo lo contrario. 'El caso Sloane' no permite ni un segundo de aburrimiento, atrapando con una historia que se retuerce una y otra vez para garantizar la atención del espectador de principio a fin.

Elizabeth Sloane en acción

Ahora bien, de la misma manera que Madden toma buena nota de lo que funciona en televisión, el director también recoge algunos de los defectos de la escritura de Sorkin. Principalmente esa tendencia a caer en el lado más maniqueo del discurso, exagerando tanto los extremos que en ocasiones da la sensación de estar siendo adoctrinado. No se puede decir que 'El caso Sloane' sea precisamente sutil exponiendo sus encrucijadas morales, y mucho menos resolviéndolas -lo más forzado de la película es un final sorpresa que riza tanto el rizo que cae en lo tramposo y lo inverosímil-, pero contrarresta este defecto con una enorme capacidad para mantener en vilo al espectador.

Esa fuerza de la naturaleza llamada Jessica Chastain

Pero volvamos a lo más importante de la película: su protagonista. Elizabeth Sloane es un personaje fascinante, moralmente complejo, una anti-heroína que nos divide entre el impulso de desear lo mejor para ella (y sea el éxito o la redención) y querer verla recibir el castigo que merece por su comportamiento amoral.

Por momentos, 'El caso Sloane' incurre en el tópico cuasi-sexista según el cual la mujer es idenfiticada como alguien fuerte solo porque se comporta como lo hace el hombre tradicionalmente. Es decir, porque se le asignan los atributos propios de los personajes masculinos, especialmente de aquellos en el poder. Elizabeth no está interesada en ser madre y frecuenta la compañía de escorts masculinos, lo cual puede resultar refrescante y transgresor al fulminar estereotipos, pero hace que nos planteemos una pregunta: ¿Es necesario siempre sacar estos temas para dejar claro que un personaje femenino es fuerte? ¿Hay que excusar a Elizabeth y a todas las mujeres que anteponen su carrera a la maternidad o poseen una gran ambición profesional?

Jessica Chastain y Gugu Mbatha-Raw

No obstante, podemos perdonar este delicado aspecto de la película porque a cambio nos deja a uno de los personajes femeninos con más capas que hemos conocido recientemente en el cine, una de esas mujeres de ficción que nos demuestran que ellas no tienen por qué estar relegadas a los papeles de siempre (madre, interés amoroso), sino que evidentemente son capaces de llevar el peso de una película sobre sus hombros, por mucho que los grandes estudios no lo crean. Y eso es lo que convierte 'El caso Sloane' en una película tan necesariamente feminista, no que su protagonista sea una mujer fuerte y ocupe un lugar reservado habitualmente para los hombres (tanto en lo laboral como en lo cinematográfico), sino que sea una mujer imperfecta, dañada y moralmente ambigua, hasta el punto de hacer que nos planteemos si estamos ante una sociópata.

Pero claro, este objetivo es fácil de alcanzar cuando se tiene a Jessica Chastain como cabeza de cartel. La actriz, nominada al Globo de Oro por este papel, es un torbellino interpretativo dando vida a Elizabeth Sloane, ya sea expresando su fortaleza como sacando a relucir su vulnerabilidad, dominando el acelerado tempo de los diálogos como una fiera escénica y completando a su personaje a base de brillantes matices. 'El caso Sloane' es ella, y ella es 'El caso Sloane'. Con otra actriz, los defectos habrían condenado a la película, pero ella nos da argumentos más que convincentes para que fallemos a su favor.

Sloane ante la justicia

'El caso Sloane' también incluye en su fantástico reparto a Gugu Mbatha-Raw, Alison Pill, Jake Lacy, Sam Waterston, Mark Strong y John Lithgow. La película se estrena el 19 de mayo.

Nota: 7

Lo mejor: El tour de force interpretativo de Jessica Chastain.

Lo peor: Que peca de maniquea y deriva hacia lo rocambolesco en su desenlace, en un intento desesperado por sorprender al espectador a toda costa.