Blancanieves es de todo menos un cuento de hadas. De ello se han encargado las variadas e innovadoras versiones que durante los últimos años se han esforzado en revivir la famosa historia centrada en una obsesiva madrastra, un pequeño grupo de simpáticos obreros y una joven condenada al destierro. Porque reescribir y transformar nuestros relatos más míticos ha pasado de ser una moda pasajera para instaurarse en el panorama cinematográfico como una auténtica tradición. Y como era de esperar, nuestra pequeña e inocente mujercita capaz de despertar la furia de aquellos que la observaban ha experimentado las consecuencias.
Si lo pensamos en realidad, tal vez el famoso personaje no fuese, en su origen, tan puro e inocente como se nos presentaba en la versión de Walt Disney de 1937. Ni las amenazas que la rodeaban tan simples y carentes de riesgo real. Hace ya más de 200 años que los hermanos Grimm recopilaron el relato de origen alemán y lo publicaron por primera vez, y desde entonces cada autor vinculado al material lo ha interpretado a su manera. Pero, ¿buscaban los célebres escritores alemanes dirigirse a un público infantil con 'Blancanieves'?
La respuesta parece ser que no. Por muy raro o extraño que parezca, el relato original utilizaba el sufrimiento y la muerte como principales motores de la historia. Pocos espectadores sabrán que la reina quería devorar las entrañas de su hijastra para probar su muerte (sí, era caníbal) o que los héroes del cuento en realidad no tenían reparos en torturarla salvajemente una vez encontrasen la oportunidad (zapatos de hierro que abrasaban sus pies incluidos). ¿Tal vez haya cambiado un poco el cuento, verdad?
Podemos hablar de tres "versiones originales" del cuento de Blancanieves. La primera es una leyenda medieval acreditada al italiano Giambattista Basile en el siglo XVI. En una antología de cuentos que escribió habla de una niña que cae inconsciente tras ponerse una peineta mágica. Los padres de la niña, llamada Lisa, la entierran en un ataúd de cristal. Así son testigos de cómo la niña sigue creciendo y se convierte en una hermosa joven. Celosa de su belleza, una de sus parientes decide matarla, rompiendo el sarcófago. Con tal mala suerte que se cae la peineta y Lisa despierta.
Hay quienes piensan que Blancanieves está en realidad basada en la vida de Maria Sophia Margaretha Catharina von Erthal, hija del príncipe Philipp Christoph von Erthal, que vivían en Lohr (Alemania), un un castillo que hoy se utiliza de museo. Maria era una joven de gran corazón y belleza, muy querida en Lohr. Cuando murió su madre, su padre volvió a casarse con Claudia Elisabeth Maria von Venningen. Aprovechando que el padre, diplomático, casi nunca estaba en casa, Claudia aprovechaba para dar prioridad a sus hijos por encima de Blancanieves. En la historia de esta familia encontramos un espejo que habla, que todavía se puede admirar en el castillo de Lohr. Con 1,6 metros de altura, procedente de la Manufactura de Cristal de Lohr, fue un regalo del padre de Maria a su "malvada madrastra". El diseño hacía que reverberaran las palabras que se decían a su lado, por lo que parecía que el espejo hablaba. El sarcófago de cristal podía ser un guiño a la importante industria del vidrio de la zona, y los enanos una representación de las siete montañas Höhenwer, o un guiño a la cantidad de niños que trabajaban en las minas de Bieber en la época.
Se cree que los hermanos Grimm se inspiraron en esta historia real para su Blancanieves, que es la versión más conocida. El cuento empieza con una madrastra celosa de Blancanieves, elegida la mujer más hermosa del reino. Después de ordenar a un cazador que la llevara hasta el bosque y la matara, y que este no pudiera, obnubilado por su belleza, decide hacer ella misma el trabajo e intenta matarla en tres ocasiones. Las dos primeras (con una cinta para el pelo y con una peineta envenenadas), falló por culpa de los enanos. En la tercera no llegaron a tiempo, y Blancanieves mordía la manzana y caía inconsciente. Su cuerpo descansó en un ataúd de cristal hasta que apareció por la zona un príncipe que quiso llevarse el ataúd, y a la princesa, hasta su castillo para observar su belleza siempre. Al moverlo, a Blancanieves se le cayó el trozo de manzana de su boca y despertó. Tiempo después, el príncipe y Blancanieves se casaron, y en la ceremonia guardaron el número de honor a la madrastra, que fue obligada a bailar desnuda, usando zapatos de hierro calentados al rojo vivo. No pudo parar de bailar hasta que murió.
Está claro que hay versiones más fieles a ese lado oscuro, siniestro y atrevido del primer manuscrito. Tal vez, 'Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo', secuela de 'Blancanieves y la leyenda del cazador' pertenezca a ese ese tipo de adaptaciones. Porque la última película de Cedric Nicolas-Troyan, interpretada por Chris Hemsworth , Charlize Theron (¿podría existir una Ravenna más perturbadora?) y Jessica Chastain nos habla de guerras sanguinarias, tenebrosas ambiciones y sacrificios de esos que dejan la piel que gallina. Y en realidad, tal vez sea la mejor forma de aproximarnos a ese historia original que tenía reservados para nosotros una serie de prácticas, rituales y comportamientos propios de sociedades antiguas que no buscaban precisamente nuestra comodidad como espectadores. Se trata de conservar la esencia 'Blancanieves' aunque en esta ocasión no contemos con la participación de su protagonista.
Más malas, más villanas
Esta continuación de la cinta de 2012 promete momentos igual de épicos que su predecesora. Aunque en esta entrega, el mal viene de la mano de dos grandes, no solo de una. Emily Blunt se une al reparto de la cinta para interpretar a Freya, una joven reina del hielo con los mismos pocos escrúpulos que su hermana Ravenna. Y en realidad se trata de una gran noticia, porque todo parece apuntar a que ambas nos regalarán gloriosos momentos de maldad, horror y mucha crueldad. Porque como ya hemos dicho, la mejor forma de hacer justicia al cuento original pasa por conservar el misterioso y oscuro sentido que llevaba éste implícito. Recuerda: tienes una cita con los cines este 8 de abril de 2016.